Autoridades públicas insensibles: Esos que entre otras muchas cosas, asignan a sus funcionarios ingresos desproporcionados en comparación a los que perciben funcionarios de otros países que económicamente están por encima del nuestro. Hacen alarde de su falta de sentido común.

Burócrata irresponsable: Aquél que jamás entenderá que un servidor público tiene como honrosa función primordial, el servir al público en general; que se la pasa buscando privilegios y concesiones superiores a los que tiene el trabajador particular, que en gran medida cubre sus percepciones.

Comerciante abusivo y deshonesto: Aquél que pone a la venta sus mercancías en barata, con descuentos del 30, 40, 50 y 60%, y que previamente incrementa sus precios de tal forma, que con el descuento la mercancía finalmente tiene el precio de mercado, o todavía mayor, todo esto auspiciado por la insensibilidad de las autoridades que no asumen su responsabilidad y que permiten el engaño cotidiano al consumidor.

Diputado sin idea patriótica: Aquél que durante décadas enmudeció y que con su silencio permitió abusos, fraudes, injusticias y desorden, con tal de perpetuarse en el poder y tener chamba sufragada del erario. Estos fueron los auténticos vendedores de la patria.

Empresarios sin responsabilidad social: Aquél que sólo piensa en obtener para sí mismo, el máximo de beneficio al menor costo, haciendo alarde de la explotación del hombre por el hombre. Los que hacen una práctica común al no dar de alta a sus trabajadores en el IMSS, o bien, contratándolos por honorarios, medidas ambas, que hacen de las estadísticas oficiales una falacia.

Falaz intermediario: Aquél que con su mediación encarece las mercancías obteniendo las mayores utilidades con el menor riesgo e inversión y que está en mejor situación económica que el agricultor, ganadero, pescador o fabricante.

Gangrenoso sindicato: Este tiene dos facetas. Por una parte está aquél que es como el enemigo silencioso de las empresas, que poco a poco las va consumiendo; o bien aquél que nació con el corporativismo y que representa a la mafia moderna, que vende seguridad al amparo de las autoridades laborales que son cómplices en esta práctica indebida.

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