La circunstancia de adaptación permanente a los cambios que experimenta la sociedad contemporánea, nos motiva a buscar nuevas y mejores fórmulas que nos permitan responder oportuna y responsablemente a nuestro entorno. El contexto político nacional e internacional cada día es más diverso y plural. Los partidos políticos no podemos estar ajenos a estos procesos; es por ello que el pasado sábado 24 de agosto, los liberales mexicanos celebramos nuestra I Asamblea Nacional Extraordinaria, con el fin de realizar adecuaciones al emblema, denominación y algunos artículos de nuestros estatutos.
En esta primera Asamblea nos reunimos los delegados de distintos puntos de la República, animados por la riqueza de nuestra herencia histórica e impulsados por el anhelo creativo que nos depara el futuro. Somos un proyecto político que traduce las ansias de evolución de los ciudadanos en espacios prolíficos y concretos de bienestar material y espiritual.
El Partido Liberal seguramente se ganará su espacio como una alternativa política e ideológica sólida, al ser capaz de hacer realidad la demanda ciudadana de afianzar a México como una República democrática, en donde se respete la gran diversidad cultural y de creencias de sus ciudadanos. Lograremos hacer de éste, un país que sea respetuoso de la legalidad y donde el gobierno cumpla con eficacia sus responsabilidades sociales.
Una gran mayoría de los miembros activos del Partido, han expresado su deseo de que la denominación y el emblema del mismo reflejen una clara identidad nacional y se relacionen con los grandes temas nacionales, de tal forma que en el logotipo se establezca la idea de un partido nuevo, fresco y diferente, y por tanto inicie su camino por el sendero democrático del país.
Por mandato de la I Asamblea Nacional Extraordinaria, el Partido Liberal Progresista evoluciona a Partido Liberal Mexicano. En nuestro partido la defensa de la libertad de los individuos nos hace liberales, y el perfeccionamiento y consolidación de la identidad nacional nos hace mexicanos.
Entre los frutos de esta primera asamblea se encuentra el establecimiento de un sistema de austeridad, racionalidad y disciplina presupuestal en el ejercicio de los recursos con que cuente el partido en el futuro. El control presupuestal y su seguimiento son prácticas que demostrarán nuestra seriedad y responsabilidad.
Creemos con vehemencia en la fuerza de los vientos del cambio. Todas las sociedades, por más aletargadas que se encuentren sus entrañas, siempre encuentran en el amanecer los despertares de su esencia en medio de la conciencia, y seguramente después de los relámpagos de agosto, llegarán las lluvias de septiembre, que lavarán con su frescura el irredento sueño de ser mejores día a día, con el alma como prenda de nuestros mejores propósitos.
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