Desde nuestra frontera norte, se escuchan los murmullos de voces femeninas que reclaman, desde sus tumbas, la aplicación de la justicia, por ellas y sus familias. Resulta difícil entender que en esa población fronteriza se hayan cometido tantos crímenes en contra de mujeres indefensas: amas de casa, hijas, esposas, obreras de la industria maquiladora; todas ellas, con el derecho natural a disfrutar de su vida con plenitud y dignidad. Nadie, absolutamente nadie, tiene la facultad de arrebatarle la existencia a un ser humano.

Estos hechos ponen en evidencia a las autoridades encargadas de la procuración de justicia a nivel estatal y federal, y ahí en Cd. Juárez, adquiere dramática vigencia la máxima que dice: "Delito que queda impune, delito que se repite".

¿Qué ha sucedido para provocar la comisión de este tipo de delitos? ¿Por qué ha pasado tanto tiempo para su esclarecimiento? ¿Acaso algún esquizofrénico anda suelto, o estamos ante la posibilidad de un asesino en serie que además esté protegido por alguien? Apostar al olvido es la peor de las soluciones que se le pueden dar a estos inenarrables delitos. Estas y otras hipótesis nos asaltan constantemente porque deseamos que se castigue al o los responsables.

Los liberales progresistas sostenemos que la equidad de género en este caso particular, presupone el aseguramiento de la paz social y el esclarecimiento de los crímenes cometidos, para lograr la viabilidad social que garantice el restablecimiento de la confianza. Ello contribuirá a que las inversiones regresen a Ciudad Juárez y a mejorar la confianza en las instituciones de la justicia chihuahuense.

Después de esta amarga experiencia, todos los mexicanos estamos obligados a revisar nuestras valoraciones éticas, con respecto a la justicia y el respeto a las mujeres. El nuevo proyecto social de equidad de género deberá considerar en su horizonte el derecho de las personas a vivir en libertad con responsabilidad. Las mujeres son rosas cuyo aroma debe fluir con armonía entre todos aquellos que respetamos la dignidad humana.

Para los liberales, la justicia es instrumento básico para el entendimiento y la estabilidad. Que sea por el bien de los chihuahuenses y las mujeres mexicanas.

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