Desde hace mucho tiempo, la política exterior norteamericana hacia Latinoamérica dio lugar a que se afirmara que EU trataba a sus vecinos del sur como su traspatio.
Los Somoza, Batista, Duvalier, Trujillo, Pinochet y demás, asumían el papel de opresores de sus pueblos y recibían de las empresas norteamericanas grandes fortunas y privilegios, que distribuían entre sus cómplices nacionales, para permitir la depredación de los recursos naturales y abrir indiscriminadamente las fronteras a las importaciones gringas, sin importarles el desarrollo de sus países.
Esa negra época de tiranos "bananeros", empleados encubiertos de empresas como la United Fruit Company y verdaderos personajes de zarzuela, llegó a su fin mediante la lucha del pueblo latinoamericano, destacadamente del cubano, que paulatinamente demostró a la arrogancia de quienes sostienen que "...EU no tiene amigos, sino intereses...", que aunque la dignidad no se contabiliza en dólares, es un factor que incide en el curso de la historia.
Desde entonces muchas cosas han cambiado, buena parte a pesar de EU; entre ellas, al parecer, la función y papel que ese país le asigna a México. El procónsul Castañeda insiste en convencernos de que EU es nuestro principal aliado y socio en igualdad de condiciones, y Fox, sin el cinismo de su empleado, pero adicionando sus pifias, recita el guión.
A pesar de que el dueto pide entender que la inevitable vecindad y destino histórico es ventajoso "para México", los resultados son cada vez menos convincentes; veamos el caso de Baja California. Esta entidad mártir es una cruda constatación de la irremediable perversidad a que conduce el panismo hecho gobierno. A quien pretenda imaginar el futuro de México con administraciones como las de Fox, sólo debe mirar la siniestra realidad de Baja California, donde se han institucionalizado lacras como las adicciones, la criminalidad, el panismo, la violencia, la inseguridad pública...
A ello añadamos que en el estado tiene lugar una virtual cesión territorial con la que Fox está pagando a los inversionistas extranjeros de su campaña electoral. En Tijuana se pretende instalar un centro de recepción, tratamiento y distribución de gas industrial para atender la demanda... de EU. Este proyecto se adiciona a un intento similar frustrado momentáneamente en Rosarito.
Asimismo, recordemos que para satisfacer las necesidades de EU, en el estado operan plantas generadoras de electricidad, con la complicidad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que emitió permisos sobre permisos. Sin acato a la Constitución Mexicana, la CRE autorizaba permisos indiscriminados, para entre otros fines remediar la escasez eléctrica en California. Así, no es nada casual que la ofensiva corporativa por sus gaseras, junto a la silenciosa privatización eléctrica tenga lugar en Baja California.
Mientras los bajacalifornianos enfrentan altísimas tarifas eléctricas, el Gobierno Federal, enarbolando su nueva política exterior, prioriza las necesidades energéticas de la economía norteamericana; Fox quiere hacer de Baja California el sótano de máquinas del desarrollo y bienestar gringos, a pesar de que bajacalifornianos acalorados vivan en la zozobra ante el peligro potencial de una explosión descomunal por las gaseras.
A la gravedad de lo anterior habría que añadir la abyecta sugerencia del ex gobernador panista, Ernesto Ruffo, partidario de que "policías norteamericanos inspeccionen y vigilen a mexicanos, en aeropuertos mexicanos", como consta en documentos oficiales de su responsabilidad. De Ruffo Appel, nacido en San Diego, no podría esperarse otra cosa, porque sabemos a quién sirve; lo que es aberrante es que este individuo sea funcionario foxista y esté becado como Comisionado "de las Fronteras"; mexicanas, se supone.
Según este panista ejemplar, debemos aprovechar el interés norteamericano por la seguridad internacional, para "negociar sin falsos nacionalismos" la postura mexicana en la "gestión de su frontera sur". ¿Tan mal estaría el país para que los votantes le entregaran el poder a personajes como éstos?
Hoy EU pretende violar nuestra soberanía alegando sus dificultades, que son resultado de sus actos; las decisiones de Fox, Castañeda y su corte panista de los milagros deben ajustarse a la soberanía e intereses de México, y todos debemos vigilar que así sea. Pero para ello primero debemos recuperar la capacidad de asombro e indignación.
Réplica y comentarios al autor: arquiveloz@yahoo.com
|