"La necesidad de romper el silencio"

El pasado 9 de enero se presentó en la Casa de la Cultura de Francia, la destacada luchadora por los Derechos Humanos, Rigoberta Menchú Tum, para dictar una conferencia sobre el peligro que representa abandonar la diplomacia para privilegiar las posiciones de fuerza. En el mismo evento presentó su libro "Hacia una Cultura de Paz".

La también Premio Nobel de la Paz, nos recordó la imperiosa necesidad de globalizar los derechos humanos. En este sentido, es una tesis del liberalismo mexicano en la que el proceso de globalización indudablemente debe incorporar todas las facetas de la actividad humana. Asumir que la globalización sólo es liberalismo económico, es una actitud torpe y egoísta que lo único que provoca es mayor pobreza y el peligro inminente de nuevas guerras.

Los tiempos en que los gobiernos dictatoriales podían cometer genocidios indiscriminadamente, se parecen a los tiempos del cólera, cuando las enfermedades extinguían las vidas de muchas personas; de igual forma, el atropello a los derechos humanos de los ciudadanos, significa apagar la llama de la civilización para tornar a la teoría Darwiniana en sentido inverso. Aferrarse a la guerra como solución de nuestras diferencias, equivale a que la evolución de mono a hombre, hoy sea de hombre a mono.

Se corre un grave riesgo cuando se apuesta a la fuerza bruta. Ésta nunca deja soluciones permanentes. Romper el silencio es indispensable para las naciones que no poseemos mísiles nucleares, armas biológicas o químicas. México ha realizado contribuciones importantes para promover la Paz en el seno de la comunidad internacional. Incluso ese activismo de la diplomacia mexicana tiene su reconocimiento en el exembajador García Robles, quien fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz. Los círculos de la sensibilidad nacional también expresada en la literatura universal, tiene en otro Premio Nobel mexicano, a la figura de Octavio Paz, quien con la fuerza de sus palabras le expresa al mundo la necesidad del respeto a los derechos humanos y la conveniencia de abonar en el jardín común de la Paz.

El Partido Liberal Mexicano entiende que las manifestaciones internas y externas en la vida de los partidos políticos deben contener siempre la premisa de romper el silencio; activismo de la palabra que, sustentada en razones, nos permita entender mejor el entorno y convertirnos en instituciones de paz. Si logramos esto y nos convertimos en gobiernos, entonces como consecuencia natural, tendremos gobiernos promotores de la Paz. No es casualidad que la primera palabra del lema del Partido Liberal Mexicano, sea el concepto de PAZ. Creemos, como diría Rigoberta Menchú en la palabra "utzil" del idioma Maya-Quiché, que demuestra la buena disposición e intención de quien la expresa.

Demos a la palabra la oportunidad de romper el silencio de lo absurdo. El espíritu liberal será eco en los palpitares de la razón.

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