Por otra parte, cualquier decisión que se asuma en este tenor, tendrá también efectos particulares en determinadas industrias o sectores de la economía y que en la mayoría de los casos, repercutirán o en la mesa de nuestra casa o en el monedero de millones de amas de casa que estos 100 días de gobierno foxista ven con desesperanza que las muchas promesas de campaña, hoy se están convirtiendo en verdades... demagógicas.

Para muestra basta un botón: El tan cacaraqueado programa de apoyo a los "changarros" tiene asignada la ridícula suma de 200 millones de pesos, le aseguro, amigo lector que el sólo pago de gastos de publicidad de dicho programa supera en mucho la cantidad asignada, ¿otro botón? Se anunció con biombo y platillo que por primera vez en muchos años, la inflación mensual durante el mes de febrero había sido del cero por ciento, ¡por favor¡ sería risa lo que causara este tipo de anuncios, si no fuera por que detrás de estas verdades demagógicas encontramos el rostro de angustia de muchas de nuestras mujeres que –aparte del despiadado aumento al gas– acuden al mercado sabiendo que lo que llevan en su monedero no les va a alcanzar para comprar siquiera lo mas indispensable.

Ya sé que son odiosas las comparaciones, pero mientras el Gobierno Federal se llena la boca anunciando los demagógicos 200 millones de pesos para impulsar los famoso "changarros", el gobierno de la Cd. de México asigna al programa de la tercera edad mil 200 millones de pesos. ¿Nota usted la pequeña diferencia?

Volviendo al tema de la reforma integral fiscal, habrá que considerar que el manejo de los ingresos y gastos totales y de la relación entre los mismos se ha convertido en uno de los principales instrumentos mediante los cuales tratan los gobiernos de lograr un elevado nivel de actividad económica y una óptima estabilidad general de precios. Este intento, por supuesto, cuando no hay la suficiente sensibilidad social, tropieza con muchas dificultades, como la compatibilidad de esos dos objetivos primero entre sí y luego con otros de naturaleza distinta como sería la incertidumbre acerca del alcance y momento oportuno de las acciones necesarias para implantarlas así como la dificultad de tomar y poner en práctica estas decisiones en un entorno en el que el gobierno en el poder no cuenta con la mayoría en el Congreso.

Y no es para menos, todo hace suponer que la propuesta de la reforma integral fiscal, del Presidente Fox, contemplará gravar con el IVA a los alimentos y a las medicinas, se sabe incluso, que en las reuniones que ha tenido con los gobernadores les está ofreciendo el 2% de lo que generen estas entradas, a cambio del apoyo de éstos para convencer a los diputados de sus entidades para que aprueben dicha reforma.

Reconocemos la necesidad que tiene el gobierno federal de allegarse de mas recursos, con lo que no podemos estar de acuerdo es que –como siempre- Se cargue la mano al mas amolado, ¿por qué no se grava al capital especulativo? ¿por qué no se toman medidas drásticas en relación al Fobaproa, que costó al país 60 mil millones de pesos el año pasado?

Tenemos un Presidente, dicharachero, simpático, que actúa y se comporta como si la campaña siguiera, que habla y habla y habla desaprovechando la oportunidad de permanecer callado para reflexionar en la necesidad que tiene el pueblo, no de un Presidente en campaña sino de un Presidente estadista. La cualidad del estadista es otear los vientos. El pueblo pide cambios profundos, no excesos verborréicos que lo sumerjan en mas incertidumbre, el pueblo anhela la certeza que dan las leyes y las instituciones no de spots como los que estamos escuchando en el programa radiofónico "Fox en Vivo, Fox Contigo". Me decía un amigo historiador, que así era Antonio López de Santa Ana... y así nos fue.

Derecho a réplica y comentarios: Salvador Ordaz Montes de Oca