Siento la imperiosa necesidad de expresar lo que considero es ya a una situación extrema, desesperante e intolerante, que de no detenerla generará una crisis general, como de hecho se está presentando en instituciones importantes, como es el caso del IMSS. En ocasiones anteriores lo he intentado con publicaciones a las que titulé "No habrá dinero que alcance" y "¿De qué se trata?", las cuales no han provocado ninguna reacción de la sociedad, que aletargada, no visualiza el alud que se le viene encima. Sólo referiré algunos aspectos recientes, aunque esta problemática lleva muchos años gestándose.
1.- En el 2002 se estableció, en la Ley del ISR, la exención total a las gratificaciones y a cualquier cantidad extraordinaria que recibieran los burócratas (se les pagan 40 días de aguinaldo al cual acceden con sólo laborar seis meses y un día, cuando la mayoría de los trabajadores de la IP, reciben 15 días de sueldo, proporcionalmente a los días laborados). En el 2003 la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la exención a los burócratas, puesto que los trabajadores de la IP sólo tienen una exención de 30 días sobre la base del salario mínimo. Se podría pensar que todo quedaba resuelto, pero no: la FSTSE presionó al Ejecutivo y se resolvió que de una partida especial del presupuesto federal, se cubra el impuesto respectivo. En otras palabras, lo pagaremos todos.
2.- Son demasiados los absurdos y abusos que por razones de espacio no se pueden referir, pero con el fin de hacer patente la desproporción y falta de equidad que existe a favor de los burócratas, menciono lo siguiente: A los trabajadores del Metro capitalino se les concedió un incremento salarial para este año del 7%, lo cual contrasta con el aumento a los salarios mínimo general y profesionales para el área metropolitana de sólo el 3.56%, haciendo hincapié que la inflación oficial para el 2002 fue del 5.6%. Tener presente que una mayoría de trabajadores miniasalariados viaja precisamente en el Metro, y, de manera directa o indirecta, éstos contribuyen para el pago de salarios y prestaciones de aquellos, ¿por qué al burócrata sí se le restituyó su poder adquisitivo y al de menores ingresos, no?
3.- En el periódico Reforma se dijo que los burócratas del D.F., al integrarles a su salario las prestaciones (despensa, ayuda de servicio, día del trabajador, apoyo al traslado, apoyo social, ayuda y capacitación, previsión social, beca mensual y beca trimestral), pasan de un salario mínimo de $2,770.00 en el 2003, a $3,295.00 en el 2004, y posiblemente a esta última cantidad le falte la actualización por inflación del año 2003. Recuérdese que el salario mínimo general mensual del área metropolitana, en este año es de $1,326.96, y si bien le va, este minisalario, para el 2004, será de $1,370.00.
Soy partidario, y lo he expresado en muchas ocasiones, de la homologación del IVA en alimentos y medicinas, pero si dicho impuesto va a ser utilizado fundamentalmente para cubrir salarios, prestaciones y pensiones de burócratas, que tienen un trato preferencial a diferencia de la gran mayoría de los trabajadores que laboran en el 95% de las empresas nacionales, minis, pequeñas y medianas, me retracto. Ya basta de tanto abuso. O todos hijos, o todos entenados.
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