"Que cada mexicano cumpla con su deber y la patria estará salvada."
Belisario Domínguez
El sistema político mexicano se encuentra ante la oportunidad única de reivindicarse ante una sociedad cada vez mas incrédula y pesimista, cuyos horizontes se hayan limitados por el cinismo y la desesperanza, por un lado, y la fatalidad y el conformismo, por el otro.
Note usted que mientras que las utilidades de la banca comercial ascendieron a cerca de 22 mil millones de pesos hasta septiembre del pasado año, se transfirieron -en el mismo periodo-, 23 mil millones de pesos a los bancos mediante el Programa de Apoyo a Ahorradores (ramo 34), según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, aparte de los 6 mil millones de pesos para subsidiar los descuentos otorgados por la banca a los acreditados en el Programa de Apoyo a Deudores.
Una sociedad que no reclama o se corrompe o está condenada a pagar las consecuencias de su no reclamo y en el caso que nos ocupa, tiene que ver con lo que usted, amable lector, y hasta los bisnietos que aún no nacen pagarían por las irregularidades en el manejo del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), en el que se cargaron a los contribuyentes créditos ilegales que pueden ascender a los 165 mil millones de pesos, y que ahora se pretende canjear por títulos del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), y de esta manera cerrar diligente -y lo más discretamente posible- el rescate del sector.
En este cuarto año de gobierno se le presenta al Presidente Fox la oportunidad de reivindicar todo su sexenio y pasar a ocupar con honor y dignidad su lugar en la historia. Bastaría con que ordenara al secretario de Hacienda que sacara las manos del Fobaproa, que trasparentara -sin artilugios ni subterfugios de ninguna naturaleza- todos y cada uno de los créditos que se hubieran ilegalmente cobijado en el Fobaproa, que los banqueros asuman su responsabilidad y que el gobierno les otorgue las facilidades para que la cumplan.
Hay muchas preguntas sin respuesta en torno a este bochornoso asunto desde que Arturo González de Aragón, Auditor Superior de la Federación, diera a conocer las irregularidades en la venta de los créditos que los bancos hicieran al Fobaproa, y las subsecuentes renuncias de los vocales Bernardo González Aréchiga, Adalberto Palma Gómez y del mismo secretario ejecutivo Julio Cesar Méndez, quienes pretendían realizar "auditorias definitivas" a los principales bancos del país, a fin de estar en posibilidad de entregar al Congreso y a la ciudadanía los libros blancos de la banca intervenida.
Sería igualmente trascendente que como lo ha pedido el Senado de la República, que la Suprema Corte de Justicia atrajera el caso para dar un fallo definitivo.
Aun en el caso de que el apellido Fox saliera a relucir, el pueblo sabría entender y actuar en consecuencia. No es chauvinismo; el pueblo sabe, intuye y reconoce cuando los propósitos son superiores. Ya ocurrió en 1938 y volvería a pasar en el 2004.
No es suficiente haber sacado al PRI de los Pinos, ahora México necesita un presidente que pueda soñar en cosas que nunca se han realizado y se pregunte... "y ¿por qué no?"
Réplica y comentarios al autor: salvadorordaz@hotmail.com
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