En un momento político en que las miradas voltean hacia el debate zapatista, el Presidente Fox anuncia una reforma fiscal que en caso de llegar a ser aprobada podría significar el empobrecimiento aun mayor de millones de mexicanos.
Así, justificándose por la desaceleración de la actividad económica de nuestro país vecino, el Presidente ha considerado necesario el gravar diferentes tipos de servicios y productos entre los que podemos encontrar transportes, alimentos y medicinas, así como escuelas y libros. Como podemos observar, el aumento del IVA será aplicable a muchas de las esferas de la vida diaria de los mexicanos, a las necesidades básicas de todo ser humano. Según especialistas, el efecto que se puede esperar en el corto plazo, es que habrá un daño directo a por lo menos 80% de las familias mexicanas.
Lo anterior no sólo debe de ser preocupante sino indignante para todos los que nos consideramos fieles a la verdad y rectitud de la palabra. Recordemos las declaraciones de aquél señor, "con las botas bien puestas" en donde el sábado 3 de diciembre dijo que se haría una reforma del Estado, "que debiera garantizar el fortalecimiento de un ejercicio del poder cada vez más equilibrado y democrático; la modernización política del país por la vía de asegurar un estado de derecho pleno, equidad en la distribución de la riqueza, racionalidad de la estructura administrativa del gobierno…" ¿En dónde han quedado aquellas "dulces" palabras? Sólo basta con preguntarle a una de esas 20 millones de familias mexicanas si consideran que la implementación del IVA garantiza un estado con "equidad en la distribución de la riqueza". Es cuestión sólo de lógica. El efecto que tendrá en proporción será mayor en las familias con escasos recursos que aquellas con un desahogado futuro económico.
La lectura no se salva de los impuestos. Bien sabemos todos nosotros que nuestro país, México, es uno que no se caracteriza por su alto índice de lectura de libros per capita. El IVA afectará aún más estas cifras. Y ya no se diga el porcentaje de mexicanos que atienden a escuelas privadas. Lo que se les olvida a nuestros dirigentes es hablar de cuestiones cualitativas más que cuantitativas. Hablan de una mejora en las finanzas públicas pero ¿qué hay de la calidad de la educación? Esta es aún muy precaria en los miles de millones de jóvenes mexicanos También se les "olvida" a nuestros queridos dirigentes que la base de crecimiento de toda sociedad es la educación. Lo que simplemente estamos oyendo son más discursos retóricos. Esto nos debe de dejar una enseñanza a todos los mexicanos: que en vísperas de la elecciones y aún en cualquier momento político, el prometer no empobrece, y esto es justo lo que nos hizo nuestro querido Presidente Fox.
Pero el implemento del IVA en diferentes bienes y servicios no es sólo una cuestión meramente económica, es una presión política del FMI y del Banco Mundial para garantizar préstamos futuros a nuestra nación, pero sobretodo es una medida muy astuta de nuestros vecinos del norte para mantener un control económico de nuestro país. Así que aquellos que pensaban que nos salvábamos de las manos de nuestro amigos yanquis, están totalmente equivocados. Estamos en épocas de cambios, cambios que nos están dirigiendo a un empobrecimiento aún mayor de nuestro país y a la desaparición de la clase media de México. Y no es cuestión de ser fatalista o no, es cuestión de ser realista y enfrentar las verdades tal y como se están presentando día a día.
Ahora le toca al Congreso hacer su papel, que si bien siempre es determinante para el acontecer diario de nuestro país, las decisiones ahí tomadas tendrán repercusiones permanentes en todos los que aquí habitamos. Es sumamente importante la unidad de los diferentes grupos de oposición en pro de los intereses de todos los mexicanos. Es tiempo en que las diferencias queden atrás y que asumamos el rol que a cada uno de nosotros nos corresponde. Se debe de evitar al máximo que el veto presidencial tenga sus efectos.
La globalización es inevitable, pero no por ello se les debe de olvidar a nuestros gobernantes neoliberales que el aspecto social es fundamental, y que no se puede ni se debe en ningún momento dejar a un lado, tal y como lo dijo Fauzi Hamdan, los tres principios básicos de las reformas fiscales: seguridad y simplificación, estímulo tributario y justicia tributaria.
Después de esta actitud de nuestro presidente se puede esperar lo que sea, así que debemos de estar preparados ante cualquier circunstancia. Por ello, debemos de involucrarnos más en nuestra vida política, ser agentes de cambio en la medida de lo posible y no dejarnos llevar por momentos de euforia; son tiempos que demandan madurez, son tiempos de cambios que demandan acciones, son Tiempos de reflexión.
Luis Esquivel
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