Este viernes dos de julio se cumplen cuatro años de aquella histórica jornada electoral que llevó, desafortunadamente, a Vicente Fox Quesada a la Presidencia de la República. Cómo olvidar todas las declaraciones realizadas por el entonces candidato a la República y ex gobernador constitucional del Estado de Guanajuato.
En 1999, siendo ya candidato del PAN a la silla presidencial, Fox Quesada tuvo la osadía de definir la palabra populista: "La palabra populista tiene varios significados. Uno es engañar, hacer creer que se logrará algún resultado sin ser esto cierto; el otro es estar cerca de la gente, compartir con la gente" y fue más allá: "Me podrán llamar populista, entonces. Lo tomaré como un cumplido; lo tomaré como algo de lo cual estoy muy orgulloso, el estar cerca de la gente". No cabe duda, amigo lector, que a nuestro estimado Presidente le aplica la primera parte de su propia definición: él engaño (por ejemplo, al prometer un crecimiento del 7%) a todo el pueblo mexicano.
Sigamos haciendo un poco de memoria (algo de lo cual Vicente Fox carece). En una de sus tantas críticas al ex presidente Ernesto Zedillo, comentó que de calificación le otorgaba "menos de cinco" en lo que se refería a los primeros tres años. "Esa es mi calificación, porque a un presidente se le paga por mejorar el nivel de vida de todos los mexicanos, para aumentar el ingreso de cada familia, y hace treinta años los mexicanos no vemos progreso alguno, sólo retrocesos". ¡Que barbaridad, en verdad! En este sentido, Fox ni siquiera logra obtener una calificación. Si en verdad se le paga a un presidente por mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, puede estar usted seguro que Fox nos debería una suma de dinero mayor a la del Fobaproa; no sólo la calidad de vida no ha mejorado, sino que ha empeorado y basta con asomarse por la ventana para constatarlo.
Ahora que la carrera a la silla presidencial es el tema central, no podemos dejar a un lado la crítica expresada en enero del 2000 por el ex Jefe del Ejecutivo del Estado de Guanajuato, refiriéndose nuevamente al entonces presidente Zedillo: "por andar en campaña todo el santo día, besando niños, se le olvida el país..." A estas alturas del partido, Fox no tendría lengua de tanto mordérsela (fíjese amigo lector que no sería mala idea; entre menos diga y haga, es mejor para México).
Me queda una duda: supongamos que el Presidente sí es en verdad democrático e ¿inteligente? ¿Por qué, entonces, los pocos proyectos presentados no han salido adelante? "Si es democrático e inteligente, con cualquier escenario podrá sacar adelante los proyectos", comentó Vicente en alguna ocasión. Analicemos sólo por un segundo lo balbuceado. En primera, el Presidente no es inteligente y, en segundo, los pocos proyectos presentados son inviables, vistos desde cualquier punto de vista.
Como si fuera un gran asesor político, recomendó al entonces Presidente Ernesto Zedillo "aclarar primeramente el crimen de Luis Donaldo Colosio, aclarar el caso Conasupo, erradicar la corrupción, corregir la economía, porque hasta ahorita sólo ha beneficiado a los ricos y al exterior". Pregunto: ¿cuáles de los puntos anteriores han sido cumplidos por la actual administración?
Ni siquiera ha sido capaz de cumplir alguno de sus "cinco mandamientos":
- No robarás (aunque todavía no se prueba, habrá que esperar los planes truculentos que Martita tiene).
- No harás tarugadas (simple y sencillamente sin comentarios).
- Trabajarás todos los días.
- Abandonaras la oficina, te quitarás el saco y la corbata, y saldrás a apoyar hombro con hombro a los ciudadanos. (El único momento en que se quita el saco y la corbata, porque las botas siempre las trae como buen cowboy, es cuando se va a la cama.)
- Para los cambios que México necesita no hay tiempo que seguir perdiendo; no podemos bailar al son que nos toquen en los Pinos. (Fox, en verdad que no te has dado cuenta de todo el tiempo que has perdido, o sea, todo un sexenio.)
En fin, podríamos seguir con muchas más declaraciones, sin pasar por alto los quince minutos de Chiapas. Lo que es un hecho, es que la palabras y críticas que el actual Presidente Fox Quesada dijo al ton y son al entonces Jefe del Ejecutivo, han tomado un sentido inverso y ahora se aplican directamente a él. Ya lo dice el conocido refrán, más rápido cae un hablador que un cojo.
Así pues, comprobamos y confirmamos que Fox es un Presidente que no tiene palabra y mucho menos la capacidad para llevar las riendas de esta nación; es muy fácil prometer pero qué difícil es cumplir, ¿verdad Vicente? Exijo que hables menos y actúes más en beneficio del pueblo mexicano.
Réplica y comentarios al autor: luis_armando_esquivel@yahoo.com
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