"En algunos casos podemos identificar el 'respeto a uno mismo' como una variable desesperada de auxilio para mantener la consistencia mediante la autoimagen. Es posible, que en condiciones especiales de frustración severa, la persona reprima su imagen normal y empiece a comportarse según la imagen de su propia fantasía..."
Ross Stagner
Psychology of Personality

Los inusitados autoelogios del Presidente Fox en su más reciente gira de trabajo por América del Sur, nos muestran a un hombre agobiado, angustiado por los acontecimientos y ciertamente alejado de aquella imagen de candidato fuerte y decidido, carismático, echado para adelante y anhelosamente empeñado en trasformar a México, lejano también del Vicente Fox en su primer año de gobierno, o sea, antes de casarse.

Y no es para menos. Independientemente de que sus promesas de campaña no se han convertido en actos de gobierno, incluso en aquellas áreas en las que no tiene nada que ver la animadversión del Congreso (para muestra basta un solo botón: la descomunal entrada ilegal de productos extranjeros), su labor ha provocado una creciente decepción tanto en la población mexicana como en el extranjero, donde ya se le califica como un líder ineficiente.

A lo anterior le podemos sumar una serie de circunstancias que le son adversas, como la impresión generalizada de que está usando a las instituciones para descartar al Jefe de Gobierno en la contienda presidencial, la fuerte llamada de atención del General Secretario de la Defensa Nacional, la realización de la mega marcha de más de un millón de ciudadanos clamando por justicia y seguridad, las muchas anomalías detectadas en el funcionamiento de la Lotería Nacional -que contradicen la política de honradez del régimen foxista- y la contundente denuncia-renuncia nada menos que de su propio secretario particular con argumentos serios y objetivos que hasta la fecha no han sido rebatidos.

Si el diccionario define al autismo como un tipo de pensamiento dominado por tendencias subjetivas, tenemos entonces la explicación del aparente autismo con el que el Presidente de la República parece aferrarse a una fantasía que no existe. México no es un país que está de maravilla. Los retos siguen existiendo y siguen siendo enormes, de modo que los desafíos que tenemos no serán resueltos evadiéndonos de la realidad. La alerta que apareció en Argentina en el diario La Nación y el texto de la renuncia de Alfonso Durazo constituyen una última llamada de buena fe para que Vicente Fox recupere su vieja enjundia, es decir, aquellos principios y valores que lo impulsaron para la Presidencia de la República.

Dicen los clásicos que poder que no se ejerce, se ejerce. México necesita un presidente que lo ejerza sumando, persuadiendo y, sobre todas las cosas, trabajando con un programa a 24 meses, con metas claras y concretas en las que se comprometa a coordinar -de a de veras- a los secretarios de Estado. Se necesita a un presidente que sea capaz de imponer orden y disciplina, incluyendo a los de su casa, sin más interferencias y frivolidades. Se disponen de casi dos años para ordenar los asuntos del gobierno y preparar la benevolencia del más implacable e inapelable de los veredictos: El juicio de la historia. Tercera llamada. Tercera.

Réplica y comentarios al autor: salvadorordaz@hotmail.com