El sonorense Alfonso Durazo pretende ser émulo de Bora Milutinovic. Y no es que le gusten mucho las patadas, mucho menos que sea ducho en el arte de la táctica futbolística, aunque lo intenta en la política. No, de lo que se trata es de hilar una repetición del puesto con diversas opciones. Me explico: el inicialmente yugoslavo y ahora serbio, tras la desarticulación de aquella república, ligó cinco campeonatos mundiales como director técnico con distintas selecciones: México en 1986, Costa Rica en 1990, Estados Unidos en 1994, Nigeria en 1998 y China en 2002.
Bueno, pues Alfonso Durazo seguramente quiere ser secretario particular por tercera ocasión con un candidato presidencial, ahora de Andrés Manuel López Obrador, luego de haberlo sido de Luis Donaldo Colosio y Vicente Fox, a quien se unió en la recta final de su campaña, luego de no haberla terminado con el sonorense asesinado.
Recordemos que Alfonso Durazo, en su carta de renuncia al presidente Vicente Fox, destapó la ambición de la Primera Dama por quererse convertir en presidenta de la República, como pretendió Eva Duarte de Perón y como lo lograron Isabel Martínez de Perón en Argentina e Imelda Marcos en Filipinas.
En su carta de renuncia, Durazo realizó un fuerte cuestionamiento del papel del Presidente, que en lugar de ser árbitro de la sucesión y conciliador como debe ser un Jefe de Estado, se convirtió en sólo un hombre de buena fe puesto en la cancha de su esposa, Marta Sahagún, para apoyar sus aspiraciones presidenciales. Incluso, dio por hecho que el coqueteo político de la Primera Dama provocó muchas de las tensiones que en su momento amenazaban con hacer estallar al país.
En su carta de renuncia, Durazo pareció arribar como refuerzo a la cancha de Andrés Manuel López Obrador. Aquella ocasión dijo que es "rechazable la eventual participación del gobierno en el proceso de sucesión, porque va a contrapelo de la ética del cambio". Y agregó que "pretender decidir desde el gobierno quién será el próximo presidente, así como quién no debe ser el próximo presidente, fue el pecado original del viejo régimen".
Pues el propio Vicente Fox ubica a Alfonso Durazo como el autor de la filtración al director editorial de Milenio Diario, Carlos Marín, sobre la reunión celebrada en abril pasado entre el Presidente de la República, el ministro Mariano Azuela, el Secretario de Gobernación Santiago Creel, el procurador Rafael Macedo y la coordinadora jurídica de la Presidencia, María Elena Herrera Tello, sobre el asunto del desafuero de López Obrador.
El pasado lunes, durante la gira que Vicente Fox realizó por el norte del país, dijo al columnista Alberto Barranco de "El Universal", que el asunto "trascendió por una infidencia de su ex secretario particular y ex vocero, Alfonso Durazo Montaño, señalando que sólo él sabía con precisión el número de asistentes, incluido el procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha, y el secretario de Gobernación, Santiago Creel".
De acuerdo con Barranco, "se trata de una traición más de Durazo (...) dejando entrever que hubo negociación previa con la publicación, es decir Milenio Diario".
Además, Barranco rescata otro aspecto más de la historia de El Encino, que habla claramente de la forma como se conduce el Jefe de Gobierno del Distrito Federal: "El Ejecutivo señala que en su momento le envió más de un mensaje a López Obrador para que atendiera el asunto del posible desacato a una resolución judicial que ordenaba dejar libres los accesos al predio El Encino de la zona de Santa Fe, sin que inexplicablemente se moviera un dedo".
¿Cuándo llegaremos a ver a Alfonso Durazo como secretario particular de López Obrador? Estemos listos tras el referéndum de diciembre, cuando inicie la campaña.
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