El miedo anda en burro y eso es algo que Vicente Fox debe de saber muy bien, sobre todo en los últimos días a raíz del escándalo acerca del financiamiento de "Amigos de Fox". No cabe duda que Vicente Fox no acaba de salir de un problema cuando ya está entrando a otro; aparte de mentiroso, Fox tiene la "habilidad" de estar involucrado en problemas de carácter penal que confirman una vez más su parecido con sexenios priístas.

Al estilo del ¿viejo? régimen priísta, la justicia en México sigue estando al servicio del jefe del ejecutivo. ¿No que iba a meter a todas las "ratas" al "bote" Vicente? Siento decirle que si esto fuera verdad, el primero en entrar debería de ser usted. Perdón, me equivoqué, primero son las damas, así que debería de ser Martita (utiliza su poder, imagen y recursos del erario público para promover las campañas del PAN en vísperas de las elecciones en el Estado de México).

Un claro ejemplo de cómo es que funciona el sistema judicial en México, es la rapidez con que se desahogaron las pruebas sobre la denuncia interpuesta por Lino Korrodi (¿alias "la rata menor"?) sobre la violación del secreto de sus cuentas. Ah, pero no fuera la denuncia penal en contra de Fox, Korrodi y compañía que presentó el PRD en septiembre del 2002. Ninguno de los demandados por el ¿"partido de la gente"? ha sido llamado a declarar. Según la PGR (otra despreciable institución), citará (¿Cuándo? ¿El día que los Sres. se encuentren en Australia disfrutando de una buena cerveza?) a Korrodi y a Robinson a declarar. Pero ¿por qué no citar al Presidente de la República? Al fin y al cabo él estaba al frente de todo.

Las copias de los cheques (los cuales supuestamente habían sido utilizados para el financiamiento de la campaña de Fox) presentadas por el entonces diputado, Enrique Jackson del PRI, eran sólo una pequeña parte de los fondos que se utilizarían para el apoyo del candidato del PAN; más tarde se encontraron más cheques y cuentas bancarias como evidencia, las cuales no fueron presentadas por el gobierno para hacer la denuncia correspondiente sino que sólo se utilizaron como propaganda política.

Hoy por hoy, Eduardo Fernández, ex presidente de la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y ex miembro del comité técnico del FOBAPROA, se dice víctima de un complot por parte del gobierno, léase Vicente Fox, para ocultar las diversas cuentas de dinero ilícito que se utilizaron en la campaña presidencial. No me extrañan nada las acciones del jefe del Ejecutivo; tiene miedo como un pequeño minino y tira rasguños por diestra y siniestra. No dudo, en ningún momento, que el Sr. Fernández tenga "cola que le pisen", pero Fox es un hipócrita en todo el sentido de la palabra.

El Presidente, en su acostumbrado rol de mentiroso, dice que las operaciones financieras de la campaña por la presidencia se reportaron en su momento al Instituto Federal Electoral. ¿Será acaso que tiene amnesia? ¿Qué pasó con las donaciones de gente como Slim (¿Salinas de Gortari?), las cuales se hicieron mediante operaciones sumamente dudosas?

Por lo anterior, a quien menos le conviene que investiguen los fondos es al propio Fox. El no sólo fue el fundador sino el presidente de "Amigos de Fox AC". Asimismo, a su servicio estaba Carlos Rojas, ¿lo recuerdan? El Sr. Que tuvo la desfachatez de comprar toallas por una cantidad exorbitante y que además de todo no fue procesado por el daño causado. ¿Será acaso que no lo enjuiciaron porque fue el responsable de la administración de la campaña del actual Jefe del Ejecutivo y sabía demasiado? Esta es una muestra más del grado de complicidad que sigue existiendo en las diferentes esferas de la política mexicana.

No me cabe en la cabeza hasta qué grado puede llegar el cinismo de una persona. En lo personal estoy harto de la manera en como se burla de nosotros el Presidente cuando en sus discursos, que por cierto son pésimos y súmenle a esto su mala oratoria, dice que la ley se aplicará a todos por igual. Prefiero que no diga nada. Que deje de estar de hablador. Si en verdad predicara con el ejemplo, haría todo lo posible para esclarecer los hechos y demostrar que en verdad no hubo nada turbio en el financiamiento de su campaña. Pero claro, es un Presidente más, cortado de la misma tela (pensándolo mejor de una peor calidad), sólo que de diferente color. Lo he dicho en diferentes tribunas y lo reitero una vez más aquí: lo único que ha cambiado con respecto a los sexenios pasados es el calzado de los presidentes; de ahí en fuera, la manera de prometer, de mentir y de no actuar es la misma. Tristemente hay que agregar uno más a nuestra interminable lista.

Réplica y comentarios al autor: luis_armando_esquivel@yahoo.com