Una de las estrategias más utilizadas por los políticos que aspiran llegar a un puesto en el gobierno, es dirigir su campaña y publicidad a los pobres. Con frases revolucionarias y discursos carentes de toda vigencia, buscan mover el corazón de quienes menos tienen para que los apoyen en sus marchas a cambio de un "boing", una torta y, por supuesto, su sufragio.
El Partido de la Revolución Democrática ha perdido mucha credibilidad y prestigio en los últimos años. Algunos de sus miembros siguen vanagloriándose de ser los precursores de la democracia en México; otros, siguen atacando al partido que los vio nacer, y otros, están en pugna interna por obtener el control del partido.
Empero, el PRD logró algo muy significativo para el país, que fue ensayar el populismo y la demagogia para lograr el poder. En este sentido, Vicente Fox, el gran alumno de esta forma de hacer política, les tiene mucho que agradecer. Quizás por eso Cuauhtémoc Cárdenas dijo el 2 de julio de 2000, tras saber el resultado no oficial de la votación, que el PRD había sido parte importante en este cambio democrático.
Andrés Manuel López Obrador comienza a ser prueba irrefutable de que aún persisten en México las estrategias electoreras basadas en la falsedad y en la democracia engañosa. Sus consultas electorales son una de las falacias más grandes, por ejemplo. Aritméticamente, el gobierno del Distrito Federal no podría captar la votación en el remoto caso de que todos los capitalinos tuvieran y usaran teléfono para tal fin.
Ahora con el segundo piso del periférico, ALMO viene a contradecir su gran eslogan de campaña, que decía que su gobierno estaría dedicado de lleno a los pobres. Por favor, creo que existen otros proyectos de tipo educativo y sanitario mucho más urgentes que resolver. ¿O por qué no resolver la inseguridad?
Los capitalinos viven en la desesperanza. ¿De qué les puede servir que el señor López Obrador llegue a las 6:00 de la mañana, medio dormido, a dar conferencias que más que informar, sólo buscan enaltecer su mandato y enviar mensajes a Fox?
Ha pasado ya un año, y aún no vemos que se inicie el proyecto prometido para la "ciudad de la esperanza". En vez de eso, hemos observado cómo el señor se involucra apasionadamente en controversias absurdas como el horario de verano, o intentando generar simpatías con sus subsidios, o criticando inútilmente al presidente.
Pero de todo se aprende, y si la situación en el D.F. sigue así, seguramente los capitalinos razonaremos más nuestro voto en los próximos comicios con base en la distinción y discriminación de discursos arcaicos, propuestas vagas y democracia disfrazada.
Réplica y comentarios al autor: ortega_mau@yahoo.com.mx
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