Poco tiempo después de conocerse la propuesta de la Nueva Hacienda del Ejecutivo Federal, tuve oportunidad de leer un informe de la propia Cámara de Diputados, en el que se estimaba que en caso de que se gravaran con el IVA los alimentos y medicinas, su recaudación real representaría el 0.5%, es decir, sólo un medio por ciento del PIB; no sé a cuanto ascienda esa cantidad, pero sí, deduzco que debe ser una cantidad enorme, porque para su integración participaríamos todos los Mexicanos. En contraste con lo anterior, accidentalmente tuve la ocasión de leer de manera casi simultánea, un artículo del columnista Hugo de la Torre, en el Reforma del 20 de noviembre del año pasado que decía: "Un análisis del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), indica que las pensiones que genera la burocracia, podrían llegar a representar el 10% del PIB en el mediano plazo, lo que significa un riesgo para las finanzas estatales y federales". De esto que a mi juicio es demasiado grave, muy poco se habla y muy posiblemente los legisladores van a esperar a que estalle la bomba económica más grande de que se tenga conocimiento.
Estuve en un coloquio que se organizó dentro del Palacio Legislativo y escuché la conferencia del Lic. Ricardo García Sainz. Sí, efectivamente, el que fuera director del IMSS. En su plática afirmó textualmente que la problemática de las pensiones "en muy poquito tiempo rebasará el costo global del Fobaproa". ¿Se imaginan lo que se nos avecina? Y en verdad no se ve inquietud en los que pueden gestar un cambio al respecto.
Se dice que el promedio de vida del Mexicano está alcanzando los 89 años ¿?; y si consideramos que algunos burócratas se jubilan antes de los 50 años de edad y luego con pensiones tan altas como las que nos enteramos recientemente en el mismo Palacio Legislativo: "NO HABRA DINERO QUE ALCANCE".
Lamentablemente la historia de nuestro País está plagada de errores, muchos de ellos de carácter administrativo, que pudieron haberse evitado o por lo menos haber reducido su efecto de manera considerable, si con oportunidad y con visión, se hubieran tomado las decisiones, las medidas adecuadas, no tan demagógicas, que quizá pudieran ser dolorosas o drásticas, (pero para todos).
Es preciso convocar a una REFLEXIÓN COLECTIVA. No debemos, no podemos seguir con los brazos cruzados, viendo como suceden los acontecimientos y no hacer absolutamente nada.
Réplica y comentarios al autor: delgadoangel3901@aol.com
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