El siglo XXI inicia con ironías en nuestro país. El partido que acaparó el poder casi de manera dictatorial, beneficiando a las clases hegemónicas y a las altas cúpulas de poder político, llevó a cabo su primer ejercicio aparentemente democrático.

Pero, ¿cómo es posible que hayan elegido a uno de los hombres más corruptos y más falsos del país como candidato? ¿De verdad creyeron que a los mexicanos se nos olvidan todas las cosas que el tal Madrazo ha hecho con el fin de saciar su sed de poder?

Lo que vimos en las últimas semanas fue el fiel reflejo de la decadencia de un partido, de lo caducos de sus discursos, y de su intento fallido por querer verse como un partido democrático. Lo curioso es que precisamente esa cualidad política es pilar de su estatuto, y jamás lo enarbolaron mientras mantuvieron la presidencia.

De Beatriz Paredes ni qué decir. Otro ilustre personaje del pasado que se hizo a la forma de los viejos dinosaurios y que ahora se encuentra en la disyuntiva de renovarse o morir.

Lo más interesante de todo esto es la dureza con la que ambos candidatos se trataron. Ahora pudimos ver muy poca diplomacia y sí, mucha ansiedad por tener el control del partido y llevarlo a "nuevos horizontes". En este sentido, difícilmente estos dos personajes podrán encaminarlo a otros rumbos que no sean la misma corrupción, la misma manipulación, y las mismas técnicas electoreras que hoy más que nunca están de moda.

Este nuevo siglo está trayéndonos muchas sorpresas, algunas de ellas basadas en los mismos vicios y errores del pasado. Pero con todo esto, la sociedad mexicana está madurando cada vez más, y su capacidad crítica se incrementa paulatinamente, mientras los viejos traidores a la patria siguen peleando por las mismas falacias.

La política en México tendrá que adquirir una nueva visión y un auténtico sentido de honestidad y responsabilidad. Somos los mexicanos los encargados de presionar y cooperar para que esto suceda, llevando a nuestra patria al florecimiento que su historia y su pueblo merecen.

Réplica y comentarios al autor: ortega_mau@yahoo.com.mx