Aquí transcribo este ensayo de un Pakistaní que se llama Akbar S. Ahmed que saqué del libro llamado "Fin de Siglo" editado por McGraw Hill. Habla de como los medios de comunicación de occidente han llevado a cabo una campaña de "difamación" del Islam por ser ésta una religión que va en contra de la veneración de imágenes. A mi me resulta muy evidente esta difamación porque antes de conocer a la gente musulmana y leer un poco acerca de la doctrina, yo mismo tenía una imagen muy negativa y fanática de dichos practicantes. Este autor trata de explicar por qué en el mundo occidental tenemos dicha imagen y las intensiones detrás de esta campaña de desprestigio.
"La civilización occidental o global, en esencia la G-7, está haciendo explosión; buena parte del resto del mundo esta implosionando. Este mundo en explosion-implosion que se ha encogido hasta tal punto por los ubicuos medios de comunicación que definen a nuestra era postmoderna, está hasta tal punto enlazado y claustrofóbico, que cada vez hay menos espacio en el planeta. Todos nos hemos visto empujados hasta quedar frente a frente unos con otros. Conforme el Occidente en explosión continúe expandiendo sus fronteras culturales a través de los medios de comunicación para englobar al mundo entero, las civilizaciones tradicionales se resistirán en ciertas áreas, y se adaptaran al cambio en otras.
... Los musulmanes y practicantes de otras religiones, aquellos que son conscientes, saben que el problema con la civilización G-7 es el hueco que existe donde debiera estar el corazón, el vacío interior, la ausencia de una filosofía moral. Lo que brinda al Occidente su dinámica energía es el individualismo, el deseo de dominio, el sólo impulso de adquirir objetos materiales a través de una filosofía de consumismo a toda costa, de acaparar. Tal energía tan frenética mantiene a su sociedad en movimiento.
En contraste con ello, el Islam destaca la importancia de la paciencia, el ritmo y el equilibrio. La prisa es obra del demonio, advirtió el Profeta. Pero la era postmoderna se basa en la velocidad. Los medios de comunicación en particular prosperan y están intoxicados por la velocidad, el cambio, las noticias. El ruido incesante, los deslumbrantes colores, y las imágenes incansablemente cambiantes de la cultura MTV nos acosan y nos tientan.
El silencio, el retraimiento y la meditación, defendidos por todas las grandes religiones, sencillamente no son fomentados por los medios de comunicación.
Los africanos y los asiáticos del sur se deslumbran con las imágenes de la abundancia que retratan programas de televisión tales como Dallas o Dinastía. Pero ellos no tienen acceso a una realidad así. Estas tentadoras imágenes no constituyen mas que peligrosas ilusiones para la mayoría de los habitantes del planeta. No pueden resolver problemas, pero si pueden, a través de la envidia y el deseo que fomentan, echar a perder buena parte de la satisfacción, la paciencia y el equilibrio, las virtudes de las sociedades tradicionales..."
Luego el autor externa su preocupación por la repercusión de la embestida en contra del Islam en particular:
"Los musulmanes preguntan: ahora que los medios de comunicación occidentales han ayudado a conquistar al comunismo, quien será su siguiente adversario? No resulta difícil adivinarlo: el Islam.
Todas las religiones tradicionales, ya sean budistas, hindúes, musulmanes, cristianas, fomentan la piedad, la contemplación y el misticismo. En contraste con ello, la violenta embestida en gran escala de los medios de comunicación constituye un grito obsceno en favor del ruido, el materialismo, el consumismo y la broma pesada. Los seductores anuncios, las glamorosas estrellas, todo ello ahoga los pensamientos de piedad y austeridad. Luego arrebata a los seres humanos la corona mas delicada de todas, la dignidad. Así pues, es posible comprender por qué los musulmanes rechazan el postmodernismo como nihilismo y anarquía.
... En una cobertura de 100 horas de CNN o alguna otra cadena de televisión, el Islam quizá cuente con diez minutos de proyección, la cual consistirá en imágenes de musulmanes que queman libros o expresan su ira en una muchedumbre amenazadora. El hinduismo y el budismo se muestran a través de venerables sacerdotes, medio desnudos y en estado de meditación, para ser descartados en los medios de comunicación populares como exóticas reliquias del pasado.
Lo que deseo subrayar aquí es el concepto de los medios de comunicación como poderío, como afirmación de superioridad cultural, como extensión de los argumentos políticos, ciertamente, como jugador principal. A través de los medios de comunicación, la posición adversaria no sólo puede ser vencida, sino también, al negarle el acceso, puede llegar a dejar de existir por completo. Así pues, los medios de comunicación constituyen una de las armas más importantes en el arsenal de cualquier país. Esta es la máxima lección de nuestros tiempos...".
Por ejemplo, no sé cómo esté en México, pero acá en Noruega todas las noticias, a cualquier hora, transmitieron imágenes de Albanos aplaudiendo a las tropas de la OTAN entrando en Kosovo. Entrevistas que dicen cuan maravillosa ha sido la intervención y como a pesar de todo esta nueva guerra de los Balcanes tiene un final feliz. Yo sólo me pregunto que tan ligados a esta guerra estuvieron los intereses económicos, ahora que se tengan que hacer trabajos, o más bien, negocios de reconstrucción en Yugoslavia, y las condiciones de comercio internacional que se le impondrán a Serbia, en beneficio obviamente de los vencedores, la OTAN (o como la OTAN lo pondría, el resto del mundo). Me cuestiono que tanto peso tuvo todo esto, o si realmente la intervención fue movida por el heroico esfuerzo de salvar a un pequeño pueblo de la exterminación y la expulsión por motivos étnicos.
A mí la lógica me dice que ambas razones pesaron en distintas proporciones. Pero bueno, sigamos oyendo el noticiero y leyendo los periódicos porque siempre nos recordaran que holocaustos como el de la Segunda Guerra M. contra los judíos nunca deberán repetirse.
Ya para terminar, retomando al buen Ahmed, se concluye:
"Los musulmanes perciben que las presiones de la cultura consumista del Occidente, la promiscuidad, las drogas, las exageradas expectativas, están cobrando víctimas en los matrimonios occidentales, ya que más de la mitad de ellos se están desintegrando. Esto resulta una amenaza para la familia y por lo tanto para la sociedad occidental. Los musulmanes temen ahora que estas presiones estén invadiendo también sus hogares. Tienen miedo de que la 'jin' (religión) este en peligro de verse totalmente sumergida bajo la 'dunya' (el mundo). Esto resultaría catastrófico para el concepto de orden justo y equilibrado. En contraste, el desafío que enfrentan los de occidente consiste en extender las nociones occidentales idealistas de justicia, igualdad y libertad más allá de sus fronteras hacia toda la humanidad, sin parecer imperialistas del siglo diecinueve, con el objeto de alcanzar aquellos que no pertenezcan a su civilización en un gesto de amistad y sinceridad.
... Volvemos a ser testigos de la colisión de dos sistemas que no se comprenden mutuamente: monumental desprecio y arrogancia por una parte, fe ciega y furia por la otra..."
¿Cómo la ven? Como que resulta ilógico que los Arabes y demás hayan sobrevivido entre puros radicales y fundamentalistas durante tanto tiempo. Aunque hay gente medio loca como Saddam Hussein, algo bueno han de tener, ¿no?
Roberto Rosales
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