Tendremos pues que remontarnos a los albores del cristianismo, los cuales comenzaron con el nacimiento de Jesús en Palestina entre los años 8 y 4 a.C. A lo largo de su vida Jesús predicó el amor de un Dios para todas las personas; predicó para los pobres, para los débiles y para la gente común. Trató de inculcar la gentileza y la nobleza; sus enseñanzas tienen un gran valor espiritual, ético y moral. Sin embargo no existen elementos históricos contemporáneos de Jesús que nos puedan mostrar con exactitud los acontecimientos de su vida y de sus enseñanzas, lo anterior tomando como referencia que fue crucificado en 29 ó 30 d.C. y que los escritos más antiguos son las epístolas de Paul, escritas alrededor de 55 d.C..

A partir del siglo I los cristianos fueron perseguidos por las autoridades Romanas. La colectividad cristiana era incomprendida; sus ceremonias y costumbres eran mal interpretadas; en la eucaristía, por ejemplo, los cristianos eran acusados de canibalismo, la caridad fraterna (amarse los unos a los otros y llamarse hermanos) lo interpretaban como promiscuidad. Así hubieron significantes estallidos de furia por parte del imperio. Sin embargo a partir de 250 la tolerancia al culto cristiano fue transformándose en una aceptación. Más tarde el cristianismo lograría consolidarse cuando Constantino el Grande la eligió como religión oficial.

Hay que recordar que en esa época habían numerosas religiones en pleno apogeo, sin embargo el cristianismo tuvo furor en el imperio, ya que con sus obispos, su universalidad, su unidad doctrinal y sus procedimientos reglados, era la religión que más se asemejaba a la organización imperial y por ende la más apta para convertirse en la religión del Estado.

Fue entonces cuando el Cristianismo se convirtió en religión oficial, lo cual implicó brindar un apoyo incondicional al imperio; a cambio gozaron de grandes y numerosos favores tanto de los gobernadores como de los fieles. Fue así como la iglesia comenzó a acumular un patrimonio considerable.

Las personas del periodo Medieval, debido a las invasiones y guerras, tenían la necesidad de un líder fuerte en quien confiar. Como los gobernantes no eran lo suficientemente poderosos buscaron el apoyo de la iglesia y así juntos brindarían protección y paz a los fieles. Un evento que me parece fundamental en el incremento del poder de la iglesia fue en la Navidad de 800 d.C., cuando el Papa coronó a Carlo Magno y ambos proclamaron que el Papa era la única persona que podía señalar quién sería el Rey!

Desde 800 d.C. la iglesia se reorganizó para tener un mejor control, y así a través del tiempo el Papado contó con un eficaz sistema de tribunales eclesiásticos que poco a poco fortalecían la manipulación directa de tierras, no sólo de Italia sino de gran parte de Europa. Es así como la Iglesia incursionó en aspectos políticos, sociales, y espirituales, no dejando a un lado, por supuesto, los económicos, los que reclamaría en el año de 1303 d.C. el Papa Bonifacio VIII, proclamando tener el derecho de recolectar los impuestos!.

Es sabido que en la Edad Media la cultura, el arte, la ciencia y las letras fueron patrimonio eclesiástico. En los monasterios los monjes recopilaron textos clásicos y escritos teológicos. Según algunos autores, dichos textos fueron modificados y manipulados a la conveniencia de la iglesia, "La hermenéutica bíblica actual garantiza absolutamente la tesis de que Jesús no instituyó prácticamente nada, y menos aún ningún modelo determinado de Iglesia... Según los evangelios, Jesús sólo citó la palabra iglesia en dos ocasiones, y en ambas se refería a la comunidad de creyentes, jamás a una institución actual o futura..."

A mi juicio hubo un abuso del poder por parte de la Iglesia, del poder espiritual, ese poder que todos y cada uno de los creyentes concedemos. El Clero difícilmente hubiera obtenido su gran poder si no hubieran sido vistos como el elemento esencial entre la Tierra y el Cielo. Reflexionando hay que caer en la cuenta de que ciertas ideas esenciales del cristianismo están envueltas en los actos religiosos denominados Sacramentos, los cuales son administrados y dirigidos solamente por el clero.

El Sacramento principal es la Eucaristía, en la cual los fieles refuerzan su fe y compromiso con la comunidad creyente. Otro importante Sacramento es el Bautismal que de manera simbólica limpia el pecado natural y hace de una persona un Cristiano. Además de la Confirmación, la penitencia, los Santos Oleos; todos ellos no podrían ser dirigidos sin un representante del clero.

Desde mi punto de vista muchos eventos históricos nos dejan entrever que la iglesia a lo largo del tiempo se ha "prostituido". El significado espiritual que Jesús un día predicó ha sido tergiversado. Toda persona tiene la necesidad de creer en algo, de tener fe, es por ello que considero muy válido que la Iglesia tenga gran poder, sin embargo ese poder sólo debe ser espiritual ya que de otro modo perdería su significado real.

Paola Hernández Montes de Oca