NOCHE OSCURA DEL ALMA
Martes Santo, Úbeda ha oscurecido. Nazarenos encapuchados, coloreados de marrón carmelitano se dirigen al templo. Son las diez y el Cristo de la Noche Oscura comienza su triste andar por la renacentista ciudad, un golpear metálico sobre los adoquines pregona su cercanía. De repente, la noche se hace día, por la belleza del Crucificado que todo lo ilumina. Pasa ante mis ojos, desaparece y en mi alma, de nuevo, oscurece. Lo sigo, lo llamo, quiero estar a su lado, preguntarle ¿qué es esto que entristece mi alma?¿Qué me ocurre cada Noche Oscura del Alma?
Texto de Antonio Medina
Foto de Rafael Merelo