POR UBEDA
El Renacimiento se respira cuando entonan esta marcha. Cuando la tocan, en la Madrugá,
el espíritu de El Salvador lo introducen en las cornetas; el Hospital de Santiago se esconde en los timbales; la Trinidad se engalana; Santa María llora por estar tan lejos; San Nicolás abre sus puertas para capturar las melodías que le regala el aire; San Isidoro impacienta por el lento pasar del tiempo; San Pablo escucha las poesías que San Juan de la Cruz le susurra al oído; Santa Clara espera silenciosa; San Pedro se ilumina.
Todo esto ocurre Por Úbeda...
Texto de Antonio Medina