Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

 

El Pozo de los Deseos Reprimidos

POR ÁLVARO CUEVA

<<Índice>>   <<Inicio>>

Fecha de Publicación: 10/16/03

¡GRACIAS, CARLA!

Mañana se acaba "Amor real", una de las mejores telenovelas que se han hecho en México en los últimos años así que prepárese para juntar a toda la familia, a los amigos, y para gozar de un gran desenlace.
"Amor real" se ha vuelto extraordinaria no porque haya alcanzado los 80 puntos que tenían los melodramas nocturnos de Televisa en 1987, porque haya costado el equivalente a cuatro telenovelas juntas o porque tenga algo verdaderamente insólito para la televisión mexicana.
"Amor real" se ha convertido en un caso único porque está bien hecha y esto, que debería ser el común denominador de las producciones del país que más telenovelas ha hecho en todo el mundo, es algo que cada vez vemos menos.
"Amor real" está perfectamente bien escrita, tiene una estructura, una excelente noción del bien y del mal, personajes fuertes, amor, pasión, cadencia, suspenso.
La escritora María Zarattini se anotó un diez adaptando este clásico de Caridad Bravo Adams, la misma señora que inventó "Corazón salvaje" y "La mentira".
Y así como esta segunda versión de "Bodas de odio" está bien escrita, está bien producida, pero no piense usted que estar bien producida significa "¡ay, qué bonito se ve todo!"
No, estar bien producida significa que hubo una cabeza que sin despilfarrar el dinero de su compañía, supervisó todos y cada uno de los detalles de lo que usted ve y no ve en pantalla.
Desde los libretos hasta el salario de cada uno de los actores pasando por sus alimentos, sus camerinos, su ropa, su peinado, la iluminación, la decoración, los escenarios naturales, los transportes, que se aprovechara el tiempo de grabación al máximo y que no hubiera conflictos ni entre los técnicos ni entre las estrellas ni entre nadie.
Esto no es nada más de "ve y párate para que tus trabajadores te tengan miedo", es tener la capacidad de manejar un ejército de colaboradores de los más diversos orígenes, edades, experiencias y preparaciones académicas.
"Amor real" no sólo es famosa por lo que usted ya sabe, "Amor real" es famosa porque constituye un ejemplo de liderazgo, cordialidad y alta administración. No crea usted que sus responsables gozaron de algo que no gozaran los señores de otras telenovelas, pero la diferencia se siente, se disfruta.
Mientras que la mayoría de los productores de telenovelas están como el país, sin saber para dónde ir, la señora Estrada sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere. Ah, ¿verdad?
Por si esto fuera poco, "Amor real" está bien dirigida. ¿Qué significa esto? No nada más que los actores se mueven bonito de un lugar a otro, significa que cada estrella inventó un personaje con su forma de hablar, de mover las manos, de caminar.
Pero además, que todos juntos construyeron un solo tono, un estilo que los ojos y los oídos agradecen y que hace que uno, como espectador, sepa que está viendo "Amor real" y no la cuarta repasada de "María la del barrio".
Vea usted lo diferente que está Fernando Colunga, el contraste entre el Mauricio Islas que hace a Adolfo y el que hizo al galán de "El manantial", aprecie la transformación de Mariana Levy, de Ana Bertha Espín y de todos y de cada uno de esos grandes actores.
Eso no se consiguió por accidente, se consiguió porque Mónica Miguel y su equipo, los directores, se sentaron a hacer algo más que cobrar su quincena.
Ni hablar de los responsables del vestuario, de la gente que coordinó que todo estuviera siempre limpio, listo y en su lugar, de los camarógrafos y microfonistas, de las personas que editaron cortando las escenas justo donde las tenían que cortar.
¿Notó usted que los personajes iban de una escena a otra sin pasar ni siquiera por una toma de ubicación? ¿Notó que en las calles, en los montes y en todas las locaciones siempre estaba pasando algo entre los extras adicional a lo que veíamos con los actores principales?
Hay muchas cosas que no se han dicho de "Amor real", desde esas tremendas aventuras que tuvo que vivir la producción para grabar entre lluvias e inundaciones hasta la buena disposición de actores que usted ni se imagina.
Honestamente, esto no debería ser el comentario de hoy porque es algo que debería darse todos los días en todas las telenovelas, pero hay una suerte de prisa, conformismo, burocracia, mezquindad, mediocridad y "rating" en el medio que hace que usted y yo tengamos que perder el tiempo intercambiando comentarios sobre cosas obvias cuando deberíamos estar poniendo nuestros ojos en otros lados.
"Amor real" es maravillosa, pero no es perfecta. El tema musical de Sin Bandera sigue pareciéndome muy por debajo de lo que cualquiera hubiera esperado de esa historia, la caracterización de Ernesto Laguardia estuvo siempre demasiado cargada y por ahí hubo un bachecito extraño de capítulos donde ya no había nada que esperar de nadie.
Pero ante "Dos chicos de cuidado en la ciudad", "Clase 406" y las demás telenovelas que están al aire, la canción de "Amor real" parece el tema de "Colorina", la caracterización del señor Laguardia, como de "El padrino", y el bache de capítulos equivale al vértigo dramático de "Matrix".
"Amor real" está poniendo en evidencia las carencias de una de las industrias más emblemáticas de nuestro país, lo cual debe estar generando unas envidias bárbaras.
Y es que este melodrama seriado tuvo, desde las visitas de Emilio Azcárraga Jean y su mamá hasta una de las más sonadas campañas de responsabilidad social del 2003 pasando por programas especiales y promociones en revistas, radio y televisión.
Nada fue de a gratis. Carla Estrada y su gente no pararon de moverse y ahí están los resultados, una telenovela cien por ciento mexicana, familiar, entretenida, intensa, esperanzadora; una gran telenovela.
¡Gracias, Carla Estrada! ¡Gracias! De veras. Lo necesitábamos. Y usted no se pierda el final mañana. Se antoja muchísimo.