Capitulo 44. ¡CAPITULAZO! Matilde estuvo
FABULOSA
Por: Maria
Elena Venant
CASERON FUENTES GUERRA. Augusta siempre tan considerada va a ver
a Matilde para exigirle que le escriba a Manuel. Prudencia se lo
impide y le pide que no moleste a su sobrina que está recién
parida. Augusta le cuenta lo del dinero y le pide que no se lo
diga a Mati
“El hombre piensa en ella y ya dio su primer paso
“¡Convéncela Prudencia te lo ruego!
Pru quiere que se quiten el luto porque es de mal agüero ahora
que ha nacido el niño
SAN Cayetano. Manuel lee molesto el telegrama de Humberto y le
dice a su querida que el hijo de su mujer ya nació
“¿Fue niño? ¿Vas a ir?”
Manuel dice que no, pero Damiana no le cree
“Ahora dijo que no y mañana cambia de parecer”
Convence a su Urraquita que es urgente que vayan a Trinidad
CASA SOLIS Margarita la criada regresa y le dice a sus patrones
que Mati ya dio a luz. También les dice que la Sra. Fuentes
Guerra vive ahora en casa de su esposo. La criada se retira y la
Sra. Solís expresa su deseo de visitar a la parturienta y
llevarle un regalito. A su esposo no le parece
“Preferiría que no lo hicieras”
“Por qué?
“Matilde y yo fuimos novios”
“¿Ella es la mujer de la que me hablaste? Entonces tu llegada a
San Cayetano no fue de casualidad”
“Fui con la intención de llevármela”
“¿Y su esposo lo sabe?”
“No creo”
Catita llora
“Ya pasó Catalina” la consuela Adolfo “Matilde ama a su marido y
yo te quiero a ti”
SAN CAYETANO. Llega el Padrecito y se encuentra que las Urracas
han volado
¿A que fue Antonia a Ciudad Trinidad?
“De compras” le dice Silvano
“En vez de mandar a tu querida, debías ir a conocer a tu hijo”
amonesta a su ahijado el curita
“No quiero ir” gruñe Manuel
“Te mueres de las ganas de ir” le grita su padrino “pero eres
tan soberbio como Luzbel”
CASERON FUENTES GUERRA. Pru intenta convencer a su sobrina que
le escriba a Manuel, pero para Matilde la ausencia y silencio de
su esposo son pruebas fehacientes de que no le interesa. Ahora
ella sólo piensa en su hijo.
Afuera Rosario, muy elegante viene llegando de su trabajo y
horrorizada ve a las Urracas descender de un carruaje. Rosario
decide entrar por una puerta trasera para alertar a su nuera
Matilde y su tía hacen cuentas
“Con lo que ganamos no nos alcanza para alquilar una casa” dice
Pru
“Está bien” dice Matilde “Nos quedaremos hasta que tengamos
dinero”
“¿Por qué no nos volvemos con tu mamá?” Prudencia le recuerda
que Augusta la visita diariamente y le ha tomado cariño al niño
“¿Para que empieza con la misma cantaleta?” dice Mati y hace
una imitación muy cómica de su mamá exigiéndole que le escriba a
Manuel.
“¿Y si Manuel se aparece por aquí?”
Mati señala orgullosa a su hijo
“¡Que vea de lo que se perdió!”
Llega su suegra sofocada a avisar que llegó Antonia
“¿Con Manuel?”
“No, con Doña Damiana”
Matilde se levanta como un gallo de pelea. Deja al niño a un
lado y sale bufando
“¡No corras que se te va la leche!” le grita su tía
Antonia, muy en plan de patrona, esta dando órdenes en el salón.
“¿El patrón no va a venir a conocer a su hijito?” pregunta el
viejo Tomás
“No haga preguntas buen hombre” le dice Damiana
Toñita ordena que suban su equipaje a la alcoba de Manuel
Aparece Matilde echando chispas por los ojos
“¡Tu no te vas a quedar ahí!” le grita
“¿Qué hace aquí?” pregunta la querida de Manuel
“Es la casa de mi marido” Le ordena a Tomás que lleve el
equipaje de las Urracas al cuarto del fondo y si no les gusta
que se vayan a un hotel
Antonia intenta componer las cosas pide hablar en privado con
Matilde
“Quizás UD. No sepa que han cambiado las cosas”
Tomás y Damiana salen. Matilde le ordena al criado que deje las
maletas en el patio.
“Te escucho” le dice a su rival
“Manuel me mandó. Yo soy su mujer ahora”
“¡Su querida!” la corrige Mati
“UD. Lo traicionó. Es justo olvidarla”
“¿Lo logró?” pregunta burlona Mati, pero Toñita le da una
estocada al contarle que hace más de una semana que Manuel, por
medio de un telegrama de Humberto, sabe que el niño nació
“sigo siendo su esposa” dice Matilde
“No le va a agradar a Manuel que usted esté en su casa”
“¡Díselo! Y pensándolo bien, quiero que te vayas a un hotel”
“No puede correrme” gime Toñita
“Agarra tus cosas y te vas” dice la Sra. Fuentes Guerra
chasqueándole los dedos “¡Lárgate! ¡Lárgate!” Se retira,.
Antonia furiosa avienta un cojín imitándola “¡Lárgate!
¡Lárgate!”
Mati llega muy agitada donde su tía y su suegra
“¡La odio! ¡La aborrezco! Quisiera estrangularla”
Le pregunta a su tía si sabía lo del telegrama de Humberto.
Avergonzada Prudencia dice que si
“¡Ya lo sabe y me ha mandado su amante!”
Comenta que su marido ya rehizo su vida junto a una nueva mujer
“Mejor nos vamos. Manuel nos va a correr” dice su temerosa tía
“No me voy a ir como una delincuente. No he hecho nada malo”
dice Mati enojada “Aquí me voy a quedar. Que venga”
Afuera las Urracas están emplumadas
“Nos vamos a un hotel?” pregunta Damiana
“Voy a mandarle un telegrama a Manuel” dice la humillada
urraquita
“Eso es peligroso” opina su nana “Si se ven..”
“No la quiere” patalea su reinita
“¿Y si le cuenta que la echaste y lo de la carta que mandó a la
hacienda? No le digas nada. Dinero no te falta Vámonos a un
hotel
(Estas escenas estuvieron impagables)
SAN CAYETANO Silvano consuela a un Manuel deprimido n su
despacho
“Desde que se fue tu mujer andas como perro apaleado. La Antonia
es sabrosa, pero no es bastante. Busca a la que si sirve”
“La que sirve me engañó”
“Quizás las cosas no fueron tan feas como piensas” Le dice que
la Niña Matilde no tiene tipo de mujerzuela
“Tiene cara de ángel” dice Manuel con voz quebrada “Y cuando
llora te rompe el corazón. Por eso no quiero verla. No por
soberbia como dice mi padrino, sino por cobardía. Tengo miedo de
ponerme de rodillas y suplicarle que vuelva”
“¿Qué es mejor para ti? ¿Padecer sin ella o tenerla?”
Manuel no le responde.
MANSION PEÑALVER. Prudencia entera a su hermana de que Manuel
tiene una querida
“Temo que Manuel venga a echarnos a patadas” le pide a su
hermana que le pase el dinero que envió Manuel. Augusta por
supuesto se niega. Pru se enoja
“No es tuyo”
Habilidosa su hermana da vuelta las cosas
“Lo que les faltó a Matilde y a Manuel fue un encuentro”
“¡Pero él tiene una amante!”
“Pero sigue pensando en ella. Si se ven, si conoce al niño..”
CASERON FUENTES GUERRA. Matilde y su suegra quien le confiesa
algo
“Si mi hijo no se ablanda al ver a la criatura, le voy a decir
unas cuantas verdades”
“¿Le va a decir que es su madre?”
“Si. Ahora que sé leer y escribir, ya no tengo vergüenza”
Matilde recuerda que su suegra una vez le contó que la madre de
Manuel había andado en malos pasos “¿Fue un invento?”
Rosario la mira pesarosa
“El hambre y la desesperación son malos consejeros. No quiero
que usted caiga en lo mismo que yo”
Después de estas enigmáticas palabras, Rosario se retira.
CASA SOLIS. Adolfo encuentra a una Catita compungida
escribiéndole a su hermana María Fernanda
“Las cosas no salieron como tu esperabas” le dice afligido
“Estás sola, sin amigas y te afectó lo de Matilde”
“Hubiera preferido no saberlo. ¡Es tan bonita!”
“Tú también eres muy hermosa”
“¿La sigues queriendo?”
“Es el pasado”
“No quiero una mentira piadosa. No te lo reprocho. Te agradezco
que me hayas hecho feliz”
“Lo que siento por ti es diferente, pero igual de grande” Le
entrega un obsequio a Catalina. Una paloma de porcelana. Se
abrazan
SAN CAYETANO. Es de noche. Manuel se pasea por el patio aparecen
unos soldados. Le dicen que están siguiendo a una gavilla de
bandoleros y que saben que se han ocultado en la hacienda
“Aquí no ha venido nadie” dice Manuel de mal modo “Y si ha
venido alguien los encontraremos nosotros. Les pido que se
retiren” Los soldados se marchan. Manuel llama a Silvano
“Busquen y si los encuentran me avisan”
Se va a la biblioteca donde se pone a pensar en la posibilidad
de que el hijo de Mati sea de él. Interrumpe sus pensamientos
Silvano
“Ya los encontramos. Cuatro pelados y dos están heridos”
Manuel corre al granero. Efectivamente hay heridos, en medio
greñudo y sucio está Amadeo Corona (Rafael Rojas) Manuel pide
agua para atender a los heridos
“¿Vas a curarlos?” Pregunta Silvano sorprendido “El ejercito se
los va a echar”
Manuel se presenta con ellos como Manuel Fuentes Guerra y les
pregunta si son del ejército insurrecto de Juan Álvarez.
Manuel invita a cenar a Amadeo y su amigo . Ambos se sorprenden
al oír que Manuel se refiere a Juan Álvarez como “Presidente” y
que aun siendo ganadero no comulgue con las ideas de su clase
“No siempre fui rico” explica el médico “Y creo en la
legitimidad del gobierno de Juan Álvarez”
Le preguntan qué ha hecho por la patria. Turbado Manuel dice que
nada. Pero si necesitan dinero o ganado. Le explican que
necesitan alimentar a su gente. Manuel se ofrece a darles
ganado y que se lo paguen después.
HOTEL DE TRINIDAD: Las Urracas preparan un siniestro plan. El
ahijado matará a Matilde en su propia casa
“Conocemos la casa, por donde e puede entrar. Solo esta el viejo
Tomás”
“No quiero que me vea su ahijado” pide Toñita
Pasan los días. Todos esperan la llegada de Manuel,
supuestamente alertado por Antonia. Rosario se viste
elegantemente diariamente por si llega su hijo. Matilde pierde
las esperanzas y su malévola madre hasta esta pensando mandarle
un telegrama a Manuel firmándolo con el nombre de Antonia (¡!)
El que si llega es el ahijado de la Bruja, un tal Chucho. Esta
le explica su plan
“Hay una señora que da lata. Lo que hagas no me importa, pero
que desaparezca”
“¿Para siempre? Pregunta el matón. Su madrina le responde
afirmativamente
“Déme el santo y seña de la señora y dígame cuánto me va a
pagar”
CASERON FUENTES GUERRA Esa noche, y siguiendo las instrucciones
de su madrina, Chucho escala una pared para entrar en casa de
Manuel. Justo en ese momento golpean el portón principal. El
Viejo Tomás va a abrir. ¡Son Manuel y Silvano!”
“Su hijito está grandote!” redice Tomás alborozado.
Manuel se sorprende ¿Dónde lo ha visto? Ahí mismo, dice Tomás
cuando Doña Matilde lo saca a tomar el sol
“¡Mi mujer está aquí? ¿Y Antonia?”
“La Señora la corrió” dice Tomás. El y Silvano se echan a reír.
Manuel no esta contento y no quiere que le avisen a Mati de su
llegada. Silvano tiene hambre y se va a la cocina a buscar que
comer. Comenta con Tomás sobre Antonia. El viejo criado le dice
que se fueron a un hotel y que está a la espera de la llegada
del ahijado de Doña Damiana. En ese momento Silvano siente
ruidos y sale al patio, revolver en mano
“Me pareció ver a alguien arriba.
Manuel entra en el cuarto de Matilde. Su esposa duerme abrazada
a su hijo. Manuel conmovido por la escena toma al niño y lo mira
sonriendo. Un mal recuerdo endurece sus facciones y deja a su
criatura en la cunita Se sienta a mirar como duerme su esposa
Afuera Chucho salta del tejado al patio. Silvano viene por
detrás y le pega con el revolver en la cabeza. Chucho cae al
suelo con la cabeza rota
“Se me pasó la mano” gime Silvano
A Tomas se le ocurre que este es el ahijado de Damiana
“¿Qué esta haciendo aquí? Pregunta Silvano
Matilde despierta sobresaltada. La presencia de Manuel y la
ausencia de su bebé la asustan
“¡Mi hijo”
“Buenas” le dice su marido “está en la cuna. ¿Por qué estás
aquí?”
“Mi madre me corrió ¿Te avisó Antonia?”
“No”
“Nota. A pesar de lo siniestro que se ve Manuel, y del susto de
verlo de nuevo, Matilde mantuvo su entereza sin perder la
compostura a través de toda esta plática, y muy rara vez varió
su tono suave y amable)
“Por qué viniste” le pregunta a Manuel
“No sé”
“¿Nos vas a correr?”
“Tampoco lo sé”
Manuel no aguanta más y se le arrima
“Convénceme” le suplica
“¿Cómo?”
“¡Como sea!”
Su esposa lo abraza
“Te quiero. Te extraño. Aquí está nuestro hijo Manuel. NUESTRO”
Se besan
“Intenté olvidarte” le dice él “No pude. Aquí me tienes otra
vez”
Mati que ya lo conoce le dice que no diga nada que pueda hacerlo
arrepentirse luego. Primero deben hablar. Le cuenta todo, desde
la llegada de Adolfo a San Cayetano. Se culpa cuando debe y
evita ponerse en lugar de víctima
“¿Por qué no te fuiste con él?
“Era ya tu mujer y se lo dije”
“¿Y no le importó? ¿Cuáles eran tus sentimientos?
“Todavía lo quería” contesta Mati sinceramente
Le cuenta como a partir de verle herido comenzó a ver a su
esposo de otra manera
“Por qué no me dijiste la verdad?”
“Tuve miedo de que se enfrentaran y que lo matarás o el te
matara a ti”
A Manuel le molesta que Matilde sienta que Adolfo fue una
víctima
Respóndeme” le ordena sujetándola de los brazos “¿Hubo algo
entre ustedes?”
Matilde titubea recordando los besos
“El niño es tuyo”
“¿Hubo algo?”
Matilde pierde la paciencia “Nada parecido a lo que hay entre
Antonia y tú?”
¡”Yo soy hombre!” ruge el Macho Fuentes Guerra (¿Qué pasó
Manuelito?)
Matilde lo mira enojada “Una vez me dijiste que no había
diferencias entre hombres y mujeres”
Manuel enojado se va.
Matilde toma al niño y llora de frustración
Manuel baja y comienza a beber. Aparece Silvano
“Tenemos un difunto” le anuncia casi llorando
“Cuándo”
“Hace un rato. Parece que es el ahijado de Doña Damiana”
“¿Por qué lo mataste?
“Porque andaba brincando por los techos”
Matilde alterada y con razón despierta a su tía y le dice que se
van ahora mismo. La pobre Prudencia no tiene ganas de salir
“Le va a dar el sereno al niño”
“Nos vamos de una vez”
“¿Te corrió?”
“No quiero quedarme”
“Pero no dijiste que no te ibas”
“Cambie de parecer”
“Ya pareces badajo de campana. Vas y vienes”
Pregunta si debe despertar a Rosario. Matilde no quiere, teme
que su suegra la convenza
En el hotel, Damiana y su reinita platican del atentado. Golpean
la puerta. Damiana se sorprende. Chucho prometió venir al día
siguiente. Abren la puerta y entra Manuel.
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