Capitulo 50. En donde descubrimos las razones
psicológicas que llevaron a Manuel a convertirse en un
alcornoque
Por Maria
Elena Venant
Nota pido disculpas por la demora en postear (y redactar) este
cap. Pero estuve enferma toda la semana y la ulcera hizo crisis
el viernes por la noche. Este cap estuvo marcado por periódicas
visitas al baño para vomitar. ¡El comportamiento de Manuel no
ayudó! Aunque no creo haberme perdido ninguna escena importante,
si me fue difícil transcribir los diálogos, así que voy a
parafrasear lo que dijeron.
CUARTEL. Hospital Esa noche Catalina se retira, dejando a Delfino
velando al herido. La Sra. Solís le dice a Margarita que Matilde
le da lástima.
En su celda, Manuel se lamenta
“¿Por qué me metí en este lío? Todo por una mujer que no vale la
pena. Mi padrino tiene razón, el dinero me hizo vanidoso.
Piensa en términos poco halagüeños en Matilde llamándola
“parásito como todos los de su clase” Manuelito esta lleno de
rencores sociales. En ese momento llegan a visitarlo dos
“parásitos” Humberto y Renato
(Nota Sabemos que Humberto tiene otros motivos para preocuparse
por su cuñado, pero Renato viene de buena gente. Además en la
cárcel y el hospital se conocen a los verdaderos amigos, pero
Manuel los recibe con la hostilidad de un oso)
¿Cómo entraron?
Renato le cuenta que usó las influencias de su cuñado y que
Ramón está dispuesto a ayudarlo. No hay acusación formal, no hay
pruebas y Solís no ha identificado a su atacante
“¿Por qué me detuvieron?
“Por los rumores y Domínguez Cañero estaba empecinado”
Le dicen que Ramón hablará con el herido
“No quiero deberle nada a Solís” dice Manuel altanero
Le recuerdan que no es momento para orgullos tontos
“No sé como serán Uds.” dice despectivo Manuel “Pero yo prefiero
morir en la cárcel antes que pedirle un favor al amante de mi
mujer.
Humberto se indigna y dice que su hermana no tiene amantes. Se
van dejando a Manuel en su mar de rencor e ingratitud
CASERON FUENTES GUERRA. Matilde llega a ver a su hambriento hijo
al que la abuela trató de consolar con un tesito. Matilde le
dice a su suegra que no pudo hablar con Adolfo y que a Manuel no
le importan ni su madre ni su hijo “Sólo su maldito orgullo”
MANSION PEÑALVER. Humberto les cuenta a su madre y tía la
situación. Dice que Manuel es más celoso que un moro y que sólo
espera que Solís no sea tan empecinado como su cuñado. Antes de
irse su hijo, Augusta aprovecha de acusar a su nuera “Tu mujer
se anduvo exhibiendo con tu hermana por todos lados”
HOSPITAL DEL CUARTEL. Adolfo recobre la conciencia con gran
alegría de Delfino
“Nos pegaste un buen susto
“¿Matilde estuvo aquí?”
“Si y tu mujercita también. Ya se fueron.¿Sabes quien te
disparó?
“No, no lo vi.”
“Yo te lo voy a decir. Fue el maldito de Silvano”
Dice que los amigos de Fuentes Guerra alegan que este no sabía
de la maniobra de su criado, pero el no les cree.
CASA DE JOSEFINA Llega Humberto y regaña a su Fea por andar de
callejera con Matilde
“No quiero que mi mujer esté envuelta en ese escándalo”Finita
dice que sólo quería ayudar
“Te lo agradezco, pero, prefiero que no te metas”
Su esposa dice que es un modo de acercarse a su familia política
para quienes ella es una extraña
“A veces una palabra, una buena intención ayudan”
Conmovido, Humberto le acaricia el rostro
“¿Josefina todavía me quieres?”
“Si te quiero mucho”
Poco a poco Greñaldo la va abrazando mientras que su cara va
adquiriendo expresión de sorpresa ante los sentimientos que
Finita la fea inspira en él.
CASA MARQUEZ Ramón les anuncia a su mujer y a su cuñado que
ayudará a Fuentes Guerra
“Voy a ver a Matilde” dice Pilar alborozada
“No es una amistad que te convenga” dice su marido “Su nombre
está en boca de todos”
“Son habladurías”
“Los Peñalver han caído en desgracia”
“No me importa” porfía su esposa
“Tienes prohibido visitar o recibir de Matilde. “ Pilar lo mira
enojada “He dado una orden y espero que se me obedezca”
Renato se mete. ¿Entonces su cuñado no va a intervenir a favor
de Manuel?
“No tiene nada que ver” dice el astuto Márquez que se va dejando
a una contrariada Pilar
“No es justo. Matilde y yo nos conocemos desde la cuna”
“Me intriga por qué quiere ayudar a Manuel” dice su hermano
CARCEL. Sixto viene a hablar con Manuel quien está preocupado por
Silvano
“Dile a Silvano que se vaya”
“Di la verdad”
“No me van a creer”
“Que Silvano se enfrente a lo que hizo”
“Me van a dar varios años. Silvano puede estar pendiente de mi
madre en ese tiempo. No voy a cambiar de parecer”
Sixto cambia el tema. Le dice que Manuel quiere verlo. Manuel se
niega a recibirla
CASERON FUENTES GUERRA. Matilde se queja de que van a tener que
contratar una nodriza porque se le esa yendo la leche (otra cosa
que agradecerle a Manuel) Rosario asume que es a causa de los
nervios que está pasando. Matilde dice
“Nunca debí haberme casado con Manuel. Solo le traje desgracias”
Su suegra le dice que piense en su hijo
CUARTEL Al día siguiente se reúnen en el patio del cuartel.
Ramón, Renato, Humberto, Sixto y el abogado de Manuel. Llega
Domínguez Cañero que muy rápido manda buscar una confesión que
ya ha redactado para que la firme el Capitán Solís. Ordena que
todos se queden afuera bajo la lluvia y se va al hospital. Solo
Ramón se atreve a seguirlo.
HOSPITAL. Llegan donde Adolfo que está con Catalina
“Catita” dice Prisco. Queremos hablar a solas con tu marido ¿Nos
permites?”
Catalina se retira. Ramón se presenta
“Venimos a hablar de Fuentes Guerra”
“¿Del fallido duelo?”
“No del intento de asesinato”
CARCEL. Sixto desciende a la cueva a ver a Manuel que está de
humor llorón
“Nadie puede entenderme. Yo la quería” (Ya parece tango.
Ladrillo está en la cárcel) “Me tragué el asco que sentia por su
madre y hermano. Hasta le perdoné que quisiera huir el día de
nuestra boda. Debí haberla matado”
Sixto le dice que deje de pensar en esas cosas. Que piense en su
madre y su hijo que necesitan de su ayuda
“¡Bonita ayuda le voy a dar desde la cárcel!” dice sarcástico
Manuel
HOSPITAL Se ha establecido una lucha entre el poder militar y el
legal por el alma de Adolfo. Ramón le confía al Capitán Solís
que Manuel es sospechoso de estar ayudando a los insurrectos.
Por lo tanto es urgente tenerlo en libertad para poder seguirlo
y atrapar a los revoltosos. Prisco le recuerda que el país no se
va desmoronar por que Manuel esté preso
“El deber de un soldado es la honestidad ¡Firme!” le ordena a
Solís
“¿Me permiten decir algo?” dice Adolfo “No vi a la persona que
me disparó”
“No importa” dice el General impaciente “Todos sabemos quien
fue”
Solís paciente le explica que vivió en San Cayetano “Conozco a
Fuentes Guerra. Independiente de nuestros problemas, es un
hombre cabal. Estoy seguro de que es incapaz de mandarme a
matar” Se niega a firmar arguyendo que su deber de militar le
impide cometer una injusticia
CUARTEL. Ramón va jubiloso a contarles a los que se quedaron
afuera la buena nueva. Valió la pena el remojón” dice Renato
contento
CARCEL. Manuel sigue quejumbroso
“Si me condenan no podré soportarlo ¿No será mejor morir?”
Llega un Sixto gozoso a anunciarle que lo pondrán en liberta,
porque Solís se negó a firmar Manuel en vez de alegrarse se pone
a buscarle la quinta pata al gato
“Seguro lo hizo por complacer a Márquez o a Matilde”
Exige hablar con su rival
“Quiero hablar con él. Saber por qué no me acusó”
CASERON FUENTES GUERRA. Matilde tiene una confesión que hacerle a
su suegra
“Antes del duelo, yo le pedí a Dios un milagro. Y le ofrecí
darle a mi hijo a Manuel si éste vivía”
“No puede hacer eso” se horroriza Rosario
“¡Me lo cumplió!” insiste su nuera
“Nunca jamás una madre debe entregar a su hijo, ni al padre”
Matilde se sorprende ante la vehemencia de su suegra
“Usted lo hizo”
“Por eso se lo digo. Yo sé lo que es ese dolor y esa vergüenza.
Hasta los animales son celosos de sus crías. Y yo durante años
me he sentido peor que un animal”
Mati intenta consolarla recordándole que lo hizo por el bien de
Manuel, pero Rosario no está muy segura
“Mi hijo es un hombre instruido, pero es duro y rencoroso ¿Sabe
por qué? Porque le faltó el cariño de una madre. No se atreva
entregarle a su hijo. Dios sabe y se dio cuenta que usted lo
dijo en un momento de desesperación. NO se va a enojar”
Matilde habla de su marido. No quiere vivir con él
“Sufrir por su desprecio. Lo quiero, extraño su plática, su
sonrisa, su confianza” Matilde no soporta la idea de vivir en
cuartos separados como dos extraños
“No soy de piedra. Tengo anhelos”
Ella misma se ruboriza de su confesión, pero su suegra la
consuela
“Nunca sienta vergüenza de contarme nada. Yo he vivido, he
conocido hombres, muchos”
Matilde la mira asustada “¿Entonces no era mentira? ¿Se dedicó a
la mala vida?”
“Trabaje en una casa para varones” dice su suegra con amargura
Le cuenta que al envejecer no pudo seguir ejerciendo ese trabajo
“¿Le doy asco?”
“No” dice su nuera “Solo que me impresiona que una mujer tan
dulce y buena haya sido prostituta”
“Hay muchas buenas y dulces en ese mundo” sonríe tristemente
Rosario “es la vida la que es mala”
Le cuenta que incluso tuvo un amor. Un cliente que la quiso a
pesar de su trabajo. Un buen hombre que la hizo sentir pasión y
amor pero que era casado y con hijos.
HOSPITAL. Delfino esta escandalizado ante la negativa de Adolfo
de no acusar a Fuentes Guerra. Catalina trata de explicarle que
su esposo obró de acuerdo a su conciencia. Delfino no lo cree
así. Llega Manuel
“Ahí viene el desgraciado” dice Delfino
Manuel y Delfino intercambian miradas de odio. El se acerca a
Catalina y la saluda, ella le responde amablemente. Pide que lo
dejen a solas con el herido Delfino se niega
“Yo me quedo. No quiera rematarte”
“Delfino, por favor” dice su amigo con firmeza. Delfino y
Catalina se retiran
“Por qué lo hiciste” pregunta Manuel irritado “¿Por Matilde?”
“¿Volvió?” pregunta Solís sorprendido “No la he visto”
“Entonces fue por el Lic. Márquez” porfía Manuel
“Resulta que no vi a quien me disparó y no creo que seas capaz”
dice Adolfo
“¿Por qué?” pregunta extrañado su ex patrón
“En algo llegué a conocerte”
Esa respuesta exaspera al médico. Por primera vez nos damos
cuenta que en Manuel existe un doble rencor contra Adolfo. Por
seducir a su esposa y por defraudar su amistad. Manuel no se
lleva bien con la gente. Aparte de Sixto, no le conocemos amigos
Brindarle su amistad a Adolfo fue un acto único y muy especial
Le pregunta si logró seducir a Mati
“Me gustaría decirte que si” dice Adolfo “Me gustaría verte
sufrir como yo sufrí”
Manuel reitera “¿Te acostaste con ella?”
“No, y no fue por falta de oportunidad, pero Matilde es decente”
“No es decente, la mujer que se deja manosear” exclama rabioso
Manuel
“Matilde y yo nos amamos limpiamente” dice Adolfo “Pero si me
hubiera dado la oportunidad, me la hubiera llevado sin
importarme que la hubiera “manoseado” otro”
Manuel como que se da cuenta que está recibiendo una lección y
saca como argumento sus derechos sobre ella
“Esos derechos no se consiguen con un papel” dice Adolfo sereno
“vienen del corazón. Estás lleno de rencor. Mejor te olvidas de
ella”
“Mi vida es desgraciada” se queja Manuel “Matilde y yo
hubiésemos sido felices si tu no te hubieses interpuesto”
“Lo mismo digo yo” dice Adolfo con aplomo “Exactamente lo mismo”
Manuel se va.
MANSION PEÑALVER. Todos alborozados con la noticia de que a
Manuel lo sueltan. Solo quedan los chismes. Prudencia les resta
importancia. Ya pronto van a bautizar al niño. Cuando se vea
juntos a los Fuentes Guerra cesaran las murmuraciones
“Mi Tía tiene razón” dice Humberto “Se cansarán de hablar de
ella”
“Pero la mancha queda” machaca Augusta “Soy la única a la que le
preocupa el buen nombre de esta familia” Dice que ella “hará
algo” “No me ayuden. Al final no los necesito”
CASERON FUENTES GUERRA. Matilde agradece la visita de su cuñada.
Josefina le cuenta que hay muchos rumores. Mati defiende a su
marido a capa y espada
“Manuel no fue me lo dijo y le creo” Le explica a su cuñada que
no todos los hombres son como Humberto. Que Manuel es diferente
a todos
“Que suerte tienes” dice la Fea
“Mi hermano ha cambiado” reflexiona Matilde “Ahora trabaja en la
hacienda. ¿No es bueno contigo?”
“¿Qué es ser bueno”? Pregunta melancólica Josefina
“Ser gentil, cortes”
“¿Qué mas?”
“Ser un buen marido”
“No, eso no lo es” Mati se queda con las ganas de saber, porque
en esas llega Manuel. Feliz, ella se le abalanza encima. El ni
responde a su abrazo. Pide agua para bañarse. Matilde corre a
prepararle su baño. A solas, Josefina se presenta. Manuel le
pide que lo disculpe, pero tiene que bañarse. A solas Josefina
queda pensativa y comenta que es muy guapo. ¡Ay Feita linda!¿ no
te estarás fijando en lo ajeno? Ya decía mi mamá que uno no debe
alabar a la pareja delante de las amigas, porque les abre el
apetito.
Manuel se baña, pero no hace nada más. Se comenta que Silvano ha
desaparecido. Esa noche solo hay dos puestos en la mesa. Mati
sorprendida descubre que su marido cenará en su recamara
“No quiere verme” dice afligida”No ha venido a ver a mi hijo”
Desperada grita “Mañana me voy lejos. Donde no me encuentre.
Estoy harta de él y de sus desprecios”
Rosario, preocupada, va a ver a su hijo
“¿Por qué no quisiste ver a tu hijo? y a tu mujer ni la has
saludad. Se angustió mucho”
“Por el remordimiento” dice Manuel venenoso
“Eres tan rencoroso” se lamenta su madre “Y es por mi culpa”
“¿Qué tienes que ver tu?”
“Te faltó una mujer que te ayudara a perdonar”
“Tengo miedo de no poder olvidar” confiesa Manuel “de vivir
desconfiando de ella”
“Todos nos equivocamos y ella se arrepintió” le recuerda Rosario
“Te necesita. Se puede cansar. ¿Si desaparece de tu vida y no la
vuelves a ver? ¿Qué harás?
Manuel rapidito cae en sospechas y pone cara de ogro
“¿Te dijo algo? ¿Es lo que quiere hacer?”
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