Capitulo 81.
Por: Maria
Elena Venant
Manuel desciende del caballo. Matilde entre feliz y asustada lo
mira. El pasa por su lado ignorándola olímpicamente. Ella lo
llama, el ni voltea a mirarla. Se ocupa de Amadeo que está muy
mal herido. Decide que irán a un convento cercano donde podrán
curarlo
“¿Y tu mujer?” pregunta Silvano
“¡Me la llevo!” dice Manuel enojado.
Matilde se acerca a Silvano
“Yo no sabía..”
El la interrumpe con brusquedad “Las explicaciones déselas a él”
Mati pregunta por Rosario. Silvano le dice que está bien.
MANSION PEÑALVER Renato se encarga de despedir a los últimos
invitados. Greñaldo derrumbado al pie de la escalinata es la
imagen de la desolación y del estupor. Hasta el cabello se ha
soltado. Renato va a buscarlo y lo escolta hasta la ponchera. En
el camino, Humberto se tropieza con la araña derribada y la
patea. Ambos discuten la posibilidad de que Manuel se haya unido
a los rebeldes.
“¿Por qué no?” opina Renato “Yo en su lugar habría hecho lo
mismo”
“Debió haberle escrito a mi hermana” dice Humberto disgustado.
Bajan Josefina y Jana. Su esposo le pregunta como esta Augusta.
Finita le dice que su madre sabía que Manuel no murió.
“¿Queeeé? ¿Estaba enterada?”
“Tu tía también”
“Cómo han permitido esta faramalla del compromiso” Humberto no
da crédito “¿Y Matilde? ¿Lo sabía?”
“Creo que no”
CASA MARQUEZ Benítez llega corriendo donde El Lic. Márquez a
contarle que hubo escándalo en la fiesta de los Peñalver. Que
raptaron al Gobernador y a Matilde y que se cree que los
raptores eran Amadeo Corona y Manuel.
“Lo dijo el mismo Coronel Solís que ha salido tras de ellos”
CALLE DE TRINIDAD En el camino a su casa, Jana le cuenta a su
amante los pormenores de la patraña de Augusta. Comenta que lo
que hizo la Viuda Peñalver fue “una verdadera porquería” puesto
que Manuel es el marido de Matilde
“No es su marido” la corrige Renato
“Es su hombre” insiste Papillon “el padre de su hijo”
CONVENTO Llegan los rebeldes. Manuel toca la campanilla. Se
acerca a su esposa y por primera ve le dirige la palabra
“Si abres la boca para desmentirme, te mato”
Abre una religiosa. Manuel le dice que eran soldados camino a
Ciudad Trinidad. Que los emboscaron los rebeldes e hirieron a su
capitán. Presenta a Matilde como la hermana del Capitán. Les dan
alojo
CIUDAD TRINIDAD El Gobernador se reúne con Márquez y Solís. A
Ramón le parece que tratándose de traidores a la patria, el
asunto le compete a la Policía Secreta y no al Ejército. Adolfo
indignado le recuerda que los rebeldes son parte de un ejercito
por lo tanto son asunto de él “¡Además se robaron a mi
prometida!”
El Gobernador concuerda con él “No me va a convencer “le dice al
gordo “Coronel, hágase cargo” Ramón sigue a Adolfo para hacerle
una advertencia mefistofélica
“Permítame un consejo. Cuando los encuentre, olvídese de los
códigos militares. ¡ mátelos de inmediato! Muerto el perro, se
acabó la rabia”
CONVENTO En el dispensario, Manuel extrae la bala del cuerpo de
su amigo, pero Amadeo esta mal. Manuel le dice a Silvano que no
sabe si se salvará
“Tu mujer no hace más que preguntar por ti. Dice que te creyó
muerto”
Manuel va en busca de Matilde en la celda que la Reverenda Madre
(Mati Huitrón) le ha proporcionado
Apenas lo ve, Matilde corre hacia él “Te juro que te creí
muerto”
“¿Por qué con él?” brama el médico ¿Por qué precisamente con él?
“Fue el único que me lo propuso. Me abandonaste, sola, sin
dinero. Por tres años he vivido encerrada en casa de mi madre”
Manuel le critica que aceptara la propuesta de Solís
“Lo hice por mi hijo, por darle un apellido”
Matilde se le acerca le dice que sufrió mucho con su muerte.
Manuel le dice que le escribió
“¿De veras?” Mati lo mira sorprendida “¿Cuándo?”
Manuel le cuenta que le escribió apenas ocurrido el accidente, y
luego siguió escribiéndole, todos los meses
“Nadie me dijo nada”
Suponiendo que así fuera, Manuel no le perdona que haya escogido
terminar su viudez con un hombre que él odiaba
“No creas que no lo pensé” dice su mujer. A Manuel lo horroriza
pensar que si no hubiese llegado el, su esposa se hubiese casado
con Solís. Hace ademán de retirarse, pero Matilde lo sujeta
“No te vayas. Te he extrañado tanto. He soñado contigo” Lo
abraza por la espalda
“Como quisiera creerte”
“Creeme”
El se voltea “Es un milagro verte” lo acaricia “Tocarte”
Se besan. Se cuentan cuanta falta se han hecho mudamente. Manuel
alza en brazos a su mujer y la lleva a la cama
“Me moría por tenerte en mis brazos. Quiero hacerte el amor”
Se quita el revolver y la espada (simbolismo de su
vulnerabilidad ante Matilde)
Se agacha y la abraza. Se tienden en la cama y se besan.. Y a
Mati se le ocurre preguntarle si la ha perdonado. Manuel salta
como si le hubieran puesto un petardo en el trasero
“Sigo siendo el mismo imbécil de siempre. Gracias por
recordármelo”
Justo golpea Silvano para avisarle que Amadeo se puso mal. Corre
a verlo, delira. Manuel le dice a Silvano que vaya por Teresita,
la hija de Corona
(Nuera, estas escenas incluyendo la anterior se parecen mucho a
unas de Hermanos Coraje. Tanto que hemos hablado como nos
gustaría ver a Fer en esa novela y aquí ya le ha hecho al Juan
Coraje”
Márquez le dice a Benítez que todo se complica. Vivo Manuel
puede convencer a un juez que investigue la falsedad del
testamento. Benítez pregunta donde está el verdadero
“No sé” Se les ocurre sobornar a alguno de los soldados que
acompañarán a Solís para que maten a Manuel. Ramón e dice a
Benítez que están “embarrados” y que mejor que el Gobernador no
se entere nunca
En su cuartel, Adolfo prepara su plan de acción
“Nadie debe disparar si yo no doy la orden. Tienen de rehén a
Doña Matilde y no quiero que le pase nada” Se van los soldados y
Adolfo queda solo con su ordenanza
“A lo mejor ya no quiere volver contigo” dice Delfino Le
recuerda que Manuel es su marido
“¡No es su marido!” grita Solís
“Es su hombre. Ella lo quiere”
Fito conmueve con excusas que ni el cree. A Matilde solo la une
a Manuel e sentido del deber, ya que es el padre de su hijo “No
me voy a hacer a un lado” grita “Si la perdió lo siento mucho.
Debió ser mía desde el principio y así será”
Humberto llega a ver a Adolfo y Delfino los deja solos
“Dime la verdad” pregunta Adolfo ¿Alguien sabía que estaba
vivo?”
“Mi mamá” dice Greñaldo incomodo
“¿Matilde también?”
“No lo sé, no lo creo”
El Coronel Solís anuncia que pondrá vigilancia alrededor de la
Mansión Peñalvert en caso que Manuel intente llevarse al niño
MANSION PEÑALVERT Humberto le avisa a su tía los temores e
Adolfo y sube a ver a su madre que sigue en cama lloriqueándose
y culpándose
CALLE Jana se encuentra con Antonia en la calle y le dice que el
marido de Matilde está vivo. La Urraquita de la sorpresa deja
caer el paquete que llevaba en las manos
“¿Manuel? ¿Cómo? ¿Quién te lo dijo?
CASERON FG Toñita entra galopando como un caballito contento
“¡Tomás, Manuel está vivo! Está vivo!” Corre por el patio
gritando feliz, se le atraviesa Marie, pero Antonia no le hace
caso
“¿Quién te dijo eso? ¡Loca!” Marie palidece de susto
CASA PIQUET Llega Ramón a ofrecerle un trato a su cuñado. Una
buena suma por el testamento. Renato juega con su cuñado
“¿Quién pagará más? ¿Tu o Manuel?”
Ramón monta en cólera “Quiero ese maldito testamento” llega Jana
que escucha sin entrar “Exijo que me lo devuelvas y no se te
ocurra entregarme una falsificación”
“¡Que buena idea!” se burla su cuñado. Entra Jana. Ramón se
retira. Papillon interroga a su amante que niega acaloradamente
tener en su poder el testamento
CONVENTO Matilde fiel a su naturaleza contemplativa esta en la
fuente del patio jugando con el agua. ¡Es tan Zen esta chica!
Manuel y Silvano a observan
“Si no la quieres ¿para qué te la llevas?”
“Porque es m mujer” (otro dialogo calcado de Hermanos Coraje)
“Perdónala entonces”
“No quiero. Se iba a casar con él. Iba a dejar que mi hijo le
dijera “papá”
Manuel llega al patio. Delante de Matilde le dice a una monja
que se sorprende al ver a un médico como simple soldado, que los
grados no importan. La monja se aleja. Matilde mira a su esposo
“Has aprendo a mentir muy bien” (¡Quien habla!”
“Tuve una buena maestra” (¡Toma!)
“Quiero volver” dice Matilde Extraña a su hijo Acusa a Manuel de
haber cambiado
“Mi vida no ha sido fácil” dice Manuel amargado Comienza a
acusarla de cosas viejas. Duda de su cariño. Le recuerda que se
casó con el por un apellido y una fortuna, al perderlos dejo de
quererlos. Matilde intenta convencerlo de lo contrario y Manuel
la insulta
“Te gustaba estar en mi cama”
Por una vez Matilde es valiente “También me gustaba eso”
confiesa con franqueza
Manuel lo acusa de haberle quitado la voluntad. Una monja los
observa discutir.
CASERON FG El Licenciado Márquez desviste a Mademoiselle de La
Roquette que esta muy preocupada por la resurrección del “Pgimo
Manuel”
“No voy a permitir que te hagan daño” dice el Pastelito mientras
le afloja el corset. Le cuenta que matarán a Manuel antes que
puedan hablar
POLICIA SECRETA Benítez tiene problemas. Garza, el empleado que
matara al Padre Urbano, volvió a tomarse un permiso. Le dicen
que hace tres años que se ausenta mensualmente
ALGUN LUGAR PERDIDO de una choza emerge un hombre de cabello
largo vestido con una sotana raída y arrastrando cadenas. Es
Urbano. Se pone a alimentar las gallinas. Llega Garza. Urbano se
contenta de verlo. Garza le ha traído provisiones
“Hijo, ¿Hasta cuando me vas a tener aquí?”
“No puedo dejarlo ir”
“Ya sé, tu vida corre peligro” pero le recuerda que su alma
también está en peligro
CONVENTO Llega un piquete de soldados a golpear la puerta del
convento y a preguntar si han visto rebeldes. Manuel le suplica
a la Reverenda Madre que no les diga que están ahí Mati también
suplica “En el nombre de Dios, ¡Hágale caso a Manuel!”
“No los entiendo Muchachos” dice la monja. Va a abrir acompañada
de la monja fisgona que le dice que esos hombres no son soldados
y que hay algo entre Matilde y el médico. La Madre Superiora
recibe a los solados y le dice que no ha visto a ningún rebelde.
Luego se entrevista con Manuel quien le confiesa que son
rebeldes y Matilde es su esposa. Aunque la Madre Superiora no
comulga con la violencia de ningún bando, por piedad hacia el
herido les permite quedarse. Manuel le avisa que se tomo la
libertad demandar traer a la hija del herido
“¡Vaya que es atrevido!” dice la Superiora. Dispone y luego pide
permiso
Llegan Teresita y Rosario. Matilde baja corriendo a abrazar a su
suegra. “¡Niña, Niña!” grita Rosario feliz A solas Rosario le
cuenta a su nuera sus peripecias. Matilde la interroga sobre la
carta que su madre le escribió a Manuel. Rosario le cuenta que
Manuel no ha dejado de pensar en ella un solo día
“Ud es la luz de sus ojos”
“Ya no” llora Mati
Adolfo y sus soldados no tienen suerte. Los habitantes de los
caseríos no les dan información sobre los alzados
“Nos odian” se lamenta el Coronel Solís
“Por algo será” dice Delfino
CIUDAD TRINIDAD Antonia y Jana se encuentran en un café. A
Papillon le preocupa que su amiga se ilusione nuevamente con
Manuel. Pero a Toñita le preocupan otras cosas. Vivo Manuel, mas
fácil será exponer el fraude del testamento. Se hace más urgente
acumular pruebas en contra de los tramposos. Por lo pronto ya le
ha escrito a Sixto para que sepa que su amigo vive
CASERON FG Marie ataca a su primo embotado por el alcohol.
Manuel esta vivo, La verdadera Marie esta en camino.
“¿No te impogta?” Le pregunta por el verdadero testamento.
Después de mucho pellizco y empujón, Yves recuerda que lo tiene
en su cuarto. Van. Damiana oye la discusión y los sigue para
espiarlos. Yves botado en un sillón apenas se da cuenta de los
gritos de su prima que desesperada busca el cofre y luego la
llave. Lo abre y encuentra solo unos periódicos viejos
“¡Lo pegdiste! ¡Te lo gobagón!” lo golpea con los periódicos. La
Urraca vuela donde su reinita que escribe en el despacho
“Antonia, no sabes lo que acabo de enterarme Si existía otro
testamento. Lo tenía el Sr. Yves” Le cuenta que ya no está el
testamento
“Siempre lo supe” dice triunfante la Urraquita. Le pregunta a su
nana porque andaba espiando a los amos
“Con que le que me dijiste de Don Manuel, ya no se sabe a que
lado cargarte.
El Coronel Solís y sus hombres buscan a los rebeldes. Delfino
dice que quizás se hayan ido al Norte y cruzado la frontera
“Esa mujer te ha desgraciado la vida” Adolfo defiende a Mati,
todo es culpa de Manuel
“Es su marido”
“No lo vuelvas a decir. A ella la rescato y a él, lo mato. O me
mata él. En este mundo no hay cabida para los dos
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