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Muchos años atrás, Zeus, Rey de los Dioses, tomó forma humana y enamoró a una bella joven llamada Almena-a espaldas de su esposa Hera. El resultado de este desliz fue un pequeño bebé, mitad mortal y mitad Dios, que poseía una fuerza más grande que la de cualquier otro hombre, su nombre era: Hercules.

A Hercules se le hizo difícil crecer sin un padre, pero la furia de Hera impidió que Zeus pasara mucho tiempo con su hijo a pesar de que a Zeus le hubiera gustado, esa es la explicación que siempre da el Dios. La mayoría de su juventud, Hercules albergó un cierto enojo ante su desaparecido padre, creyendo con justa razón que el Rey de los Dioses lo había abandonado luego de haberse "divertido" con su madre.

Bajo la tutela de Cheiron, el gran Guerrero Centauro, Herc y su amigo Iolaus aprendieron el arte de la guerra y el camino del verdadero guerrero: a pelear no con ira, sino que con un sentido de la justicia y compasión. Bueno, de vez en cuando los héroes se metían en líos, pero esa historia es para otra oportunidad.

Años más tarde, cuando Hercules comenzó a viajar por el mundo conociendo lugares y realizando buenas obras, conoció y se enamoró de Deianeira. Juntos ayudaron a liberar a Prometeo de su cueva de hielo regresando la Antorcha Eterna, la cual Hera había robado del Monte Etión en un intento por destruir la humanidad.

Hercules se estableció con Deianeira viviendo como un pastor, y juntos produjeron tres niños: Aeson, Klonus, y Ilea. Durante esa época, Hercules y Iolaus vivieron un sinnúmero de aventuras, sin embargo, el hijo de Zeus se había dado cuenta de que amaba a su familia más que la emoción de sus aventuras.

Hera, aún con rencor en contra de  Hercules por las acciones de su padre, decidió golpear al héroe una vez más. Dándose cuenta de que sus intentos por herir a Hercules habían sido infructuosos, dirigió un nuevo ataque a lo que Hercules amaba más en la vida: su familia. La malvada Reina de los Dioses arrojó bolas de fuego del cielo que exterminaron a Deianeira, Aeson, Klonus, y Ilea en un abrir y cerrar de ojos.

Hercules, lleno de ira, gritó a los cielos que haría pagar a Hera por sus acciones por el resto de su vida. La pérdida devastó por completo a Hercules, y reprimió sus pensamientos y emociones, prefiriendo sufrir solo. Ni siquiera Iolaus, su amigo más cercano, pudo ayudarlo a salir de su pena..

Luego de quemar su hogar, Hercules se dirigió a destruir los siete templos de Hera. En medio de eso, se rehusaba a ayudar a aquellos que pedían su ayuda, pero eventualmente, se dió cuenta de su error y se unió en la batalla para combatir a la Demonio de Ister.

Hercules continuó viajando alrededor del mundo, la mayoría de las veces con Iolaus a su lado. Otras veces, se encontró con la compañía no tan agradable de Salmoneus, Autolycus (el Rey de los Ladrones), y varios otros mortales. En un punto de sus aventuras, ayudó a Xena a darse cuenta de un bien mayor y a resucitar para convertirse en una fuerza en contra del mal.

Luego de que su madre murió, Hercules se vió elevado a la categoría de Dios por su padre. En realidad, Zeus buscaba un aliado para que lo ayudara en contra de Hera, quien quería usurparle el trono. Al final, Hercules vió como Hera era llevada a las profundidades del Tártaro, víctima de su propias maquinaciones. Hercules decide renunciar a su deidad, optando por regresar a su lugar entre los mortales, donde sintió que podía hacer más bien.

Hercules le pidió a  Zeus eliminara el decreto que el Rey de los Dioses había impuesto muchos años atrás que protegía a Hercules de las otras deidades. Ahora de vuelta en la tierra, Herc se encuentra más vulnerable que nunca a las maquinaciones del resto de los Dioses. Su verdader aventura está recién comenzando….




Hércules en Xena, Princesa Guerrera

El personaje de Hercules ha aparecido en la serie en dos oportunidades, en el episodio Prometheus y en God Fearing Child.


Prometheus (C.8, T.1 Prometeo)

En esa oportunidad Hercules debió unirse a Xena para combatir a Hera quien había capturado a Prometeo y con ello los dones del fuego y la sanación estaban en peligro. Hercules era el más adecuado para ayudar a Xena debido a que poseía unas muñequeras forjadas por el metal de Efestos que permitiría que Hercules cortara las cadenas que aprisionaban a Prometeo sin perder la vida en el intento. Xena no estaba muy convencida al respecto y en realidad quería ser ella la que diera el golpe final en caso de que algo saliera mal.

Hercules y Xena en Prometeo


God fearing child (C.8, T.5)

Durante el trabajo de parto de Xena, Hercules debe enfrentarse a su propio padre por defender la criatura que está a punto de nacer de las manos de todo el Olimpo.

El reencuentro de Xena y Hercules

 



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