Oda a la pacificación
No sé hasta dónde
irán los pacificadores con su ruido metálico de paz,
pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan
pólizas contra la pacificación. Y hay quienes
reclaman la pena del garrote para los que no quieren ser pacificados.
Cuando los pacificadores apuntan, por supuesto tiran a pacificar, y a
veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro. Es claro que siempre
hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda,
o algún estúpido que resiste la pacificación a fuego
lento. En realidad, somos un país tan peculiar que quien pacifique
a los pacificadores un buen pacificador será.
Mario Benedetti
Colocado aquí en recuerdo de los gudaris Gaizak Gaztelumendi y Jose Migel Bustinza, asesinados por la policía española en la calle La Amistad de Bilbo
en septiembre de 1997.