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al menú de historias.¿MI HIJO O LA GENTE?
Un dia muy temprano un niño se levanto para ir al trabajo con su padre. El señor se llevo a su hijo con el. El señor trabajaba en los controles del puente, levantaba el puente para que el tren pasaran por debajo, y lo bajaba para que los carros pasaran de un lado a otro. Antes de que empesara a trabajar le dijo a su hijo que no se apartara de el, porque debido a que eran grandes máquinas las que movían el puente era muy peligroso. En cuestión de minutos resivió la primer llamada que era para levantar el
puente, para que pudiera pasar un tren pequeño. Despues de que pasó resibe la otra llamada para que bajara el puente, acciona las palancas preciona unos cuantos botones, ¡ y listo! el puente bajaba de nuevo.
Asi estubo por todo el dia presionando y accionando palancas. Despues resibió otra llamada que era para levantar el puente otra vez para que pasara un tren de pasajeros, cuando voltió a ver a su derecha el niño no estaba ahi. Trato de buscarlo antes de accionar las palancas y botones. Cuando de pronto lo vio jugando entre los engranes gigantescos que movian al puente. Si accionaba la palanca ese niño seria aplastado, pero si no accionaba las palancas y botones muchisima gente en el tren se estrellarian
y probocaria la muerte de muchos. Por mas que el le gritaba a su hijo el no escuchaba, el seguía jugando tranquilamente, tenia que hacer la desición de una vez por todas. El se preguntó muchisimas veses: ¿MI HIJO O LA GENTE?
Despues de pensarlo varias veses decidió. Comenso a accionar las palancas y presionó esos botones.
Vió como los gigantescos engranes comensaron a moverse, y como aplastaban a su unico hijo, escuchaba los horrendos gritos que su hijo daba. Despues el tren paso, el miraba a la gente con lagrimas en sus ojos, algunos iban felices, otros iban durmiendo, incluso algunos niños le saludaban, pero ninguno de los que iban en ese tren supo el gran sacrificio que hizo ese hombre por ellos. Asi mismo sufrió Dios cuando vio a su unico hijo morir por nosotros, y muchas veces aunque sabemos ese gran sacrificio que Jesús hizo por nosotros no lo tomamos encuenta.