El moquillo o distemper canino también denominado enfermedad de Carré, se conoce como una enfermedad importante y generalmente mortal no sólo para la especie canina sino para varias especies de carnívoros domésticos desde hace aproximadamente doscientos años. El virus del moquillo fue hallado por Carré en el año 1905, y lo describió como un virus filtrable.
Las primeras vacunas para la prevención del moquillo fueron realizadas en la década del 20, pero fueron aplicadas con un éxito muy limitado, a fines de los años 50 comenzaron a realizarse vacunas a virus atenuado, muy similares a las empleadas en la actualidad y con las que se consiguió prevenir la enfermedad.
El virus del moquillo canino, tiene una estructura muy similar al virus del sarampión humano. La puerta de entrada del virus del moquillo canino, es la inhalación del virus, de allí pasa a las amígdalas palatinas y a los ganglios bronquiales, siguiendo su recorrido hasta el torrente sanguíneo, este recorrido lo hace en aproximadamente 48 horas, distribuyéndose luego a todo el organismo.
Los síntomas de esta enfermedad son variables: decaimiento, aumento de la temperatura corporal, presencia de una secreción mucosa de color verde amarillento en los ojos y en la nariz, tos intermitente, vómitos, diarrea con estrías de sangre, conjuntivas oculares irritadas, los pulpejos de las patas (almohadillas plantares) se encuentran endurecidos y resquebrajados (hiperqueratosis*), el hocico también se encuentra endurecido seco y resquebrajado, desde la 4º semana en adelante desde el comienzo de la enfermedad comienzan a aparecer los síntomas nerviosos.
Al ser el moquillo una infección viral, no existen para el mismo tratamientos específicos, sino que solamente se tratan los síntomas: antibióticos de amplio espectro, para evitar las complicaciones bacterianas, pero carecen de acción sobre el virus que causa la enfermedad. Las secreciones nasales y oculares se limpian con algodones humedecidos. Los síntomas nerviosos se tratan con sedantes y anticonvulsivantes. La administración de complejos vitamínicos y elevadores inespecíficos de las defensas con el objeto de fortalecer al paciente.
El pronóstico de la enfermedad es de reservado a grave. Los animales que se recuperan generalmente quedan con secuelas nerviosas. Prevención: La primera vacuna preventiva control el moquillo canino se realiza a las 6 semanas de vida del cachorro y es conveniente emplear la vacuna que con vida el virus del moquillo canino con el virus del sarampión, para neutralizar los efectos de los anticuerpos maternales, la vacuna del moquillo- sarampión puede combinarse con las otras vacunas que se emplean a esta edad.