Aunque el dueño puede seguir una dieta muy nutritiva y bien equilibrada, las necesidades nutricionales del perro o gato no son las mismas que la del ser humano. Además la mayoría de los dueños sólo ponen en el comedero del animal sobras seleccionadas de sus comidas, como carne que sobró, su grasa, huesos, arroz recocido y tiran las verduras y los cereales.
Las sobras que el animal encuentra en su plato pueden ser muy sabrosas, pero no es factible que puedan proporcionar una nutrición equilibrada. Muchas veces, los animales pueden seleccionar solamente determinadas sobras y dejar el resto, lo que decrementa la calidad de la dieta.