DIARIO DE LA RUTA
La Ruta de la Plata es mi ultima pequeña aventura. Tras mi descanso vacacional mientras realizaba esa penosa tarea de defender a España, escoba en mano, o sea sé, haciendo la dichosa mili, me marché a recorrer la calzada romana que une Mérida con Astorga. No llegué a concluirla, muchos factores estuvieron en mi contra, digamos que el Camino esta vez, pudo sobre mí, especialmente, esa soledad inquietante durante días, esas etapas largas y exigentes y sobre todo, el comienzo del páramo en Salamanca. No estaba capacitado ni física ni psicológicamente para atravesar de nuevo el páramo, a solas.
Para poneros en antecedentes, la ruta de la plata es el tramo que une dos ciudades, la Mérida de Extremadura (Emérita Augusta Caesaria) y la Astorga de León (Astúrica). Ambas ciudades tuvieron renombre especial en la época romana. En tales tiempos, existía una calzada, o lo que en nuestros tiempos puede ser una autopista, un camino que unía ambas partes de la Hispania. Mérida como centro y cabeza del Imperio Romano en la península y Astorga, poseedora de riquezas y fuente inagotable de oro. Tal calzada, una auténtica obra maestra en sus tiempos, hizo que se levantaran puentes en los ríos (ej. Zamora y Salamanca), se crearan mansios o lugares de posada (que serían las futuras poblaciones a lo largo del camino), se construyeran señalizaciones en forma de miliarios (que atestiguaban la distancia entre lugares) o incluso se construyeran arcos conmemorativos a su paso (Caparra).
Dicho camino ha sido utilizado durante siglos, aprovechando el buen hacer de los romanos, por nuestros antepasados, como vía de comunicación entre pueblos o en forma de vía pecuaria para nuestros ganados. Incluso tramos, han sido y seguirán siendo utilizados como las carreteras actuales.
En el lado jacobeo, la ruta de la plata es denominado como camino mozárabe, por la condición de ésta de servir de enlace entre peregrinos del sur localizados en el Al-Andalus árabe, con la ciudad de Santiago.
Y dicho esto, mi diario que espero sirva de ayuda a aquél que lo quiera recorrer, aunque en mi caso, sólo fuera posible hasta Salamanca.
Algunos consejos, esta ruta no es como el camino francés de Santiago. Se trata de una ruta más inhóspita donde la soledad es el ingrediente principal. Mientras uno pueda enfrentarse a esa sensación de soledad, entonces se habrá recorrido gran trecho del recorrido. Las distancias entre los pueblos son muy largas, el avituallamiento de agua en la etapa suele ser dificil y el calor puede llegar a asfixiar. No cabe duda que este camino depara grandes lugares por conocer, como la geografía extremeña, por unos senderos muy bien delineados, pero dichos factores de la ruta son determinantes.
18 de abril de 1999 / Mérida - Aljucén / 20kms
Estoy en la Ruta de la Plata. Tras no poder realizar el camino portugués desde Lisboa por falta de señalización, he decidido concluir mi aventura con Santiago, realizando la ruta de la plata.
Salí por una barriada un poco conflictiva. Tras ver unas cuantas ratas merodear alrededor de mi (ratas como gatos), me dirigí por la carretera a Cáceres.
Hasta Aljucén, donde hay albergue, entre 3 y 4 horas de caminar, transcurriendo por carretera y campo paralelo a ésta. Yo me quedé a dormir en tienda en un altillo de matorrales antes de llegar a Aljucén. Cual fue mi sorpresa que donde quería acampar, detrás de unos matorrales, veo una cruz clavada en el suelo. Será una señal ? ? Por la noche he estado oyendo animales alrededor y alguien mordió un cortavientos de mi tienda y el muy ...
19 abril de 1999 / Aljucén - Aldea del Cano / 37kms
Se sale de Aljucén por la carretera hacia Cáceres. Al ver una gasolinera, se camina por su derecha por una pista bordeando el Parque Natural de Cornalvo. En este tramo, todo por camino hasta Alcuéscar, en torno a las 6 horas. Terreno exigente por el calor, indispensable llevar dos litros de agua. Gran parte transcurre por encinares. Luego por una pista en un llano. Avistamos entonces tres casas blancas dispersas por el camino y en la de arriba hay dos caminos sin señalizar. El de la izda. lleva a la carretera y el de la derecha a Alcuescar. Cerca de éste, tramos de calzada romana.
Ahora escribo desde algún lugar cerca de Aldea del Cano. He acampado en un encinar apartado de la carretera. Está anocheciendo.
Desde Alcuescar, se baja del pueblo y cruzando la carretera y dejando a la izda una especie de edificio religioso, se sigue por una pista. Por aquí hay olivares y encinas. El paisaje es un poco aburrido, y en hora y media se llega a Casas de Don Antonio pasando antes un bonito puente romano.
El camino bordea el pueblo, así que si quieres entrar, luego sólo tienes que ir a la izda y seguir paralelo la carretera a Cáceres.
En principio, el camino va por el lado derecho de la carretera. Por este camino hay un miliario y a lo lejos se ve como una casa medieval fortificada (miliario es una señal de distancia romana).
Luego hay un pequeño puente romano y a continuación el camino sigue a la izda. bordeando de nuevo otro pueblo, esta vez Aldea del Cano. Puedes seguir por el camino hasta que encuentres un sendero diagonal que te lleva al pueblo.
20 abril de 1999 /Aldea del Cano - Casar de Cáceres / 35 kms
Después de una noche movidita por culpa de los vecinos, que estaban más revoltosos que de costumbre (o sea, animales merodeando alrededor de la tienda, aves posandose encima de ella y otros amigos), partí rumbo a Cáceres.
Al principio, el tramo es bonito, con encinares y olivares y mucha ave, pero después se va convirtiendo en soledad y campos tristes.
Pasando un aeródromo, me encuentro con charca a mi izda. y enlazado a ella, un pozo romano o medieval ? ?mediante una especie de abrevaderos enlazados. Cual fue mi sorpresa que al mirar el pozo, pude observar que estaba lleno de tortugas y además enormes.
El camino es triste y antes de llegar a Valdesalor, se cruza un puente romano y se puede ver trozos de calzada romana hasta el pueblo. En este sentido, Valdesalor bien podría haber sido una especie de posada de etapa en época romana (mansio).
El camino sigue paralelo a la dcha. de la carretera, y el silencio del que disfrutabamos antes, se olvida.
En la subida, el camino cambia al lado izdo. Para, ya arriba, atajar distancia por el lado derecho y llegar a Cáceres.
Cáceres es sorprendente. Debe ser la ciudad medieval mejor conservada de España. Palacios, fortalezas, iglesias. Te remontas sin quererlo a la época.
Para salir, nos tenemos que situar en la Pza de toros donde hay cartel para Casar de Cáceres. Se mete por detrás de la Pza. De toros y se sigue la carretera. 10 kms aburridos hasta Casar.
Aquí, en Casar estoy en el albergue del pueblo, donde debo reponerme de ampollas. El queso aquí es famoso.
21 abril 1999 /Casar de Cáceres - Cañaveral / 34 kms
Se sale de Casar siguiendo la calle del Ayuntamiento para abajo. Pronto entras en camino por un terreno ondulante y silencioso, salvo por el ruido de los animales.
A mí estos parajes me recuerdan a los preliminares del camino de Wicklow irlandés, por el terreno y or el verde. Parece mentira pero Extremadura a estas alturas está bastante verde. A la hora y media de camino he encontrado a mi lado derecho 3 columnas romanas. Además desde Casar llevo viendo tramos de Calzada romana bastante nítidos y otros parcialmente enterrados.
En muchas partes se sigue la misma calzada romana y en otras, se va cruzando perpendicularmente sobre el Camino.
El terreno ondulante y yermo de árboles cambia radicalmente a monte, típicamente mediterráneo de matorrales y encuentro una agrupación de columnas de una antiuga casa romana. Esta es la etapa más marcada por la historia romana. El paisaje, inmejorable y tranquilo.
Cuando se está cerca del embalse de Alcántara, las señales marcan dos rutas, recto, que creo que sale a la carretera, y a la derecha, que va bordeando el embalse hasta antes de llegar al primer río. Si se sigue recto 50 pasos, se encuentra una especie de corral o poniendonos a imaginar, una casa romana. Si se sigue por la derecha, la señalización es floja, pero el paisaje es bonito. Puedes ir por aquí, pero cuando falle la señalización, vete girando a la carretera pues debes pasar por ella para cruzar el Río Almonte. Aquí el personaje, no se percató y me metí hasta el fondo, teniendo que retroceder un par de montes con el calor sofocante.
El camino, pasado el 1er puente sigue por la izda. pero cuando yo fui, estaba cegado e intransitable y seguí por carretera. Pasando el segundo puente, sobre el río Tajo e inmediatamente a continuación de un bar, el camino te manda a la derecha para seguir por el monte hasta Cañaveral. Desde este punto por arriba, se puede tardar incluso el triple de tiempo que yendo por carretera.
Por el camino de arriba hay pastizales con toros. En muchos tramos he ido con el cinturón de la mochila suelto y preparado ante una eventual retirada.
Por este camino vas viendo el pueblo de Cañaveral desde lejos y el camino que da vueltas y vueltas. Si tomas esta alternativa, no te cortes y atraviesa estos montes campo a través (y así te acostubraras a saltar unas cuantas alambradas que más adelante te hará falta).
En Cañaveral, el pueblo ofrece el hall de la casa de cultura para dormir, aunque está en proceso de construcción un albergue. Y hasta aquí he llegado yo al no dejarme los pies andar más.
El camino sigue siendo por aquí muy muy solitario isn que haya encontrado a nadie todavía. La etapa ha sido muy larga y exigente para los pies, demasiadas piedras cortantes. El estado de mis pies es deplorable, a pesar de que ayer me abrí un poco las ampollas.
22 abril de 1999 /Cañaveral - Carcaboso /40 kms
He salido a las 900, después de un chocolate con churros. Me dirigí por la carretera de Plasencia, sin ver señales. Las señales se encuentran en la estación, pero yo seguí la carretera. Según vas, encuentras una gasolinera, al pasarla, hay una curava a la derecha y antes de llegar a la siguiente curva, se toma una pista de gravilla a la izda, con una fila de casas. Sigue recto por el camino principal. Hay que subir en pleno bosque. Al llegar a un cruce de camino, se sigue recto un poco y ya en una finca amurallada se ven las flechas.
La etapa es díficil de resumir. Siete horas sin encontrar nada de agua, ni casas, ni pueblos, pero muy completa.
Empezamos con un poco de bosque y monte, luego encinares y prados, monte otra vez, una serpiente de por medio, unos lagartos gigantes y un rodeo absurdo por culpa de unas vaquillas que me daban mala espina.
Me acerco por el camino, a un lado la valla alambrada, al otro lado un terraplén, y enfrente una manada de vaquillas, vale, no pasa nada. De repente, la manada se da cuenta de mi presencia cuando estoy a la mitad y en lugar de huir, me observan y se acercan a mí. Doy media vuelta y me subo a un monte como un rayo y salto una alambrada donde hay otras vacas pero más apacibles. La situación ridícula porque pienso que tenían mas miedo que yo.
En el camino hay un tramo de calzada muy bien conservado. Son unos 800 metros, seguido de un nubarrón de abejas dirigiendose a las colmenas de alrededor.
Llegamos a Galisteo tras pasar una granja y seguir un canal. Su silueta desde lejos es imponente por sus gruesas murallas de guijarros y su torre con cúspide de ladrillo.
Se rodea el pueblo y se baja camino hacia el puente romano y se sigue por carretera. Al lado del puente hay una zona de acampada libre inmejorable.
A 5 kms. Aldeanueva del Jerte y a otros 5, Carcaboso. Me he quedado a acampar cerca de la ribera de este río (el Jerte ? ?), junto a unos álamos porque este pobre peregrino no puede más.
23 abril de 1999/Carcaboso - Aldeanueva del Camino/ 36 kms
Aquí estoy, contemplando la puesta de sol desde los montes de Béjar. Se ven montañas nevadas y el Sistema de Gredos. Hasta aquí he llegado hoy, algún sitio, cerca, me imagino, de Aldeanueva del Camino. He estado caminando 9 horas sin parar y no he encontrado ningún pueblo, tan solo alguna casa donde pude avituallarme de agua.
Por la noche, en la ribera, llovió un poco y por eso tuve que retrasar la salida. Esperé a que se secara la tienda y partí a Carcaboso para comprar comida.
Hoy una de las etapas más bonitas, sino la que más. De soledad como siempre, dos casas y nada más.
Se sale de Carcaboso por una plazoleta espartana. Una de sus calles a la derecha te conduce a la ruta. En principio son prados, ojo con los perros porque por aquí, parecen a disgusto.
Una vez atravesamos una pista, el camino empieza a subir por monte extremeño con paisaje increíble. Se va pisando calzada romana. Durante mucho tiempo hay que ir campo a través por estas fincas, abriendo y cerrando o saltando vallas. Si perdemos la señalización, es bien sencillo, el sol siempre debe estar detrás nuestra y debemos seguir paralelo a las cercas de piedra.
Me siguen dando mucho respeto las reses con las que me voy encontrando.
De camino, hay unas formaciones de piedras muy interesantes. Algunas son auténticas obras de arte en suspensión y configuran un equilibrio único. Más adelante, antes de abrir una verja, hay un miliario tumbado, con inscripciones.
Y se sigo yendo campo a través hasta que sale al paso una carretera donde se cruza y justo a la derecha de la casa (Ventaquemada) unas tumbas romanas.
Seguimos la calzada romana y nos encontramos despues de pasar otra casa, un yacimiento romano y un Arco romano, único en su especie, de 4 ojos, del estilo del Arco del Triunfo.
El camino siguiente está infectado de culebras que se esconden al menor ruido en los matorrales. Llegamos a una carretera hasta pasar por debajo de la carretera principal que lleva a Béjar y a continuación hay un prado que puedes cruzarlo en diagonal y mas bosque y hasta aquí he llegado. Total 9 horas caminando y ya no veo nada porque oscurece
24 abril de 1999/Aldeanueva del Camino - Fuenterroble de Salvatierra/43 k
Desmonté la tienda y salí para Aldeanueva. Me había quedado a 45 minutos del pueblo. Hizo frío por la noche y no dormí bien. Despues de comerme un chocolate con churros y comprar comida, salí hacia Baños. De camino me encontré con los primeros camineros, una pareja de holandeses que vienen de Santiago dirección Málaga, si ! ! ! al reves !
Llego a Baños de Montemayor, parte por carretera, parte por camino paralelo. Como un poco y converso con una mujer, y a subir el puerto. El camino romano va directo para arriba y no da tantas curvas, llegando enseguida arriba. Una vez arriba, te desvías por el viejo camino y aquí es donde me he dado cuenta de que la calzada que pisamos es la calzada de todos los tiempos, o sea, el camino de los últimos dos milenios. Sorprendente. Y es que son caminos que se han utilizado siempre hasta, que en los últimos siglos, nuevos adelantos de obras públicas y construcción de carreteras se han hecho patentes y han aparecido otros caminos más accesibles y directos gracias a viaductos, túneles, plataformas etc... pero hasta entonces, la calzada era la única vía y es por ello que en muchos tramos encontraremos mas de un firme de diferentes siglos.
Una vez arriba se va bajando por un valle muy fértil y se llega a una granja, donde hay otro puente romano. Aquí debes preguntar por el miliario del corral que dicen es el mejor conservado. El tema de los miliarios es curioso, la gente los coge y se los queda y podrás observar que en muchas casas, están colocados en sus jardines.
Al lado del puente encontrarás otro miliario.
Y más adelante, en la fachada de la siguiente casa, otros dos. Hoy es la etapa de estas piezas romanas de distancia. La etapa va coincidiendo con el GR-100.
Hasta Calzada de Béjar, hay que subir. Este es un pueblo pero que su denominación de pueblo se lo gana a pulso, y a mucha honra y honor. Llego por una senda de pleno monte y ya directamente me planto en la calle principal del pueblo donde veo a una vieja por casa, tejiendo y tejiendo. A medida que voy andando por esta calle, donde las casas parecen no seguir las leyes del equilibrio, las gentes de las casas van saliendo para ver al forastero que ha llegado. Aquí el tiempo paró y encuentro desde el 600s tradicional hasta unas mulas enganchadas con un yunque y tirando de un arado arcaico. Increíble y maravilloso.
Se sigue por un cordel hasta Valverde de Valdelacasa, encontrando miliarios al lado izdo. 1 hora y media para llegar hasta allí y luego otra hora para Valverde. Allí un hombre de 86 años empieza a conversar conmigo y me habla sobre su pasado como tratante de ganado cuando iba a Astorga. Me habló hasta de la guerra civil y de que luchó en el bando donde le tocó y no donde eligió, el bando de Salamanca. Otra hora y media más y casi llego a Fuenterroble de Salvatierra, agotado y muerto, cuando una señora anciana comienza a hablarme sin parar sobre su hijo que es ganadero.
Aquí me encuentro el único albergue de peregrinos de la ruta que lo lleva el párroco del lugar, Don Blas. Gracias desde aquí a tu apoyo y cobijo en esta ruta tan exigente. En el albergue, aparte de mi, hay un grupo sectario de convivencias y un tío cargado de piedras y plantas diferentes que las estudia y luego se las fuma.
25 abril de 1999/Fuenterroble de Salvatierra - San Pedro de Rozados/29 km
Estado general físico : deplorable Estado general psicológico : bajo mínimos Perspectivas : nulas, se acerca el páramo
Acontecimientos : empeoramiento de las ampollas, de hecho las suela de mi pie está trazada con las mismas marcas de la plantilla. Soledad absoluta. En todo el camino de hoy sólo he hablado con una pareja de guardias civiles que al verme tan sólo en una recta infinita, han parado su coche y me han dado un poco de conversación.
Salí del albergue, por cierto, en este pueblo, las casas tienen miliarios como pueden tener macetas en sus puertas. Por fín me pude dar una ducha después de una semana. Me puse a caminar temprano, después de un café. Los tramos eran largos, por un cordel, más que calzada romana, cañada.
Todo es fácil hasta llegar a un monte por cuya cresta hay que subir. En esos momentos, me vino un aguacero que junto con las ampollas de mis pies me dejaron en un estado penoso. En lo alto, un mástil ondea la cruz de Santiago.
Ahora estoy en San Pedro de Rozados, en las escuelas, que tiene incluso televisión. Una vez llegues aquí debes dirigirte al Bar Moreno, donde Mari Carmen atiende a los peregrinos. Gracias por ese apoyo y ese buen hacer para los desconocidos de los peregrinos, y gracias por el desayuno. En este pueblo te puedes quedar en la casa rural miliario que lo lleva ella y no te arrepentirás.
26 abril de 1999 San Pedro de Rozados - Salamanca
Hasta aquí he llegado, Salamanca es mi punto y final en esta ruta. Más allá, el páramo, tramo imposible de realidad con tanta soledad a mis espaldas. Llegado a este punto, el cuerpo y la mente me dicen que es imposible continuar. Y con esto, concluyo la aventura de Santiago de Compostela que lo llevaré inscrito para siempre en el alma.