El viaje
Luciano S. Doti |
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Hacía tiempo que había dejado de hablar. Ya no tenía expectativas. Todos sus sueños habían ido quedando descartados uno tras otro. La indiferencia se los fue robando hasta que ya no le quedó ninguno. ¿Cuándo fue que se convirtió en ese despojo humano, en esa caricatura que simulaba ser un hombre pero ya no sentía? No se permitía sentir como los demás; no sólo la ilusión de un futuro mejor, sino también la desilusión por algo que no se logra; porque junto con la capacidad de ilusionarse perdió la de desilusionarse. Era una cosa. Sabía que estaba vivo porque el sol que se colaba por la ventana le molestaba en los ojos. Entonces, tenía que correr la cortina, realizar un movimiento con uno de sus brazos; todavía sus miembros le respondían a la orden del cerebro; ergo, estaba vivo. Eso era todo. El movimiento del sol desde la mañana hasta la noche era su mundo. Los diferentes tonos de luz dentro de la habitación. Las sombras más cortas o más alargadas, que proporcionaba el disco solar, le daban la noción del tiempo durante el día, en cambio el paso de las estaciones lo percibía observando el árbol junto a la ventana. ¿Cuántas veces había visto a ese árbol mudar sus hojas, y cambiar su color de verde a amarillo? Se había perdido en un viaje sin rumbo. Sabía que no iba a ninguna parte, pero en su estado actual no había dolor, tampoco placer; no siempre la existencia debe llevar implícita el sufrimiento, también puede llevar vacío, o sea: nada. Estaba tirado en la cama con los brazos extendidos formando una cruz. Miraba alternativamente el techo, la pared y el árbol junto a la ventana, y no pensaba en nada. Desde hacía mucho tiempo todo era igual. Se hallaba inmerso en un círculo vicioso; el cual repetía una y otra vez los mismos acontecimientos; esto último era una forma de decir, ya que en realidad no acontecía nada. Su existencia era bucólica hasta el hartazgo, pero de pronto algo sucedió. Mientras observaba las nubes pasajeras que el viento arrastraba, ese movimiento cinético hacía aún más evidente su condición estática, entró su madre a la habitación y le dijo: —Roberto, hoy van a venir tus amigos a buscarte. Andá a afeitarte así estás listo y no los hacés esperar cuando llegan. Roberto se dirigió al baño. Antes de tomar la afeitadora se miró en el espejo. Se sintió confundido; no sabía si él era el de carne y hueso que miraba al espejo, o la imagen demacrada que se reflejaba en él, ninguno de los dos parecía tener alma; finalmente tomó la afeitadora y se rasuró. Lo hizo con movimientos mecanizados, siguiendo una rutina aprendida hacía tiempo. Al terminar se lavó la cara con agua fría, de haber estado caliente no hubiera notado la diferencia. Después se sentó en el sillón del living a esperar que llegaran sus amigos. Cuando vio al vehículo de siempre detenerse frente a la puerta de su casa, lo abordó. Pero, tras recorrer algunas cuadras, se dio cuenta de que no eran sus amigos. Así que, Roberto comenzó a gritar:”¡Socorro, me secuestran!”. El acompañante preparó una dosis de un sedante y lo inyectó. Antes de que la droga le hiciera efecto, Roberto salió corriendo del interior del vehículo. El acompañante lo persiguió detrás, lo alcanzó y forcejearon, hasta que las dos manos de Roberto se cerraron sobre el cuello del acompañante. Cuando llegó el chofer a la escena del hecho, su compañero ya no respiraba. En el juicio que se llevó a cabo unos meses más tarde, el chofer de la ambulancia declaró que vio como el paciente que transportaban al neuropsiquiátrico mataba al enfermero. Publicado por primera vez en la antología Juntacuentos, Editorial Dunken. Buenos Aires, 2006.
Este registro se añadió el 28 de octubre 2009 *
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Luciano S. Doti Escritor argentino.(Buenos Aires, 1977). Autor de obras narrativas y poemas. Ha publicado en antologías de sellos editores como De los Cuatro Vientos, Dunken, Ediciones Irreverentes, Literando's y Latin Heritage Foundation; también en revistas y blogs, entre los que se destacan miNatura, Gaceta Literaria y Helicona. Ha recibido los premios Kapasulino a la Inspiración 2009 y Sexto Continente de Relato Erótico 2011. Obras publicadas, cuento, antología anual Sin Fronteras. Gaceta Virtual, on line, 2011. 7 de marzo, cuento, antología Eros de Europa y América. Ediciones Irreverentes, Madrid, 2011. La conversión, microrrelato, antología Al este del arcoíris. Latin Heritage Foundation, EEUU, 2011. Asesino oculto, cuento, antología Minotauro. Latin Heritage Foundation, EEUU, 2011. El Dorado, cuento, antología Dios mío. Literando’s Ediciones, Israel, 2011. La vida en una brasa, cuento, antología Sendero con historias. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2011. Tarshish, microrrelato, antología El libro del vendaval 2011(ebook). España, 2011. Al otro lado, microrrelato, revista digital miNatura nº 113. España, 2011. El vampiro, microrrelato, revista digital miNatura n· 112. España, 2011. F antasmas del Tuyú, cuento, antología Los vuelos del tintero. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2010.
El rito, cuento, antología Fuga imperceptible. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2008. El rito, cuento, Primera antología de Muestrario de Palabras (ebook). Editorial Mi Libro y Yo, on line, 2007. El viaje, cuento, antología Juntacuentos. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2006. La paloma negra, cuento, antología Terreno literario, tomo 2. Editorial De los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2005. El gnomo sin tiempo, cuento, antología Homenaje a Oliverio Girondo, vol. 1. Editorial De los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2003.
Premios y distinciones -Puesto 84 entre 223 participantes Concurso de Microrrelatos Fundación Camilo José Cela 2012. -Ganador Premio Sexto Continente de Relato Erótico 2011 (Radio Exterior de España). -6º puesto en Certamen de Poesía 2010 de ElForro.com - Jurado en el Concurso de Narrativa y Poesía 2010 de DesdelMirador.com.ar -Ganador Premio Kapasulino a la Inspiración 2009 / Taller Literario Los Kapasulinos. -Finalista del XI Certamen Nacional de Poesía y Narrativa de De los Cuatro Vientos, 2005. -Finalista del VI Certamen Internacional Homenaje a Oliverio Girondo de De los Cuatro Vientos, 2003. |