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 A los críticos de cine no
les gustó Con Honores
por considerarla predecible, superficial y tonta. No obstante, en
general les gustó la actuación, en especial las de Pesci y Fraser,
quienes fueron citados por haber construído una relación creíble
que resulta ser emocionante hacia el final del film.
Monty pasó toda su vida
pugnando por probar que su padre estuvo mal en abandonarlo a él y a
su madre. Obsesivamente persigue su objetivo a costa de las más
nobles emociones como la bondad y el amor. Su implacable búsqueda
de la perfección lo ha convertido en una persona fría. La ruidosa,
molesta pero adorable presencia del desalineado Simon finalmente
rompe su coraza de hielo.
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 Monty, que es descripto por
algunos críticos como "un niño macriado e indiferente",
es probablemente el rol más convencional que Brendan ha jugado,
casi cualquier actor jóven podría haber hecho el papel. Pero lo
que hace al Monty de Brendan tan característico, tan agradable, a
pesar de sus defectos, tan creíble cuando se transforma de un
compulsivo hombre exitoso en un cálido hombre que se ocupa de los
necesitados y enfermos, una persona que verdaderamente se graduará
en la vida con honores, está en la actuación, en el talento de
Brendan.
Texto original (inglés): http://bffc.org/rea/honors.html
(ensayo escrito por Gin B)
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