El sabor de la noche
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Nota en Clarín (editada) 27/05/2008:
Cuando El sabor de la noche se presentó ante la
prensa en Cannes los motivos de atención eran varios. No sólo era el regreso
del director de Felices juntos al mayor festival del mundo,
justamente en la jornada de apertura. También era su primera película
totalmente hablada en inglés y rodada en los Estados Unidos, tenía a una
figura de moda -Jude Law- y marcaba el debut como intérprete de cine de la
jazzera Norah Jones.
En la película, una noche Norah llega al bar que Jude regentea en Nueva York.
A él lo abandonó una mujer rusa, y a ella, su novio. Comienzan a hablar,
surge el tema de las puertas que se cierran -por ello Jude tiene un
recipiente en el que los clientes le dejan llaves, por si alguien viene a
buscarlas- y ella saborea una blueberry pie, de allí el título
original, My blueberry nights.
Jude Law cuenta cómo es filmar bajo las órdenes de un director asiático, al
que no le gusta trabajar con un guión:
¿A qué le temías al ingresar al set?
Jude Law: Desde el principio estaba seguro de que nunca había
actuado en una película como ésta, desde el primer día todo en el set fue a
base de anticipación, invención. Wong no utiliza guión. Yo llegué con
muchísimas preguntas, nada estaba realmente planeado, las ideas burbujeaban
en mi cabeza, en ningún momento tenías la sensación de tener el control, de
saber exactamente lo que estabas haciendo. Y eso fue bueno. Es fácil
trabajar con Norah, es una de esas personas con las que uno se lleva bien,
es muy inteligente y se necesita mucho oficio actuando para que todo
funcione como debe, hay que hacer las cosas sencillas, y aplicarse, hacerse
más sabio y darle alas. Es todo un desafío.
Wong quería hacer personajes americanos en esta película, y vos sos
inglés...
Jude Law: Para mí fue todo un descubrimiento en cuanto a la
libertad en la forma de hacer películas. Estoy muy acostumbrado a ceñirme al
texto, y el texto lo respalda todo, pero aquí esto fue pura creatividad en
todo momento, íbamos creando y creando todo a cada momento. Como en la vida
misma, ya sabés, unos momentos llevan a otros, que llevan a otros, que
llevan a determinadas situaciones, historias, y bueno, películas.
¿Le tienen miedo a la soledad?
Jude Law: Obviamente, los hombres y mujeres no pasamos mucho
tiempo solos. En general hay muchas mujeres que esperan un hombre, y Jeremy,
en realidad, espera a una mujer. La verdad es que pasé mucho tiempo
analizándolo todo o dándole demasiadas vueltas a la historia. Y la historia
realmente me gusta porque, realmente, estoy en el momento de servir a la
paz, a la paz de la verdad, y lo que me fascina de la película es ese
sentido del amor, esas emociones de distancia, de proximidad, de viajes que
hacés dentro de tu propia cabeza, tanto como los viajes que haces
físicamente, y eso está muy bien. Quiero decir: Jeremy es como esa persona,
leal, digno de confianza, solitario, como se supone que hay que ser para
vivir tranquilo, pero al mismo tiempo también hace un viaje, al pasado, y lo
hace de una forma tan física, real, como lo hace Elizabeth en su viaje, y me
encanta esa proximidad.
Pero, ¿disfrutaste realmente esta experiencia, o es algo para
guardar en el recuerdo?
Norah ones: Mucho, me encanta pensar en lo que estoy
haciendo, probar cosas nuevas, y ésta ha sido una de esas experiencias en mi
vida, ha sido muy diferente, y estoy muy orgullosa. No sé, son muchas cosas.
Jude Law: Tenía miedo, porque rodábamos de noche, así que dormíamos
de día, y a las tres de la tarde nos levantábamos, desayunábamos y a
trabajar, hasta las 5 o las 6 de la madrugada. Además fue en uno de los
veranos más calurosos que he pasado en Nueva York, así que siempre estábamos
sudando y con mucho calor, parecía un sueño sobre una fantástica aventura,
cada día descubríamos algo, siempre explorando.
Debutar en cine, con el director de "Felices juntos", no era un
riesgo para vos?
Norah Jones: Yo conocía su reputación, sabía que esperaba
que trabajásemos duro y sentí que tendría que trabajar mucho más duro que
otras veces.
Jude Law: De todas maneras, trabajar duro es bueno, ¿no? Hay que
cambiar. Creo que podés equivocarte si aplicás el mismo método a todos los
proyectos, te dejás guiar por el director, es como un barco y vos sos uno
más de la tripulación, seguís al jefe.
Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2008/05/27/espectaculos/c-00611.htm
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