Fueron muchas las horas que ocupé traduciendo estos artículos/entrevistas para hacerlos llegar a todos los fans de Jude Law hispano parlantes. Les ruego que respeten mi trabajo mencionando este sitio web en caso de que quieran copiarlos en otras páginas. |
Hola, dulce príncipe.
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Jude Law llegando al castillo de Kronborg. clickear en foto para ver la imagen completa |
No podría haber un lugar más apto y con más atmósfera para representar "Hamlet" que el Castillo de Kronborg, construido aquí en el siglo 16 al borde del estrecho que separa Dinamarca y Suiza. Laurence Olivier lo hizo y también, a través de los años, lo hicieron Richard Burton, John Gielgud y Kennet Branagh.
Sus sombras, tanto como la sombra de ficción del rey asesinado, parecían murmurar en el fondo la otra noche cuando el último Hamlet, el actor británico Jude Law, representó en el patio del castillo. La presencia del verdadero y mentalmente sano príncipe de Dinamarca, Federico, en la audiencia en la noche de estreno agregó otra capa al aura del otro mundo.
La carga y la expectativa de todos estos simbolismos y la historia podría superar, aún consumir, a un actor. Pero Law, de 36 años, hizo frente a estos y otros potenciales "Hamlet" con gran desenvoltura. Las seis funciones en Elsinore, llamado Helsingor en Dinamarca, fueron una pausa antes de que la producción se mude al teatro Broadhurst de Broadway por tres meses.
Puede que sea solo un buen actor, pero el señor Law aparece convincentemente sereno y imperturbado por cualquier carga que podría o no estar sintiendo. En un par de entrevistas, una en su camarín en Londres y la otra en su hotel en Elsinore, junto a Michael Grandage, el director de "Hamlet", Law parece ridículamente enérgico, considerando que la obra dura más de tres horas y requiere que él, estimo yo, hable el 40 por ciento de las líneas. Cuando se trata de "Hamlet", tanto el director como el actor concuerdan en que la única manera de desprenderse de los recuerdos de otras grandes actuaciones es aceptar que la obra no tiene un ideal platónico. "La obra solo será definida por la personalidad del actor que toma parte de ella, y el momento en el que está." dijo Grandage.
Law agregó: "Por supuesto que hay momentos en los que piensas, 'Estoy ahí arriba con estos buenos actores'. Pero no hay un "Hamlet" definitivo, 'porque uno no interpreta a Hamlet, Hamlet lo interpreta a uno. Uno sale dentro de él, por lo cual cada producción es diferente. Uno puede tener un erudito en Hamlet, o a alguien que es muy comediante, o a alguien que disfruta del letargo de la entrega. Hay algo tan esencial en él. Se tatúa él mismo sobre tu piel."
A juzgar por esto, el Hamlet de Law es un danés menos amenazante que uno enojado e hiperquinético. En persona, sin embargo, es encantador y verdaderamente buen mozo, con una finamente tallada nariz, un Paul Newmanesco corte de cara y labios sensuales. Es más alto de lo que podrían pensar y delgado, y sus ojos tienden a captar el color azul de su ropa (en estas ocasiones, el gris de su remera). Ofreciendo una taza de té, se queja de que está muy caliente y lo diluye con agua fría.
Tiene un millón de cosas que decir de Hamlet y - con los ensayos y sesiones de fotos y lo que demanda ser una estrella - tiempo limitado para explayarse. Llegó al rol como parte de una temporada especial en la cual la pequeña, sin fines de lucro Donmar Warehouse se embarcó por un año en el teatro Wundhams del West End de Londres.
El objetivo era atraer nuevas audiencias, particularmente a los jóvenes. Y en el caso del "Hamlet" de Law tuvo un muy buen resultado ya que se trabajó a sala llena todas las funciones - en muchos casos las adolescentes fueron llevadas por el atractivo de Law.
La experiencia teatral de Law incluye "Tis Pity She's a Whore" y "Dr Faustus", entonces "no tiene sentido que alguien se despierte una mañana y diga, 'quiero hacer un poco de teatro hoy'", dijo Grandage, quien además es el director artístico de Donmar. "Hay una legitimidad en tener esta estrella de cine en particular volviendo a los escenarios, porque la gente aquí sabía que él era un actor de teatro que en algún punto de su carrera se convirtió en una estrella de cine."
Y aunque uno de sus deportes favoritos sea burlarse de los imprudentes esfuerzos teatrales de las celebridades de Hollywood, los críticos de teatro de Londres en su mayoría admiraron y ocasionalmente sucumbieron ante el Hamlet de Law, elogiando la inteligencia de su actuación y su dominio del cuerpo sobre el escenario. En "Variety", David Benedict escribió que Law fue "fascinante" y "emocionantemente vital".
"La revelación de la actuación de Law es una dinámica conexión entre la mente y el cuerpo expresivo," escribió Benedict. "Como un gran jugador de tenis, desde una posición de reposo él puede aparentemente saltar a cualquier parte, lo que lo pone en una posición de superioridad y peligrosidad".
Lo monólogos son algunos de los obstáculos que cualquier actor que interprete a Hamlet tiene que superar. Incluyen algunas de las piezas más potentes de Shakespeare pero que son tan familiares que suenan como fórmulas al punto de la banalidad.
"Cuando uno se enfrenta al 'Ser o no ser', en el primer ensayo", dijo Law, "hay una sensación de 'Oh, Dios, me estoy parando sobre el más grande cliché del mundo.' Pero sin sonar como un viejo actor de mal gusto, soy Hamlet y que buena manera de cuestionar la vida y la muerte." Y agregó: "La razón por la que son tan famosas es porque están bellamente escritas y son diálogos increíblemente poderosos. Nunca se debe subestimar el poder de estas líneas. Nuestro lenguaje está lleno de palabras y frases de esta obra teatral, y las usamos porque no hemos encontrado, en 400 años, una mejor forma de poner las cosas.
Law dijo que trataba de encarar la obra lo más fresco posible, dejando que las emociones de cada escena lo lleve a las escenas subsiguientes, casi como si estuviera improvisando.
"Por la velocidad y el ritmo con el que tenés que poner en juego todo tu espectro emocional, no se puede cuantificar de antemano cuan lejos tenés que llegar," dijo "Me sentí muy intimidado cuando me senté al pie de la montaña y lo miré como un todo y pensé, '¿Cómo llego desde aquí hacia el otro lado?'. Pero mirar hacia donde tenés que llegar al principio de la obra no es la manera correcta de hacerlo."
"Es mucho más fácil si uno interpreta momento tras momento. Eso refleja lo que Hamlet está pasando y a donde llega en el final, cuando habla de 'La preparación es todo'"
No ha leído sus críticas. "Si leés buenas críticas, sos conciente de las partes que les gustan, y se empieza a hacer esos pedazos en forma chabacana y si obtenés malas críticas, van a lastimar tu ego. Es como el vinagre en la herida. Entonces no tiene sentido leerlas."
La mayoría del elenco está yendo con la producción a Nueva York. Pero hay algunos cambios, ya incorporados en Elsinore, incluyendo la llegada de Geraldine James como Gertrudiz. Las modificaciones han hecho que la producción cambie un poco, inyectando una dosis de adrenalina en la obra después de tres meses de representaciones.
"Significa que tenés la oportunidad de re-pensar y revisar ciertas áreas de la producción," dijo Grandeage. "Hemos tenido tres semanas de ensayos con la nueva compañia, en vez de tener que decir, 'Hola, es un placer tenerte en la obra - ahora por favor, te pararías ahí?'"
Pero la obra se ha desarrollado naturalmente siguiendo su marcha, dijo "Ha madurado y el nivel del diálogo interno ha ido siendo cada vez más profundo. Todos han aprovechado el proceso apropiadamente y han comenzado a explorar sus personajes. Nadie ha llegado al punto en que decís, "Conozco mi personaje y puedo salir ahí y decir mi parte'".
La estética de la producción podría denominarse minimalista escandinava. El set es simple, una fría constelación de puertas corredizas y paredes enormes que albergan la noción de, como dice Hamlet, Dinamarca es una prisión. (Esto fue especialmente verdad durante las representaciones aquí en el castillo, el que fue usado como una prisión en los siglos 18 y 19.) El elenco está vestido con apagados grises y azules, y la dirección es extremadamente tranquila, así las palabras pueden hablar por sí mismas.
"Tenés que mirar a estas obras de 400 años como si fueran nuevas," dijo Grandage. "No se trata de un legado, sino de lo dificultoso de producir la obra para una nueva era. La mayoría de la audiencia es en general gente que la ve por primera vez en sus vidas, y uno está haciendo la obra para ellos. No se debe hacer la obra para gente que ya la conoce muy bien."
La audiencia de Nueva York tiende a responder en forma diferente a la de Londres, pero nunca se sabe de antemano cómo va a resultar.
Grandage tiene alguna experiencia con esto, habiendo dirigido "Frost/Nixon" de Peter Morgan, que trata de las entrevistas de David Frost con el desaparecido presidente Richard M. Nixon en 1977. La audiencia de Londres centró la atención en Frost, dijo Grandage; en Nueva York, se centró en Nixon. El eje se movió completamente, y fue una obra totalmente diferente," dijo.
Law sugirió que Hamlet debería ser en algún sentido más accesible a los neoyorquinos que lo que es para los londinenses. "De una manera moderna él es muy poco inglés, con la rudeza y brutalidad con la que se trata a si mismo," dijo Law. "Será interesante ver que pasa en un lugar que ha abrazado el análisis más de lo que nuestro país lo ha hecho, cuando vean una obra en la que un hombre atraviesa este nivel de auto-análisis."
A Law no le interesa en auto-análisis público. Por el momento, en su camarín en Londres, se aproximó cuando estaba discutiendo sobre como los actores se meten en la piel de Hamlet llegando al rol a través del prisma de sus personalidades. En su caso abraza más la naturaleza viva de Hamlet, dice, que la melancolía de su personaje. "Probablemente esté mucho más cerca de Hamlet de lo que pueden pensar, pero no es algo de lo que quiero hablar mucho," dijo. "Pero más que tener solo sus depresiones, hacia donde él baja y se queda ahí, yo voy hacia arriba y hacia abajo más. A lo mejor es una forma de revelarme contra mí mismo. Me gusta quitarme de encima sentimientos, cuando éstos no son muy constructivos, y materializarlos. No quiero sentarme y quedarme pensando en eso.
Después de hacer muchas películas en estos años, Law se está tomando un respiro. "Para ser honesto, no se qué es lo que haré después de esto," dijo. "No tengo ninguna película en mis planes. No he estado muy inspirado por lo que se me presentó en referencia a la industria del cine últimamente, y esto me ha abierto lo ojos en cuanto a lo grandes que los roles pueden ser, y lo grandioso que puede ser actuar."
ENTREVISTA A JUDE LAW Y MICHAEL GRANDAGE (MAYO/2009)
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