LAS 50 PERSONAS MAS HERMOSAS DEL MUNDO DE 1998

Brendan estuvo entre las 50 personas más hermosas del mundo en 1998 según la revista GENTE.

Texto original: http://www.people.aol.com/people/pprifiles/bfraser/archives/archive1.html

Brendan Fraser

Mayo 11, 1998 - "Nunca entendí lo que esa palabra 'galán' significa", clama Brendan Fraser de 29 años de edad. Muy bien, Brendan, buscaremos esa palabra en el diccionario por vos. De acuerdo a la definición del Webster significa "un hombre atractivo y bien formado". Y eso te describiría a vos en tu taparrabos en la película George de la selva.

Con un cuerpo alcanzado a través de 6 meses de "casi ritualística" dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos y de hacer "fierros" todos los días, Fraser logró que las mujeres estén listas y deseosas de abandonar la civilización. Pero ahora ese marco ha cambiado. "Mantener ese supercuerpo implicaría mucho trabajo, mucha diciplina", dice Fraser. "Ahora estoy en otro proyecto, en otro look". Este no es menos satisfactorio: se ha cortado y se ha puesto mousse en su cabello castaño claro y ha vuelto a su esbelta figura de 1.92 m. de altura. Esta parte se la debemos a los masajes en Koreatown de Los Angeles. "Ellos se sientan sobre vos y usan sus codos y sus rodillas", dice, "Es revitalizador."

De todas maneras, hay más del hombre que de sus músculos. "Muchos tipos buenmozos no poseen esa ingenua dulzura", dice Alicia Silverstone, su co-estrella en la comedia romántica Buscando a Eva. "Son sensuales pero no tienen la ingenua inocencia de Brendan". Tal vez eso es lo que hace que este galán sea tan atractivo para los niños de 6 años que corrieron en tropel a ver a George - y luego lo taparon de correspondencia escrita en crayón. "No hay suficiente espacio en mi heladera para todos esos lindos dibujos", confiesa.

¿Cómo les decimos a las chicas que George, nuestro George de la selva, ya ha encontrado su verdadero amor? Cuando él le propuso matrimonio a la actriz Afton Smith (ella apareció en George de la selva y en Reality Bites) en París, "hacía mucho frío y teníamos puestos polerones oscuros y largos sacos franceses", recuerda. "Estábamos muy lejos de la presión de ser concientes de nuestras apariencias. Simplemente el estar enamorados nos hacía hermosos."