La
pareja está destinada a convertirse en amantes soñados (literalmente y
figurativamente) por medio de las visiones místicas que ellos experimentan. Y
cuando sus caminos se cruzan en Los Angeles, el desesperadamente romántico
Fletcher está seguro que Roz es la mujer de sus sueños.
Sin embargo, la cínica de Roz, no se siente enamorada.
A pesar de estar intrigada por la sinceridad de Fletcher -- y por la posibilidad
de que él sea un ricachón fácil de engañar -- ella hace lo que puede para
evitar sus avances... y la creciente atracción que ella está sintiendo por él.
Entonces, cuando ella comienza a bajar la guardia y a aceptar la extraña pero
honesta Texana manera de vivir de Fletcher, sus peores temores son confirmados:
Fletcher es solamente un humilde excéntrico, y no hay manera que él pueda ser
el amor de su vida. ¿O lo será? Negándose a si misma una vez más la
oportunidad de ser feliz, Roz se convence que sus sueños no han sido más que
una ilusión. ¿O no?
|
"¿Te
gustan los chocolates? A mi sí. Imagina que puedes comer el mejor del
mundo... Digamos que vas a Suiza y lo consigues, ¿qué harías? ¿Lo
devoras ahí mismo o te esperas un poco y encuentras el lugar ideal, con
velas, música, algo de Bessy Smith o de 'Viva Las Vegas', y cuando todo
está perfecto lo saboreas como si fuera lo último que fueras a
comer?"
Fletcher Mc Bracken
|