Penny Halliwell y su hija Patty, sabían
que provenían de varias generaciones de brujas buenas, con
poderes para enfrentar al mal y luchar contra demonios y hechiceros.
Ya entrados los años 70, Patty Halliwell dio a luz a su tercera
hija, Phoebe.
Con el nacimiento de ella, se completó un mito
que estaba escrito: las 3 hijas mujeres de una bruja, serían
las Hechizeras (the Charmed Ones), quienes tendrían grandes
poderes y juntas serían imbatibles. Abandonada por su marido
Victor, Patty se encargó de criar a sus tres hijas Prue,
Piper y Phoebe, con la ayuda de su madre.
Prue (la mayor) era capaz
de mover objetos o personas con la mente, Piper (la del medio) congelaba
objetos o personas y Phoebe (la menor) tenía premoniciones.
Pero, a causa de un peligro inminente que podrían correr
las 3 hermanas (por ataques de las fuerzas del mal para obtener
sus poderes), su abuela decidió invocar un hechizo para "atar"
los poderes de las Halliwell hasta el día en que ella muriera.
Tiempo después, Patty sufrió un ataque de un demonio
acuático y murió. Desde ese entonces, las hermanas
quedaron a cargo de su abuela, quien las continuó criando
por años, hasta el día de su muerte. Para ese entonces
y al morir su abuela, Phoebe decide probar suerte fuera de la ciudad,
aunque sin éxito: meses más tarde se ve obligada a
regresar a San Francisco luego de un fracaso laboral y se reencuentra
con sus hermanas. Ella misma, descubre un libro en el ático
de la casa e invoca un hechizo que, sin Phoebe saberlo, libera nuevamente
los poderes de las Halliwell (los cuales ellas no recordaban haber
tenido)
. A través de ese hecho, las hermanas descubren accidentalmente
sus "nuevas" habilidades. Otra vez, Prue pudo mover objetos
o personas con la mente, Piper pudo congelar objetos o personas
y Phoebe comenzó a ver el futuro. De esta forma, las hermanas
se dan cuenta de que son "Las HECHIZERAS" y están
destinadas a combatir el mal con sus poderes.