Las cabras tienen un excelente apetito. Cabras en lactación y crecimiento consumen 3.5 a 5% de su peso corporal (base seca) por día, mientras que una vaca o una oveja normalmente consumen 2.5 a 3% de su peso.
De manera general, las cabras deben consumir más MS, en relación con el peso corporal, o la MS consumida debe contener una mayor concentración de nutrimentos comparado con los requerimientos de otros rumiantes:
- El retículo-rumen de la cabra es más pequeño de acuerdo con el tamaño corporal, y el tiempo de retención de las partículas de alimento tiende a ser menor.
- La digestibilidad real de la dieta en la cabra es menor que en vacas u ovinos debido al menor tiempo de residencia en el rumen.
- Esto permite una rápida tasa de paso de las partículas y un nivel de consumo elevado.
- El resultado neto es un nivel de consumo más elevado y menor digestibilidad, pero un nivel de consumo más elevado de nutrimentos digeridos comparado con otros rumiantes.
Tipo de cabra/ Máximo consumo voluntario % de peso corporal
Cabritos / 4.5
Cabra seca / 2.8
Cabra gestante, inicio/ 3.0
Cabra gestante, fin / 2.7
Cabra lactante, baja prod./ 4.0
Cabra lactante, alta prod./ 5.0
2. AGUA
La recomendación general es que las cabras tengan libre acceso a agua para maximizar su consumo y así no limitar el consumo de forraje.
Las cabras son más sensibles que otras especies a la calidad del agua y rechazan beber agua contaminada con heces u orina:
- Es crucial diseñar los bebederos de tal manera de que los animales tengan fácil acceso al agua, pero no puedan ensuciarla.
La cantidad y frecuencia de consumo de agua varía entre tipos de cabras, su localización y el tipo de dieta:
- En general se reporta que la cabra consume menos agua que la oveja o el bovino en relación al tamaño metabólico (1.4- 1.7 kg de agua/kg MS vs 2.1 kg de agua/kg MS en bovinos)
- Esto puede estar influido por la dieta (mayor consumo de alimento-dieta más digestible- mayor consumo de agua)
La lactación afecta el consumo de agua:
- En clima templado el requerimiento de mantenimiento es de 146 g/kg 0.75 y se necesitan 1.43 kg adicionales por kg de leche producida.
Factores que influyen en el consumo de agua:
- Contenido de agua de la vegetación, consumo de sal, temperatura ambiental, temperatura del agua, concentración de electrolitos.
Mantenimiento = ED =124 kcal/W0.75
Requerimientos adicionales por actividad:
0.25 veces el requerimiento de mantenimiento en confinamiento.
0.50 veces el requerimiento de mantenimiento en praderas pequeñas.
0.75 veces el requerimiento de mantenimiento en pastoreo extensivo.
Crecimiento = ED = 8.84 kcal/g de peso ganado (promedio).
Gestación = ED = 1.74 Mcal para cabras grandes o con partos múltiples.
0.87 Mcal para cabras pequeñas.
El consumo adecuado de energía es crucial para que la reproducción sea exitosa.
- Antes del empadres
- Durante el empadre
- 2 últimos meses de gestación
Lactación = ED = 1.52 Mcal/kg de leche corregida al 4% de grasa, con un ajuste de 19.9 kcal/0.5% de cambio en la concentración de grasa láctea.
Mantenimiento = Relación energía: proteína = 1 Mcal ED: 22 g proteína digestible (PD)
Crecimiento = 0.195 g PD o 0.284 g proteína total/g de ganancia.
Gestación (últimos 2 meses) = 57 g PD/d para cabras grandes o con partos múltiples.
28.5 g PD/d para cabras pequeñas o con partos sencillos.
Lactación: 51 g PD/kg de leche corregida al 4% de grasa.
Ca:P =1.2:1- 2.5:1. Una relación de 1.1:1 ocasiona urolitiasis en machos.
A y B12
Arbustivas se refiere a las partes comestibles (hojas, tallos, ramas) de vegetación leñosa. Herbáceas se refiere a las hierbas de agostadero que no son pastos; también se conocen como malezas.
Muchas arbustivas palatables tienen un valor limitado por la presencia de sustancias inhibidoras que ligan o impiden la utilización de ciertos nutrimentos (lignina, aceites esenciales, taninos).
Los forrajes proveen de la mayor parte de los nutrimentos requeridos para mantenimiento, por lo tanto, es importante conocer su valor alimenticico para complementarlos cuando sea necesario:
- Generalmente los forrajes de agostadero son pobres en P y sal y a menudo marginales en vit. A, Ca y minerales traza.
Una pastura de buena calidad y una fuente de minerales es todo lo que se requiere para alimentar a las cabras a un nivel de mantenimiento.
En la cabra en lactación, la pastura puede reemplazar hasta la mitad del concentrado en la ración, pero se necesitan pasturas mejoradas.
Un heno de leguminosa de buena calidad o un heno de pasto/leguminosa son una excelente fuente de nutrimentos altamente digestibles.
El heno de pasto requiere de una complementación con concentrado.
A excepción de las cabras, especialmente si están en mantenimiento o tienen bajos niveles de producción.
Los henos más nutritivos son aquellos que tienen tallos suaves y muchas hojas (los segundos cores son mejores que los primeros).
La cascarilla de algodón es un forraje tosco popular para las cabras. 3. ENSILADO Y RAÍCES
Los ensilados se utilizan principalmente en cabras lecheras, pero su uso no es tan común como el de los henos.
A las cabras les gustan las raíces y las hortalizas: zanahorias, remolachas y coles.
Deben darse de la misma manera que los ensilados por su elevado contenido de agua.
Las raíces deben picarse.
Para evitar sabores raros en la leche, se recomienda que el ensilado y las raíces se den después de la ordeña o 3-4 hrs antes de la ordeña, pero en cantidades que aseguren su consumo total en ese momento.
Los más comunes son: maíz, avena, cebada, sorgo y trigo (y sus sub-productos) y melaza.
La cantidad a suministrar depende de las demandas de producción: una cabra seca no necesita de complementación energética mientras que una cabra en el pico de la lactación requiere cantidades importantes de energía.
Las fuentes proteicas más utilizadas son la pasta de soya y la harina de algodón, pero pueden utilizarse: pasta de coco, pasta de cacahuate, pasta de girasol, pasta de cártamo, harina de canola, alimento de gluten de maíz, granso secos de destilería y granos secos de cervecería.
La urea y las fuentes de NNP deben utilizarse según las recomendaciones ya vistas.
Después del parto, el consumo de alimento debe aumentarse gradualmente.
Las demandas nutricionales son muy elevadas, por lo que la hembra debe utilizar sus reservas corporales.
El consumo total de MS es un factor crítico para balancear la ración porque la combinación del consumo diario de forraje y de concentrado debe cubrir los requerimientos nutricionales:
Es indispensable que el chivo tome, inmediatamente después del nacimiento, el calostro de su madre.
El calostro es la secreción mamaria consecuente a las primeras horas que siguen al parto. Su diferencia con la leche no es únicamente por su aspecto más bizcoso y de color amarillento que se observa a simple vista, ya que su composición es muy distinta de la producida en plena lactación: leche y calostro tienen diferente composición en elementos nutritivos (grasa, proteína), en minerales y en vitaminas (sobre todo en vitamina A que es protectora epitelial). El calostro desempeña un papel purgante para evacuar el meconio y, sobre todo, tiene la propiedad de asegurar una protección inmunitaria pasiva al joven contra las agresiones microbianas durante las primeras horas de su vida, ya que es soporte de anticuerpos.
Si por cualquier causa no se pudiera suministrar al chivo calostro de su madre (muerte durante el parto, mamitis, etc.), se debe sustituir por calostro de otra cabra compañera de corral que haya parido el mismo día. La fase láctea propiamente dicha se llevar a cabo primeramente con leche de cabra para ir sustituyéndola progresivamente de forma que a los 10 o 12 días el chivo sólo tome leche artificial, también llamada lactoreemplazante o sustitutivo de leche de cabra. Aquí únicamente nos ocuparemos de los lactoreemplazantes y a ellos nos estaremos refiriendo al emplear la palabra leche a secas.
La composición y calidad de la leche artificial es muy variable, según la casa comercial que la fabrique, pero las grasas deben estar entre el 16 y 25% y las proteínas entre 19 y 33%.
La leche artificial se prepara diluyendo en agua potable una cierta cantidad de polvo, esmerándose en evitar los grumos y la espuma.
La concentración puede oscilar entre 13 y 24%, aunque la mejor se sitúa entre 13 y 17%, debiéndose efectuar en función de la grasa. Por concentración entendemos el porcentaje de polvos en un kilogramo de leche artificial y no la cantidad de polvo diluido en un litro de agua; as¡ por ejemplo, para un kilogramo de leche artificial con una concentración de 16% tendremos que colocar 160 gramos de polvo y 840 gramos de agua y si diluyéramos 160 gramos en un litro de agua la concentración sería de 13'8%. Dentro de esta técnica existen varias opciones, jugando con factores tales como forma de suministro, temperatura de la leche, número de comidas, etc., según se desee conseguir un destete más o menos precoz, condicionado principalmente por el coste de los polvos o por la simplificación del trabajo.
De cualquier forma todas son válidas si una vez decidida la variante se lleva la rutina diaria a rajatabla. Lo más pronto posible. Lo ideal es efectuarla durante las tres primeras horas. Se ordeña el calostro y se le suministra al chivo.
Puede atrasarse de 6 a 12 horas o incluso un día (chivos nacidos por la noche), de esta manera el chivo mama directamente de la madre, pero se ha de tener presente que a más tiempo con la madre más difícil será el aprendizaje. De cualquier forma es absurdo mantener al chivo m s de 36 horas con la cabra pues en ese tiempo el intestino del mismo ha perdido la permeabilidad a los anticuerpos del calostro. El chivo tiene que aprender a chupar de la tetina, para lo cual se requiere paciencia durante los 2 o 3 primeros días que dura la enseñanza. Es útil no intentar darle de mamar por primera vez hasta que no hayan pasado varias horas desde la retirada de la madre, con objeto de que tenga hambre; igualmente es conveniente dejar un par de chivos mayores y listos que enseñen por el instinto de imitación y
competitividad a los más pequeños. Un local o habitación aislada, limpia, sin corrientes de aire ni humedad, con una temperatura ambiente de 16 a 18ºC (conseguido mediante sistema de calefacción, con estufa de leña o lámparas de infrarrojos), con suelo de fácil drenaje (tierra apisonada) y cama seca (viruta, paja, etc.) renovada periódicamente. Espacio útil de acuerdo con las necesidades.
Desratización, desinsectación y desinfección son más prioritarias que en las otras dependencias ganaderas.
Distribución de la leche.
Los chivos pueden beber directamente de fiambreras, cubos o canalón (no si tetaron de su madre) o mamar a través de tetinas acopladas a recipientes tales como canalón o caja (es lo que denominamos multibiberón) a donde llega la leche por gravedad o es necesario un esfuerzo de succión. También se pueden emplear dispositivos automáticos representados por máquinas robots o nodrizas eléctricas.
Cualquier modo de distribución es correcto, aunque la velocidad de ingestión es más rápida en los sistemas de leche bebida directamente y en los de tetina por gravedad, lo que puede provocar accidentes digestivos, tales como timpanismos y diarreas, si no se toman precauciones. Es por lo que nos inclinamos al método de tetinas en donde se requiere el esfuerzo de succión y siempre bajo vigilancia para evitar problemas con los animales tímidos o débiles y con los glotones o fuertes, y puesto que el racionamiento individual (que sería lo optimo) es casi imposible en la práctica, s¡ es deseable el agrupamiento por lotes homogéneos de sexo, edad o formato. Caliente, a una temperatura de 35 a 40º C (lo que aguanta el dorso de la mano sin quemarse), fría a temperatura ambiente si el local es adecuado o refrigerada tras un periodo de acostumbramiento. Las tres opciones son válidas, aunque son las dos primeras lo habitual. Dependerá del sistema de distribución. Desde muchas tomas de pequeña cantidad (ab libitum), hasta una única toma al día con mayor concentración. Lo normalmente recomendado son dos comidas al día a horas fijas. Dependerá de la concentración. Por ejemplo, para una concentración de 16%, el consumo a las 4 semanas se sitúa en 1'8 Kg. y si las tomas se hacen dirigidas o racionadas se deben limitar a 1'5 kg. por día. Los chivos deben disponer de agua limpia, de heno de buena calidad (preferiblemente de alfalfa u otra leguminosa) y de un alimento concentrado, energético y apetitoso, presentado en gránulos de 2 mm y con 22 a 25% de proteínas. Cualquiera que sea el método empleado, es primordial la perfecta limpieza de los recipientes que se utilizan en la preparación y distribución de la leche, eliminando los sobrantes.
La desinfección periódica también es necesaria para evitar el crecimiento de bacterias patógenas. El destete es un paso delicado y coincide con profundos cambios fisiológicos. Si se hace demasiado pronto o en malas condiciones, el crecimiento del chivo se altera negativamente. Si se hace demasiado tarde no se mejora el índice de crecimiento pero sí se aumentan los costes de producción.
Con lactancia artificial se puede hacer el destete a la misma edad que con lactancia natural, esto es a los 90 días, pero se ha demostrado que el destete se puede efectuar a partir de las 5 semanas (35 días), siempre que el peso al nacimiento se haya multiplicado por 3. La respuesta al destete depende más del peso del cabrito que de su edad y de la forma de realizarlo (destete progresivo o brusco), con lo que el método de alimentación láctea dependerá de la forma de destete escogida.
Si se distribuye leche a voluntad o racionada a 1'7 Kg/día la ganancia media diaria es alta pero el consumo de concentrado y heno es reducido, con lo que el "choque" en el momento del destete se traduce en una disminución o incluso en una parada del crecimiento durante la primera o dos primeras semanas; lógicamente este choque es más acentuado cuando la chivita pesa 7 Kg y menos cuando pesa de 9 a 10 Kg. Cuando se desea reducir al máximo la cantidad de leche empleada practicando un destete precoz (35-42 días, 5 a 6 semanas), se utilizará un método de alimentación que una las ventajas de una distribución ab libitum de leche y una reducción de esta leche antes del destete, con el fin de favorecer el consumo de concentrados. Se comienza distribuyendo toda la leche que el chivo quiera tomar o racionándola a 1'7 Kg/día, y 10 días antes de la fecha escogida para el destete se le ir reduciendo progresivamente hasta llegar a no suministrar ninguna a los 40 días de edad.
También se puede hacer obligando al chivo a que disminuya la toma de leche y aumente la de concentrados y heno por su propia voluntad, al pasar de 2 tomas de leche al día a una sola toma, o de leche caliente a fría (que le gusta menos) o combinando ambas opciones. Cuando los chivos pesan entre 9 y 10 Kg se puede destetar bruscamente.
En este caso se prolongará la distribución de leche hasta los 50 días (7 semanas) momento del destete real.
Cada ganadero puede escoger la modalidad m s conveniente para sus necesidades concretas. Si reducir el coste de la alimentación es lo prioritario, optar por la primera forma de destete que exige menos leche que el segundo, pero que es m s exigente en mano de obra.
El segundo método es más cómodo de realizar puesto que se suprime la fase de disminución progresiva de la leche, lo que implica trabajar con 3 o 4 niveles de distribución distintos, ya que los chivos no tendrán todos la misma edad.
Este método, más caro económicamente que el primero, es el único posible cuando se utilizan amamantadoras automáticas, y es el seguido normalmente en explotaciones grandes, donde se han de criar muchos chivos al año y es necesaria economizar en mano de obra.
Por su tamaño van a requerir más forraje que las hembras, pero es todo lo que necesitan (si el forraje es de buena calidad) fuera de la época de empadre.
Deben recibir 500g a 1 kg de complemento proteico(14%PC)/día en época de empadres.
Deben estar en buena condición físisca, pero no obesos: ejercicio.
Con la técnica de lactancia artificial se obtienen mejores resultados económicos que con la cría natural, consiguiendo favorecer el consumo precoz de alimentos groseros que es una de las metas a conseguir en la explotación de un rumiante como la cabra.
Además no se pueden ignorar ciertas ventajas tales como poder comercializar más cantidad de leche de cabra, siempre más cara que el lactoreemplazante; poder criar más chivos y de manera especial los chivos problemáticos tales como los hijos no queridos (frecuentes en las primiparas), los huérfanos y los procedentes de partos múltiples; además la separación prematura de la madre facilita los controles de producción láctea, a la vez que evita la disparegidad entre las dos mitades de la ubre por la costumbre que los chivos tienen de mamar siempre de la misma teta (cabra resbalada o teticoja), lo que ocasiona una dificultad de manejo en el ordeño y sobre todo en el mecánico.
Igualmente reduce al mínimo el contagio de enfermedades infecciosas por lo que disminuye el riesgo de infecciones, y al crearse una obligación de rutina en el suministro de la leche hay una especialización del trabajo con lo que esta tarea de crianza de chivos se puede separar por completo del resto de faenas ganaderas, confiándola a personal específico (esposa o hijo del cabrero, por ejemplo), con lo que la vigilancia estrecha y diaria en tan vital edad hace disminuir al máximo las pérdidas por mortalidad.
Temas
Presentación
Alimentaciòn para cada etapa de la zootecnica
Alimentaciòn de cabras en lactancia en pastoreo y/o estabulaciòn
Problemas matabòlicos
Produccion de pelo y piel
Bibliografia