Fraternidad, es el lazo indestructible que nos une con nuestros semejantes en nuestros intereses comunes, sin implicar condición alguna; es la expresión del alma, es la manifestación libre del amor hacia nuestros semejantes. No importando que tengamos diferentes creencias, diferente ideología, diferentes gustos y aficiones o posición social.
Fraternidad, es la convivencia llena de afecto, inclusive, con personas que jamás hemos visto anteriormente, y que unidas en esa comunidad de intereses, que es la búsqueda de nuestro perfeccionamiento material y espiritual, cooperan con nosotros para lograr nuestros ideales, de maneta espontánea y libre de prejuicios.
Fraternidad, es el aprendizaje de nuestra propia naturaleza, que nos induce a conocernos a nosotros mismos, por el conocimiento de nuestros semejantes.
Fraternidad, es el compañerismo de nuestros semejantes, para con nosotros mismos lograr alcanzar nuestros ideales.
Fraternidad es la maestría que nos conduce por los senderos de perfección a través de la enseñanza mutua.
Fraternidad, es esa flama que ilumina y descubre todas esas Ciencias Ocultas, que existen en nosotros mismos, que nos muestran la razón de nuestra propia naturaleza.
Fraternidad, es el conocimiento oculto de todas esas naturalezas, y que está contenido en todos esos antiguos Tratados de Alquimia.
Fraternidad, es el proceso alquímico, por medio del cual, en el matraz, que implica el conocimiento de nuestra naturaleza interior, simbolizada por la tierra, unido a nuestra fuerza de Voluntad, simbolizada por el fuego, limpiando nuestras impurezas a través del agua y elevando nuestro pensamiento a través del aire, logramos la transmutación de un metal vil, como el plomo, en otro considerado como el más puro, es decir, el oro.
Fraternidad es el sentimiento más puro y noble que al ser compartido, en lugar de restarse, se multiplica.