Tres años de existencia, son, para la vida del hombre, poca cosa. Sin embargo, para la vida editorial, es bastante; y si hablamos de tres años para una revista que contiene una cosmovisión opuesta al modelo imperante...¡es en verdad mucho!

Sabemos que todo conspira contra el Espíritu. Ya el hecho de sentarse a escribir es viejo Arte, que no es visto con buenos ojos por aquellos que dominan el imperio de la técnica. Pero la Verdad llama al hombre, y uno debe enfrentar los obstáculos que le son impuestos. La Fe, la Voluntad, el Coraje, devienen en las armas del nuevo guerrero.

Bajo los Hielos, permanece. Su mensaje no es otro que el invitar a todos los hombres de buena voluntad a detener el diálogo interior-exterior, para vislumbrar aquello que hemos olvidado y que, empero, es lo más importante: nuestra relación con lo Superior, es decir en último término, Dios.

Han sido tres años difíciles. Y hemos caminado prácticamente solos. Quisiéramos más comunicación con aquellos que son nuestros lectores. Sabemos que ellos son un público eminentemente silencioso, lo cual no está mal desde un punto de vista espiritual, sin embargo, es útil para los Editores conocer el pensar de quienes son sus remitentes.

Poesía, Arte, Música, Política, Religión, han sido temas tratados en nuestras páginas. Siempre lo hemos hecho con seriedad y respeto. Detestamos los prejuicios y las discusiones fáciles, en las que alguna vez se nos quiso hacer caer. Pues, ciertamente, esta no es una revista comprometida con ningún grupo religioso o político, sino con la búsqueda de la realización de los hombres y la lucha contra el desenfrenado materialismo de esta época.