Reseña del libro del Padre Juan Carlos Ceriani "EL REVERENDO PADRE LEONARDO CASTELLANI. UN PROFETA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS" (*) (Jorge Fuentes) |
Este opúsculo ha sido escrito por un sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (fundada por Monseñor Marcel Lefebvre). El autor dice: "En este año 2001, vigésimo aniversario de la muerte del Reverendo Padre Leonardo Castellani (1899-1981), publicamos esta reflexión basada sobre su enseñanza con dos intenciones: homenajear a ese profeta de los últimos tiempos, y proporcionar al hombre moderno desorientado la luz de la verdadera Tradición Católica y de la interpretación genuina de las Profecías" (p. 2) Todos los textos citados fueron escritos entre 1944 y 1963, por lo que llaman más la atención sus conjeturas proféticas. ¿Cuáles son sus conclusiones sobre el futuro de la Iglesia y de la Cristiandad? Afirma: que la Cristiandad será pisoteada; que "la Iglesia cederá en su armazón externo; y los fieles "tendrán que refugiarse" volando "en el desierto" de la Fe" (p. 4); que "el democratismo liberal será reforzado nefastamente por una religión preñada del Anticristo" (p. 5); "mientras tanto, a los que no quieren ver, a los que ven pero no aman bastante la verdad, a los católicos de cartelito, se les suministra una religión y una moral de repuesto" (p. 5). Luego el Padre Ceriani afirma que la Iglesia Conciliar (la que tomó el poder en la Iglesia Católica a partir del último Concilio) ha optado por la Revolución. Para esto, cita textos, de claro sabor modernista, del Cardenal Ratzinger y del Papa Juan Pablo II. Y a continuación cita críticas al modernismo del Papa San Pío X y Monseñor Lefebvre. ¿Cuáles son las alternativas que se le presentan actualmente al católico? En primer lugar el utópico proyecto de la Civilización del Amor de los Papas conciliares. En segundo lugar un reflorecimiento de la Cristiandad, pero el Padre Castellani no cree que la Restauración sea posible: "Es un milenarismo malo, que espera el Reino de Cristo en la tierra antes de la Venida de Cristo, y obtenido por medios temporales, y consistente en un esplendor de la Iglesia también temporal" (p. 11). "Es el mismo sueño carnal de los judíos, que los hizo engañarse respecto a Cristo" (p. 11). Pero entonces, ¿cuál es la estrategia trazada por el Padre Castellani? El siguiente párrafo expresa, con maestría, lo que él pensaba: "Tenemos que luchar por todas las cosas buenas que han quedado hasta el último reducto, prescindiendo de si esas cosas serán todas "integradas de nuevo en Cristo", como decía San Pío X, por nuestras propias fuerzas o por la fuerza incontrolable de la Segunda Venida de Cristo. "La Verdad es eterna, y ha de prevalecer, sea que yo la haga prevalecer o no"... "Dios no nos pide que venzamos, Dios nos pide que no seamos vencidos". ¡La Iglesia es eterna!, dicen los democratacristianos. La Iglesia es eterna en el sentido que Jesucristo habló; pero la organización externa de la Iglesia, digamos el Vaticano, no es eterna: esa organización ha sido quebrada y reformada muchas veces. Y la Iglesia será quebrada al fin del mundo. Lo que es eterno es el alma del hombre unida a Dios...unida a Dios para ser usada" (p. 12). El Padre Ceriani concluye que "como síntesis de la reflexión sobre todos estos textos sólo nos queda decir que es cada vez más evidente que la lucha contrarrevolucionaria abarca dos combates que han de desarrollarse en dos tiempos distintos: un combate de resistencia, conservador, y un combate para restablecer el Reino de Cristo Rey" (p. 14). El combate de resistencia impone tres límites a los combatientes, que deben ser respetados: 1º) La misión de las fuerzas contrarrevolucionarias no es de ruptura, sino de resistencia, para conservar los restos. 2º) Las fuerzas contrarrevolucionarias son, humanamente, impotentes. 3º) Las fuerzas contrarrevolucionarias están constreñidas por los medios de la "legalidad" revolucionaria. El segundo combate, ofensivo, según el texto, el que "..tendrá por objetivo arrancar el poder a la Bestia y restituírselo a Cristo Rey, es obra personal de Dios. Sin embargo, el Divino Maestro espera que el pequeño número intervenga por la oración y la penitencia para remover el obstáculo que se opone a la acción divina, e incluso, en una cierta medida, para desencadenarla" (p. 15). El texto reseñado es expresión del tradicionalismo católico, y es un buen ejemplo de como se ve y se encara el combate desde una óptica pesimista, pero creo que es un pesimismo realista. Mucho más realista que la de aquellos que creen, ilusoriamente, haber ganado el combate, sin darse cuenta que las fuerzas de la resistencia viven, cada día más, un asedio sofocante y aterrador. ©Jorge Fuentes URL de esta página: https://www.angelfire.com/zine/BLH/nueve8.html
NOTA (*):El Reverendo Padre Leonardo Castellani. Un Profeta de los Últimos Tiempos. Buenos Aires, 2001, 16 pp. |