1. La Cárcel como Escuela de Delito.
1. La cárcel como escuela de delito.
Cuando un hombre ha estado en la cárcel una vez, vuelve. Es inevitable, las estadísticas
lo demuestran. Los informes anuales de la administración de justicia penal de Francia
muestran que la mitad de los que comparecen ante los jurados y dos quintas partes de los
que anualmente comparecen ante los órganos menores por faltas reciben su educación en
las cárceles. Casi la mitad de los juzgados por asesinato, y tres cuartas partes de los
juzgados por robo con allanamiento son reincidentes. En cuanto a las cárceles modelo,
mas de un tercio de los presos que salen de estas instituciones supuestamente correctivas
vuelven a ser encarcelados en un plazo de doce meses después de su liberación.
Otra característica significativa es que la infracción por la que el hombre vuelve a la
cárcel es siempre mas grave que la anterior. Si antes era un pequeño robo, vuelve ya por
un audaz robo con allanamiento. Si la primera vez le encarcelaron por un acto de
violencia, lo mas probable es que vuelva luego como asesino. Todos los tratadistas de
criminología coinciden en este punto. Los ex-presidiarios se han convertido en un grave
problema en Europa. Y ya sabemos como lo ha resuelto Francia: decretando su
destrucción total por las fiebres de Cayena, un exterminio que se inicia en el viaje.
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