Desde hace más de veinte años, los
militantes de "izquierda" viven una situación paradójica: mientras que tanto en
Francia como en Europa los partidos social-demócratas han estado al frente de
gobiernos durante largos periodos, la idea según la cual la Izquierda habría
acompañado al liberalismo en su desarrollo bajo todas sus formas (económicas y
"de sociedad" (1)) es actualmente en gran parte compartida incluso dentro de su
propia militancia. Peor aun: la sospecha de que la Izquierda no solo habría
acompañado, sino encumbrado al liberalismo, gana terreno.
Este malestar es difícil de traducir ideológicamente y es un misterio para
muchos que la Izquierda pueda haber servido desde hace 20 años al proyecto de
fuerzas totalmente opuestas a la vieja esperanza socialista de una sociedad
realmente humana y decente (2).
Al final del siglo XIX la Izquierda había firmado una "alianza" con el
movimiento obrero o socialista, para luchar contra las fuerzas reaccionarias que
trataban de desestabilizar las conquistas de la revolución de 1789. Esta alianza
se encarnaba en el combate republicano y la lucha contra los tres poderes del
Antiguo Régimen: la Iglesia, el Ejército y la Nobleza.
El movimiento socialista se estructuraba sobre una doble oposición: no solamente
hacia el Antiguo Régimen, sino también por la resistencia a los efectos
destructivos de la dinámica capitalista sobre las condiciones de vida y la
solidaridad comunitaria del proletariado.
Dicho en otras palabras, la Izquierda ha sido desde siempre distinta del combate
socialista, tanto en lo referente a sus adversarios (el antiguo régimen para la
Izquierda, el capitalismo para el socialismo) como a sus modalidades (la
Izquierda es un proyecto político apoyado por las clases educadas, el socialismo
es al contrario una cuestión social, apoyado por un movimiento, el movimiento
obrero). La novedad del final del siglo XX es el abandono de la alianza entre la
Izquierda y el movimiento socialista, por razones debidas tanto a la capacidad
de resistencia y de reciclaje del capitalismo como a la sociología de las élites
políticas de los grandes partidos de la Izquierda.
Volvamos ahora a la ideología de la Izquierda, cuya coherencia es notable.
Estructurada por la matriz filosófica de la Ilustración (individualismo,
utilitarismo y creencia en el Progreso), estaba totalmente dispuesta a
desarrollar hasta sus últimos extremos el pensamiento liberal, puesto que ella
misma había salido de la Ilustración (3). Postulando que toda vinculación a una
comunidad, a un pasado, a una historia, debe ser combatida por el hecho de su
carácter ontologicamente servilista, el movimiento liberal, actualmente apoyado
por la Izquierda, ha reformulado su proyecto en estos términos: la humanidad
debe ser reunida bajo el reino de individuos soberanos, como átomos de un
mercado mundial desregulado, donde las antiguas estructuras económicas y
mentales deberán ser superadas, como tantos otros símbolos de un orden antiguo
que es necesario terminar de derribar. De ahí comprendemos que el capitalismo es
un proyecto de esencia revolucionaria y anti-conservador...
Percibimos en este estadio de análisis el rol impulsor jugado por los
acontecimientos de Mayo del 68 en la liberación de la ideología liberal y el rol
jugado por la careta del progresismo cultural en esta orientación (4). A las
antiguas luchas en que la Izquierda se batía junto al movimiento socialista y
que se caracterizaban ante todo por el cuestionamiento de la lógica de la
acumulación capitalista van a ser substituidas por las luchas "de sociedad"
(derecho de las minorías étnicas y sexuales, luchas simbólicas, antirracismo,
derechos humanos, etc), que ya no van a oponer más a las clases proletarias
contra los capitalistas sino a las élites bienpensantes y generosas frente al
pueblo. Hemos pasado así, en apenas treinta años, de una situación de respeto
hacia la clase obrera, "futuro de la humanidad", a su caricatura en la
figura de un "Torrente", símbolo de un pueblo de horteras, paletos racistas,
xenófobos y machistas.
La brecha política y sociológica entre la Izquierda y la gran mayoría de los
asalariados está por completo contenida dentro de esta elección ideológica y por
la preferencia bien declarada por las luchas "de sociedad" sobre las luchas
sociales, en un contexto donde la existencia misma de la clase obrera es puesta en
cuestión, mediática y políticamente (5).
El combate socialista debe entonces volver a sus fundamentos: el terreno
económico y social. Y en esta ocasión, debe contar con otros recursos de dentro
de nosotros mismos distintos del egoísmo al que el modelo del homo economicus de
la teoría económica liberal nos reduce. Un cierto número de valores existentes,
empezando por los de la decencia, es decir la intuición de que "hay cosas que no
se deben hacer", que las clases populares tienen por sí mismas. Estas
intuiciones se deben traducir en el rechazo de la competencia, la solidaridad
entre las gentes, el respeto por los valores simples de honestidad y de trabajo.
Valores, ¿una palabra difícil de emplear para la Izquierda?. Si, pero
abandonarlos supone someterse al único valor que sobrevivirá en su lugar: el
dinero.
(1) "Ampliación del campo de
batalla", Michel Houellebecq, Anagrama, 1999, 174 páginas
(2) "Impasse Adam Smith", Jean-Claude Michéa, Editions Climats, 2002, 194
páginas
(3) De la "mano invisible" de Adam Smith al "dulce comercio" de Montesquieu, la
Ilustración ha sido el agente que más ha contribuido a la propagación de las
ideas libre-cambistas y liberales. No es necesario recordar que una de las
primeras leyes
que organizaron la economía después de 1789 fue la Ley "Le Chapelier" que ordena
la supresión de las corporaciones, percibidas como trabas al desarrollo libre y
concurrencial.
(4) "Prohibido prohibir" no es acaso el precursor del slogan publicitario -"Just
do it"- que todas las grandes firmas han utilizado para traducir, en el campo
económico, las ideas de rebelión individualistas que portaba el movimiento de
mayo del 68, ¿quizás porque las defendieron a su costa?
(5) Leer en esta misma web el artículo "La
derrota del proletariado" |