LA RIVALIDAD ENTRE HERMANOS:
CAUSAS, CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES
Y por qué a todos (y no solamente a los padres) nos interesa este antiguo problema.
por
William Antonio Boyle, Ph.D.
Parte 3 (De regreso a la
Parte 2)
QUE PUEDEN HACER LOS PADRES
1. En primer lugar, cuando se está esperando un nuevo bebé en la familia, comenzar con bastante anticipación a hablarles y convencer a el o los hijos mayores de como los padres van a necesitar la ayuda de ellos cuando llegue el nuevo bebé, y de sus importantes responsabilidades como hermanos mayores, las cuales van a durar por el resto de sus vidas, y que van a ir cambiando al ir creciendo el nuevo hermanito menor.
2. Planificar o separar los nacimientos de sus hijos con intervalos de tiempo suficientes para evitar tener más de un hijo a la vez necesitando el mismo tipo de atención y cuidados. Además, como se mencionaba anteriormente, si el o los hijos mayores están aún muy pequeños, no van a tener la capacidad para entender los razonamientos y explicaciones de los padres respecto a los esfuerzos y cuido que requerirá el nuevo bebé, y siendo así, no podrán responder a la llegada del nuevo hermanito en una forma razonada, sino en forma puramente emocional y negativa. Es de notar que en la ley judáica era permitido el aborto si la madre tenía ya un hijo, y éste era aún menor de los dos años de edad.
3. Observar con atención a sus hijos, y continuamente exhortar a los mayores respecto a la necesidad de ayuda que tienen los padres con el cuido de los menores.
4. Los padres NUNCA deben demostrar preferencia por uno de sus hijos (por supuesto, pueden TENER preferencia o simpatía especial por uno de ellos - el daño está en DEMOSTRARLA). El demostrar preferencia por uno de sus hijos es una de las actitudes más tóxicas que pueden tener los padres para con su familia, promoviendo el desarrollo de la rivalidad fraternal. Todos los niños sospechan de que sus padres quieren más a otro de sus hermanos (y no a ellos). No existe ninguna buena razon para confirmarles estas sospechas y con esto promover los sentimientos de rivalidad entre éllos (Ver también: La rivalidad fraternal y el favorito de la familia).
5. Otro error que tienden a cometer muchos padres es el de identificarse de sobremanera con uno o más de sus hijos y de satisfacerles todos sus deseos o "tratar de darles todo lo que el padre no tuvo durante su infancia." Esta actitud de los padres tiende a impedir que ese hijo supere su etapa egocéntrica y a su desarrollo de sentimientos de cooperación para con sus hermanos y otras personas. Hace más de 200 años el filósofo francés Juan Jacobo Rousseau nos decía:
"¿Saben cuál es la manera más segura de hacer infeliz a un niño? Es acostumbrarlo a satisfacerle todos sus deseos. Porque, al ir creciendo, sus demandas irán aumentando. Tarde o temprano, los deseos del niño sobrepasarán nuestra capacidad de satisfacerlos, y esta desacostumbrada negación le causará mayor tormento que la falta de aquella cosa que nos demanda."Y, a partir de ese dolor vendrán odio y desprecio.
Este error también tienden a cometerlo los padres de hijos únicos, o con el hijo u hija mayor, (durante el período en el cual él o ella era aún hijo único) y también lo cometen frecuentemente padres o familiares quienes, durante la infancia de ELLOS, sufrieron por abusos o falta de cuido - Ellos "en realidad" no les están dando este exceso de amor y atención al niño o a la niña, sino que se lo están dando a SI MISMOS (como una forma de compensación subconciente a la falta que sufrieron durante la infancia de ELLOS). Estos padres (o quienes cuidan del niño o niña) sienten que lo único que necesita el niño o niña es AMOR. El problema está en que estos niños que reciben esta clase de amor y atención "superabundante," si ésto no está acompañado de suficientes ejemplos e instrucción moral y ética, tienden a NO superar la etapa egocéntrica - pueden crecer y llegar a ser adultos MUY inteligentes y creativos, pero por lo general usarán sus talentos SOLAMENTE para su PROPIA gratificación. Pueden también convertirse en manipuladores y abusadores, simplemente por que no han desarrollado las estructuras mentales que les permiten identificarse con el daño o sufrimiento que pueden estarle causando a otros (Ver Cartas de Lectores, y también la Nota 2, Abuso de Poder o Autoridad).
6. Otra actitud sumamente tóxica que pueden tener cada uno de los padres para con sus hijos, es demostrales APROBACION por sus comportamientos dañinos o destructivos, tales como el faltarle el respeto al otro padre, a sus hermanos, o a otras personas.
7. Por los factores mencionados anteriormente, no es conveniente dejar solos a los hijos, con los mayores cuidando a los menores, si el o la mayor tiene menos de doce años de edad.
8. Con frecuencia razonable, los padres deberán de planificar y realizar actividades conjuntas con toda su familia. En éstas, se deben evitar juegos y competencias en los que uno de los hijos "gana" y los otros "pierden," sino más bien enfatizar actividades en las que TODOS "ganan" si cooperan unos con otros.
9. El temperamento con que nace cada niño es cosa de suerte, la naturaleza lo selecciona al azar sin pedir la opinión de los padres. Así pues, hay niños que vienen ya con temperamento abrasivo, o con voluntad fuerte, o son coléricos y fácilmente irritables. Por el contrario, hay otros que nacen con temperamento suave y dulce, complacientes y obedientes (Se considera que el temperamento de un niño se manifiesta en su intensidad emocional, nivel de actividad, y sociabilidad). Los padres, o quienes esperan llegar a ser padres, deben estar preparados para el hecho de que cada uno de sus hijos va a nacer con su temperamento propio, y deben estar preparados para criar y educar a cada uno de sus hijos trabajando con el temperamento innato de ese hijo. Hay que reconocer que lo importante para el futuro papel de ese hijo como verdadera persona humana no es su temperamento, sino su carácter. El carácter de cada persona es el resultado de su temperamento innato sumado a la crianza dada por sus padres.
10. Más que ninguna otra cosa, los padres necesitan dedicar tiempo a CADA UNO de sus hijos. Sin pedirles su consentimiento los hemos traído a este mundo - Necesitamos tomar el tiempo para tener una parte activa en la formación de sus mentes, para compartir con ellos la experiencia de nuestras vidas, para llegar a ser para ellos un verdadero amigo (Y, no - no se puede llegar a ser su amigo simplemente comprándoles cosas materiales en vez de compartiendo nuestro tiempo con ellos. Además, el ser su amigo NO significa dejar de ser su padre o madre o dejar de ser la fuente de autoridad moral dentro de la familia). Si no estamos dispuestos a tomar este tiempo, realmente necesitamos preguntarnos: ¿Cuál fué nuestro propósito en traerlos a este mundo?
QUE PUEDE HACER LA COMUNIDAD
Hay varias formas en que la comunidad puede ayudar a disminuir la ocurrencia de los muchos problemas causados por la crianza inadecuada (o "mala crianza") de los hijos, incluyendo la rivalidad fraternal. Especialmente es necesaria la ayuda de la comunidad para aquellas familias que han sufrido traumas debido a desastres naturales o sociales. Además, la comunidad definitivamente tiene un interés especial en romper este círculo vicioso de ignorancia que hace que estos problemas sigan trasmitiéndose de generación en generación.
Una forma de ayudar a disminuir este problema es incluyendo los conceptos discutidos acá dentro de los programas de estudio de primaria y secundaria, dentro de los cursos sobre Educación para la Vida Familiar, o en los de Estudios Sociales. Esto tiene que comenzar desde los primeros grados, con los conceptos más sencillos y generales, llegando hasta discusiones más detalladas sobre sus causas y consecuencias para los estudiantes de secundaria. Así pues, la educación sexual es necesaria pero no es suficiente para preparar a los futuros padres para la vida familiar.
Por estas mismas razones, tal vez se podrían incluir estos conceptos en asesoramiento psicólogico o en cursos para las parejas como parte del proceso preparatorio para el matrimonio civil o religioso. De ser posible, este asesoramiento o cursos deberían hacerse obligatorios. Y, dado que hay hijos que nacen fuera del matrimonio, también podrían darse asesoramiento o cursos semejantes a todas las mujeres embarazadas o que recién han dado a luz, tal vez como parte de la ayuda social o médica pre- y postnatal. De ser posible, estos cursos deberían ser evaluados, con alguna pequeña recompensa (tal vez monetaria) para quienes los terminen exitosamente. (A manera de ejemplo, la compañía Magna Systems distribuye una serie de videos educativos en inglés, que se podrían traducir al español y adaptar para estos cursos).
Esto también significa que probablemente sea recomendable re-examinar planes y programas de desarrollo económico u social en vista a si incluyen o no apoyo suficiente para el bienestar familiar. Tales planes y programas generalmente enfocan aspectos como el crecimiento económico, aumento de empleos, y mejoras en la salud o nutrición. Sin embargo, si estos planes no incluyen componentes adecuados de apoyo a largo plazo para el bienestar familiar (e.g., para que los padres puedan compartir suficiente tiempo con sus hijos, y en preparación para el cómo ayudar a estos hijos a convertirse en miembros activos y productivos de la comunidad) entonces estos planes son, a la larga, improductivos, y un malgasto de esfuerzos y recursos.
Si no incluyen apoyo adecuado para la familia, estos programas son inútiles ya que, aunque se logren sus metas económicas, de salud o nutrición, su resultado final serán familias con aparente abundancia de posesiones materiales, y con hijos aparentemente saludables y bien nutridos. Pero, si estos hijos no han desarrollado lazos afectivos adecuados con sus familias y su comunidad, les hará falta una visión interna de un propósito positivo en la vida, y se convertirán en "resentidos sociales" que fácilmente caerán presa de las drogas, pandillas ("gangas" o "maras") u otros comportamientos destructivos hacia la comunidad o hacia sí mismos - un resultado claramente no deseable, ni para la comunidad ni para el individuo. Sin embargo, esta deprimentemente situación parece estar ocurriendo con cada vez mayor frecuencia en comunidades en todas partes del mundo.
Por ésto es que cada comunidad necesita trabajar en el desarrollo y promoción de sistemas de empleo que permitan a los padres pasar suficiente tiempo con sus hijos, y en el desarrollo de sistemas efectivos de trabajo social y de guarderías infantiles. Recordemos que, en la medida que no se logren resolver estos problemas, nos tocará a nosotros (y a nuestros hijos) el vivir con sus consecuencias.
LA IMPORTANCIA SOCIAL TRASCENDENTAL DE LA RIVALIDAD FRATERNAL
Lo dicho anteriormente dá una idea de la importancia y consecuencias de la rivalidad fraternal dentro de cada familia, y de sus efectos negativos, los cuales pueden durar por muchas generaciones. Sin embargo, la rivalidad fraternal también puede tener consecuencias sociales trascendentales, cuyos efectos efectos negativos perniciosos y persistentes han permeado la historia humana y continúan manifestándose al presente. Podemos comenzar postulando que la principal fuente de daño moral humano (esto es, cualquier mal, daño o perjuicio causado a seres humanos por seres humanos) es el abuso de poder o autoridad (Esto en contraste con el daño causado por accidente o desgracia natural, sin deberse a un acto voluntario de persona alguna; ver Nota 2, Abuso de Poder o Autoridad).
A través de la historia, se han repetidamente reconocido los daños sociales causados por el abuso del poder, y se han lamentado y deplorado una y otra vez. Ya que tenemos tanto tiempo de darnos cuenta de lo nocivo que es el abuso del poder, ¿Cómo es que continúa manifestándose? ¿Dónde es que la gente aprende a abusar del poder? ¿Dónde es que aprenden que "la fuerza hace el derecho"? (O, tal vez más acertadamente, ¿Dónde es que NO aprenden a no abusar del poder que puedan llegar a tener?).
El lugar donde es más natural suponer que aprendemos (o no aprendemos) estas cosas es en el ambiente familiar de nuestra niñez, a través de nuestras contínuas y repetidas interacciones con nuestros padres y hermanos - el ambiente familiar es la fuente de nuestros más duraderos patrones de pensamiento y acción, y de nuestros valores morales (¿Qué cosas les enseñamos a valorar a nuestros hijos? ¿Qué cosas les enseñamos a admirar? ¿Qué cosas les enseñamos a amar? ¿Qué cosas les enseñamos a odiar o a aborrecer? - ¿O simplemente dejamos que aprendan estos valores de la TV? - ¿O de las empleadas - que apenas ganan salario mínimo - de la guardería infantil?).
Y, ¿qué significa todo ésto respecto al abuso de poder?
Lo que significa es que, de acuerdo a ésto, algunos seres humanos aprenden a abusar de su poder directamente, a través de las situaciones de rivalidad fraternal no supervisadas o no controladas que sufren en su niñez - mientras que otros aprenden a abusarlo indirectamente, a través de los ejemplos o los abusos que sufren de parte de los primeros, al llegar éstos a ser padres o a posiciones de autoridad - y así sucesivamente.
Debido a la naturaleza de la estructura mental humana, para los niños pequeños, la fuerza ES el derecho. Para los niños muy pequeños, cualesquiera medios que estén disponibles para satisfacer sus deseos están automáticamente justificados; ellos naturalmente no tienen ningún concepto de que el "abuso del poder" sea "malo." Siempre que dentro de la familia los padres no ejerzan su autoridad moral para hacerles ver lo contrario, los hijos, tanto los mayores como los menores, aprenderán que el abuso del poder es aceptable. Y, cuando estos niños crezcan y a su vez formen sus familias, ésto es lo que SUS hijos aprenderán de ellos. Así pués, este efecto nocivo de la rivalidad fraternal también se transmite de generación en generación. Y si alguien no tiene sentido de que el abuso del poder para con miembros de su propia familia es moralmente malo, cabe pensar que tampoco tendrá este sentido para con el resto de las personas en su ambiente social.
Lo anterior se puede considerar como un mecanismo o secuencia "accidental" o "no intencional" para el origen de la personalidad propensa al abuso de poder. Pero también puede existir el caso profundamente patológico de aquellos padres, familias, o grupos sociales que activamente les enseñan a sus hijos que el abuso de poder es un valor moral deseable; esto es, de que el abuso es una forma aceptable de resolver conflictos o de imponer la voluntad propia sobre otros. Si se acepta de que el abuso de poder es la fuente principal de daño moral humano, entonces esta clase de enseñanza definitivamente debería de considerarse como un crimen en contra de la humanidad. En vista de ésto, yo sugiero que los valores más importantes que uno puede inculcarles a los niños son, uno, el amor al aprender en todas sus formas, y dos, el aborrecer el abuso de poder, también en todas sus formas.
UN ENCUENTRO CON UN EXTRAÑO
Habrán muchos lectores que dirán: "Todo ésto está muy interesante, pero no tiene que ver conmigo. Yo trato de educar bien a mis hijos y nunca he tenido grandes problemas con ellos. Ellos se quieren y se ayudan entre ellos... ¿Los hijos de otras familias? Bueno, eso es problema para otros, no es problema mío."
Estos lectores parecen olvidar que SUS hijos y SU familia NO existen solos en el mundo. Algún día, inevitablemente al crecer y salir sus hijos a la vida adulta, van a tener que tener contacto con el mundo exterior, e interactuar y coexistir con los hijos de esas otras familias. Si esos otros tienen serios problemas mentales debido a la crianza inadecuada que hayan tenido, los resultados fácilmente pueden ser trágicos o fatales.
Un ejemplo pertinente es el caso de Ennis Cosby, el hijo del famoso y millonario comediante y educador Bill Cosby. Ennis era un muchacho casi perfecto; bien educado, agradable y considerado con los demas. Estaba ya casi por terminar exitosamente sus estudios universitarios, y era el orgullo de sus padres y de toda su familia. Pero una noche de enero de 1997 en Los Angeles, tras detenerse en una autopista a cambiar la llanta de su carro, tuvo un encuentro con un extraño, Mikail Markhasev, y ese encuentro le trajo la muerte. ¿Porque Markhasev no pudo contener su impulso de quitarle la vida a Ennis Cosby? Tal vez nunca lo sabremos. Pero, es probable de que si Markhasev hubiera tenido una infancia y crianza adecuadas, habría tenido las bases para contener su impulso asesino.
Así pues, cuando pensemos sobre quienes son nuestros "hermanos" tenemos necesariamente que comenzar pensando en aquéllos con quienes compartimos padre, madre, crianza o familia. Sin embargo, tanto la Biblia como la ciencia nos aseguran de que, remontándonos a la antiguedad, todos los seres humanos descendemos de una misma madre. Entonces, si es que de veras tenemos interés en el bienestar presente y futuro de nuestros "verdaderos" hijos y hermanos, tal vez es saludable que ahora tomemos unos momentos para comenzar a pensar de nuevo sobre qué es lo que es VERDADERAMENTE importante en esta vida, y sobre el significado de aquellas sabias preguntas del Antiguo y del Nuevo Testamentos:
-"¿Qué acaso soy yo el guardián de mi hermano?" ("¿Es que tenemos nosotros alguna obligación de velar por el bienestar de nuestros hermanos?"), y
-"¿Quién es mi prójimo?" ("¿A quiénes tenemos la obligación moral de considerar realmente como nuestros hermanos?")
W. A. Boyle, Silver Spring, Maryland, E.E. U.U. - 14 de diciembre de 1998.
Lecturas adicionales en inglés.
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