TRASFONDO HISTORICO DE LA FORMACION DE LOS COLEGIOS METODISTAS EN EL PERU

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TRASFONDO HISTÓRICO DE LOS COLEGIOS METODISTAS EN EL PERÚ

Por: Rev. Lic. Jorge Bravo C.

I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

1877-1887

Llegada del Obispo William Taylor al Callao procedente de los Estados Unidos de Norteamérica (Iglesia Metodista Episcopal).
Estableció una iglesia y una escuela en Mollendo.
Abrió una escuela en Tacna.
Fundó una escuela e iglesia en Iquique.
En 1885, Carlos Lisson, decano de la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, instó a los peruanos a adquirir hábitos de trabajo esforzado y aquellos valores asociados con la ética protestante.
A pesar de las facilidades que tenía de parte de las compañías extranjeras, Taylor advierte que la gente que trabajaba en ellas no le interesaba tanto la religión, sino que estaban preocupados por la educación de sus hijos principalmente, de ahí que los misioneros que vendrían a estos lugares serían primeramente maestros para las escuelas que el Obispo Taylor fundara a lo largo de la Costa del Pacífico.
En 1887 concluye el proyecto de auto-sostén del Obispo Taylor al retirarse el pastor metodista J.M.Baxter.

1888

Llega desde Argentina el pastor metodista Francisco Penzotti al Callao, prestado por la Sociedad Bíblica Americana.

1889

Fundación de la Iglesia Metodista Episcopal en Perú (Callao, 10 de Enero). Primera iglesia protestante de habla hispana en el Perú.

1890

Organización de la Conferencia de la Iglesia Metodista Episcopal en el Perú.

1891

Llega al Callao procedente de Argentina el Rev. Thomas Wood, pastor metodista.
Se organiza el Distrito del Perú, cuyo Superintendente es el Rev. Wood.
Se funda el Callao High School (Colegio América) el 15 de Setiembre. Está constituido por dos escuelas y un kindergarten, con énfasis en la coeducación, en el área comercial y el inglés. Su reputación consistía en su alto nivel, puntualidad, eficiencia y su sentido liberal.
Servía a la población del puerto del Callao teniendo en cuenta a los sectores marginados de la sociedad.
Las compañías extranjeras tenían mucho interés en la educación que se brindaba.
Elsie Wood, hija de Thomas Wood, abre cinco escuelas pequeñas en el Callao que luego conformarían el Callao High School (1895).

1899

El Dr. Wood participó directamente en la creación de la Escuela Técnica de Comercio para niños, con auspicio de la Cámara de Comercio de Lima.

1900

Alejandro Deusta y Francisco García Calderón, líderes de la "reacción espiritualista", civilistas aristocráticos, tienen buenas relaciones con los misioneros protestantes.

1904

La Conferencia Anual acuerda expandir la Obra Metodista a la Sierra Central. Al misionero metodista Joseph Knotts no se le permite aperturar una escuela para niños en Lima, debido a la negativa del Superintendente Dr. Wood para apoyar este proyecto. Se le envía a la ciudad de Tarma, ubicada en la sierra central, para establecer una escuela para niños.

1905

Fundación de una iglesia y una escuela (English Academy) en la ciudad de Tarma, por el misionero metodista Joseph Knotts, sostenida por la Misión. (En 1913, esta escuela fue trasladada a la ciudad de Huancayo, tomando el nombre de American School of Huancayo).

1906

Fundación del Lima High School (Colegio María Alvarado) a cargo de la Women's Foreign Missionary Society. Este colegio fue fundado por Elsie Wood-Schofield.
Era una escuela con niveles de primaria, secundaria y kindergarten, para niñas de Lima y provincias.

1910

Se establece la Obra de Cerro de Pasco. (En 1920 la antigua escuela fue abierta bajo la protección de la Pasco Copper Corporation).

1913

Apertura de un centro de predicación y una escuela (American School) en la ciudad de la Oroya.
Apertura del American School of Huancayo (Cf. Acta 5ª de la Conferencia, Diciembre 16-21, 1913). En 1920 cambió de nombre por el de Andean School (Colegio Andino).
Tenía niveles de kindergarten, primaria y comercial (1920-1924).
Llegó a ser el colegio más importante de la ciudad de Huancayo y alrededores.
Fundación de la Anglo American School of La Victoria (Colegio América de La Victoria), con un sistema co-educacional y con énfasis en el idioma inglés. Con niveles de kindergarten y primaria. Funcionó en un local alquilado en la esquina de Luna Pizarro y Humbolt, luego en la 4ta. Cuadra de la Av. Bolivar (local del casino de la Victoria). El pastor Zacarías Ribeiro fue su fundador.

1917

Se organiza el Instituto Bíblico de Huancayo.
Se inaugura la Obra en Smelter. (En 1923 funciona una escuela bajo el patrocinio de la Pasco Copper Corporation).
Se establece una escuela en Chincha Alta con el nombre de Liceo Anglo Peruano, a cargo de la National Missionary Society. Su fundadora y directora fue la Srta. Isabel Algorta, hija del pastor Ruperto Algorta y ex-alumna del Lima High School.

1920-1930

Inauguración de la iglesia en la Oroya (inicio en 1913).
Fundación del North American Institute for Boys por la Misión Metodista, el cual se fusionó luego con la Anglo Peruvian School (Colegio San Andrés), cuyo director fue John Mackay.
El 4 de julio de 1927, La Anglo American School of La Victoria (Colegio América de La Victoria) inaugura su local propio en el Jr. Huascarán 507, con una sola planta. Que al decir de la gente de ese tiempo era el mejor del distrito.
En 1929 el presidente Augusto B. Leguía firma un decreto ley en el cual se prohíbe dar instrucción protestante, inclusive en colegios administrados y financiados por protestantes.
Ya en 1930 existen escuelas en Goyllarisquisga, Chincha Alta, Guadalupe, Tambo de Mora, Ica, Huaral y Chosica.

1940-1952

Por orden del gobierno de Benavides los colegios tuvieron que dividirse en dos secciones, una de varones y otra de niñas. Sin embargo, los niños de los colegios metodistas crecieron juntos y en armonía como si fuera una familia.

1962-2013

A comienzos de la década del 60 se crean tres escuelas en Lima y Callao: una en Miramar, con el nombre de Escuela San Pablo; otra, en la Perla con el nombre de Escuela San Lucas, y otra en Puerto Nuevo, con el nombre de Escuela San Marcos. Todas ellas con el apoyo de la Iglesia Metodista del Callao y el Colegio América.
Se funda el Colegio Daniel A. Carrión en Pueblo Nuevo, Chincha (1962) a cargo de la Sra. Ada de Anderson, de nacionalidad argentina, esposa del misionero metodista Fletcher Anderson.
En el año 1991 el Colegio América del Callao celebra su centenario de fundación.
El año 1994 el Colegio América de La Victoria amplía el servicio educativo a Nivel Secundaria.
En estos últimos años se han creado muchas escuelas y nidos, en barrios marginales de extrema pobreza. En dichos lugares existe una iglesia metodista. El Nido "San Marcos" en Breña; la escuela "Juan Wesley" en Comas 11; Carlos Valderrama en Pedregal; un CEI en Chimbote; el CEI "John Wesley" en Tarma y la escuela "Susana Wesley" en Piura. Lamentablemente de todos ellos, sólo existe en la actualidad la escuela "Susana Wesley" en Piura.
El Colegio América de La Victoria a partir del año 2001, con Resolución Nº 3877 USE 03, amplió sus servicios educativos a Nivel Inicial, Jardín de niños de 3,4 y 5 años de edad.
En el año 2006 el Colegio María Alvarado celebró su centenario de fundación con un reconocimiento de parte del Congreso de la República.
En el año 2007 se jubilan los esposos Díaz (Dante y Carmela), dejando la Dirección del Colegio América del Callao en manos del Dr. Guillermo Yoshikawa, generando cambios fundamentales en el interior del colegio.
En el año 2009 la Directora del Colegio María Alvarado, Piedad Román de Alcázar, se jubila y es reemplazada por la profesora Eliana Rodríguez.
En el año 2013, los colegios América de La Victoria y Andino de Huancayo fueron reconocidos con Diploma de Honor de parte del Congreso de la República por la celebración de su centenario de fundación.

II. APRECIACIONES GENERALES

El principal esfuerzo de los misioneros fue concentrado en la educación. Los misioneros metodistas manifestaron una extraordinaria fe en el poder transformador de la educación. Un reporte escrito de 1912 decía: "Creemos que los colegios establecidos por los metodistas en las repúblicas en el Norte de los Andes fueron destinados a ser una fuerza potencial para elevar el nivel intelectual y moral de estas naciones" (Acta 4ª Reunión de la Conferencia Misionera Andina del Norte de la Iglesia Metodista Episcopal, Callao, Diciembre 18-21, 1912).
La mayoría de los misioneros fueron preparados formalmente para la enseñanza.
El proselitismo religioso no fue tan exitoso como lo fue el trabajo educacional. Mientras en las capillas metodistas los servicios eran privados, sus colegios crecían exitosamente. Los colegios se fundan con el propósito de generar ingresos para el auto-sostén de la Iglesia, brindar educación laica a nacionales y extranjeros, para afectar la sociedad.
En 1929 la Misión Metodista fue la denominación protestante pionera y la fuerza religiosa líder de los evangélicos. Contaba con 16 cargos pastorales en 37 lugares de predicación; 11 escuelas con 15 misioneros y 58 profesores nacionales; un seminario y un gran hospital.
Las actividades de la Iglesia Metodista en el Perú, tanto en lo religioso como en lo educacional, se concentraron en áreas urbanas, la clase media y en la burguesía.
El evangelio social fue el soporte para el trabajo misionero en lo religioso y en lo educacional. La educación sirvió de vehículo para la transformación social e individual. El Credo Metodista refleja el pensamiento del cristianismo social progresista.
Manuel González Prada, escritor peruano, a pesar de su antireligiosidad, consideró a las escuelas protestantes representantes de una moral de avanzada sobre la educación católica. Más aún, José Carlos Mariátegui en su célebre obra "Los Siete Ensayos de la Realidad Peruana", en la sección del factor religioso, cita el estilo de vida de los metodistas.
La atracción de los colegios metodistas fue su énfasis en la enseñanza del idioma inglés, los cursos comerciales y su estilo de vida liberal. Los misioneros metodistas remarcaron constantemente que los colegios eran verdaderos centros liberales.
A pesar de proclamar los misioneros una política neutral en la enseñanza, se permitió la presencia de profesores de una tendencia política en los colegios metodistas, a mediados de 1930.
El auge de los colegios protestantes originó que los arzobispos usaran sus cartas pastorales para urgir a los padres de familia a no enviar a sus niños a los mencionados colegios, tal el caso de la carta pastoral del arzobispo de Huancayo en 1921.
Los líderes de gobierno y representantes de negocios vieron favorablemente a los colegios protestantes. La Cámara de Comercio y las compañías extranjeras tuvieron un abierto interés por dichos colegios. Por ejemplo, The American Mercantile Bank solicitó al colegio Lima High School en 1919, aperturar clases para sus empleados (Cf. Actas 11ª Reunión de la Conferencia, Setiembre 18-22, 1919).
Los colegios metodistas fueron libres para organizar sus clases y desarrollar sus propios currículos, pero no tenían valor oficial sino hasta 1920. El modelo que se seguía en la enseñanza era el sistema de la escuela americana.
Todos los colegios metodistas compartieron un pasado común, en el cual empezaron sus actividades en lugares humildes y en edificios rentados que fueron gradualmente mejorados y adaptados.
Hay que hacer notar la independencia de los colegios metodistas del sistema público en Perú, su extensión y su propio sistema educativo.
Los colegios metodistas fueron capaces de preparar gente para trabajar en diferentes niveles en una economía capitalista-dependiente y que las escuelas públicas no podían hacerlo. Ellos produjeron el personal calificado requerido por las compañías extranjeras y sus subsecuentes redes de trabajos locales, tales como empleados comerciales calificados, administradores y liderazgo intermedio relacionado a la burocracia financiera.
Los colegios metodistas no solamente proveyeron personal entrenado, sino que fueron también agencias para la trans-culturización, con resultados que son difíciles de evaluar. Representaron a través de su obra educativa, los ideales más avanzados del liberalismo.
Sin embargo, el mejor aporte de los colegios metodistas a nuestra cultura es el de impartir una educación basada en principios y valores cristianos, sin distinción de géneros, de razas, de credos y culturas. El fin supremo de esta educación es mejorar la calidad de vida de los(as) alumnos(as) y llegar a ser instrumentos de cambio en nuestra sociedad, a través del servicio solidario, como testimonio del gran amor de Dios en sus vidas.