este aspecto. Usted conoce el gran daño
que la violencia en los medios de comunicación produce, especialmente en la
gente joven. Por otro lado, no es bueno decir: “¡Te prohibo que vayas!”. En
lugar de una imposición, usted intenta encaminar los gustos de Jeanie en
materia fílmica hacia alternativas más válidas – un buen filme, una pieza de
teatro realmente entretenida, un paseo especial, algo que ella disfrute pero
que estimule su sensibilidad, su comprensión o su conocimiento.
Este es uno de los entrenamientos más
seguros para las personas que tiene dificultades para amar. No sólo se aplica a
la familia; puede practicarse también con los amigos. Los más osados pueden
incluso invitar a uno o dos enemigos. Es una oportunidad espléndida. Elija a
alguien que realmente le disgusta y dígale: “Tengo dos entradas para un buen
filme esta noche, ¿por qué no vienes conmigo?”. Si le parece que es difícil
concentrarse en Baryshnikov con su hijita a su lado, ¡espere a ver lo que sucede
cuando el Sr. Gruñón esté en el lugar de ella!. Su atención estará dispersa,
alternando la pantalla con su enemistad. Su mente clamará: “¡Quisiera estar en
cualquier otra parte!”. Al enfrentar este tipo de obstáculos, el amor crece de
a trancos y saltos. Siga repitiendo el
Santo Nombre y concéntrese en la pantalla: verá qué enorme poder genera el
nombre.
Cuando mi amigo Rod se inició en la
práctica de la medicina, sus compañeros lo recibieron con un regalo que nunca
había visto en la India: una rana de juguete. En defensa de Rod debo decir que
era para distraer a los pacientes más pequeños. Rod la trajo cuando vino a
hacerle un chequeo a mi madre, y cuando la puso sobre la mesa, me sorprendió
verla saltar un par de veces lánguidamente. Por un momento pensé que había
traído una rana viva un poco anémica. Luego noté que Rod tenía un pequeño
pulsador en su mano; la rana saltaba cada vez que él lo presionaba.
Mi madre no quedó particularmente
impresionada. Ella provenía de una pequeña aldea india y le pareció extraño que
un médico hecho y derecho jugara con una rana eléctrica. Yo exclamé: “¡Eso es
exactamente lo que el Santo Nombre puede hacer!”. Es una especie de interruptor
mental. Cada vez que se oprime, da un
pequeño saltito. Si usted sigue utilizándolo, puede saltar por encima de un
obstáculo que se interpone en su camino al amor.
De hecho, el santo Nombre tiene una
conexión mucho más estrecha con la práctica de la medicina que con la rana. La
obstinación violentada puede causar una cantidad de problemas físicos. La
mayoría de las personas están totalmente conscientes de que el estrés puede ser
muy dañino para el organismo, pero muy
pocas se dan cuenta de cuánto estrés emocional deriva de una obstinación
desmesurada. Nos empecinamos en nuestra posición, y cuando no obtenemos lo que
deseamos, estallamos, de enojo, frustración o de insidioso resentimiento
crónico, todo lo cual, a largo plazo perjudica los órganos vitales gravemente
-. El amor es esencial no sólo para la salud emocional sino también para el bienestar
físico: la amabilidad y la paciencia resultan una excelente medicina
preventiva.
A las personas poco obstinadas no les
importa demasiado que las contradigan. Tiene suficiente paciencia como para
decir: “bueno, si te ayuda a relajar un poco tu tensión, explota conmigo,
adelante”. Esta es una forma de amar particularmente audaz. Lo interesante del
caso es que cuando la gente se da cuenta de que no puede provocar a alguien,
con frecuencia deja de intentarlo. Por lo general se porta muy bien con esa persona;
reserva su cólera para alguien a quien sí pueda provocar.
“El amor”, dice Pablo, “no se irrita ni
es rencoroso”. Estos dos defectos se originan en la obstinación. Si es muy
marcado lo que usted prefiere y lo que detesta, manifiesta expresión de obstinación,
la irritación y el resentimiento serán sus constantes compañeros. Personas y
cosas lo irritarán a lo largo de todo el día.