Ignacio examina a Juan Pablo y nota que posee el mismo lunar de Fernando Guerra. El medico envía unos exámenes de Juan Pablo a Santiago y le pide a Silvana que recoja los resultados, sin sospechar que su amante ya ha encargado el pasaje para Amsterdam. Juan Pablo sorprende a su familia al anunciarles que volverá a Holanda. Elena está exasperada ante la actitud cínica y displicente de su hijo. A solas en su cuarto Juan Pablo redacta una cruel carta a Emilia contándole la verdad y diciéndole que cuando lea esas palabras el ya estará muerto.
Poncia le cuenta a Gustava que Juan Pablo ha terminado con Emilia. Rodolfa escucha y se pone a gritar que a Emilia también la han abandonado como hiciera Pepe Romano con ella. Baja Bernarda y se suma al coro de gritos. Llegan Eduarda y Diego que se indigna al saber la canallada de Juan Pablo. Llega Emilia que finge estar tranquila y segura de que Juan Pablo volverá con ella. Esto exaspera más a Diego. Eduarda se preocupa al notar lo mucho que su hermana todavía le importa a Diego.
Diego entrega las escrituras de las tierras de las Patiño a su padre. Fernando intenta convencerlo de que es una locura que se case sin amor. Diego responde que el amor no existe que solo sirve para hacer daño, que solo hay que ver como esta la Emilia ciega por amor. "Ciego estas tu" dice Fernando. Solo hay que verlo para darse cuenta cuanto le interesa Emilia. Diego se enfurece y no quiere aceptar que ama una mujer que tanto daño le hizo. Fernando le da su propio ejemplo. A pesar de que Elena le destrozó el corazón él sigue obsesionado con ella. Diego dice que a el no le ocurrirá lo que ocurrió con su padre.
Tina se disfraza con el vestido de novia de Carolina y va ver al Toro sin saber que el lechero ha salido y es Marcelo el que duerme en el establo. En la oscuridad Tina confunde al joven Guerra con su amante. Están en medio de un apasionado beso cuando los sorprende el Toro. El lechero esta estupefacto y reprocha con amargas palabras la veleidad del fantasma que no puede defenderse y huye. El Toro le dice lloroso a Marcelo que ha terminado con La Novia de la Noche. A la mañana siguiente en La Petunia, Tina le explica al Toro que La Novia en la oscuridad se confundió. El lechero feliz abraza a su amiga agradeciéndole que le haya hecho ver su error.
Carola a pesar de su ceguera insiste en reanudar sus estudios a pesar de las crueles burlas de Alelí e Isadora. Ricarda se ofrece a sentarse al lado de la cieguita y copiarle las notas. Cristián está dolido por el abandono y el rechazo de su ex polola. Cristián le dice a Scarlett que para molestar a Ricarda va coquetear con todas las chiquillas del colegio.
Diego se le acerca a Juan Pablo en medio de la plaza y le grita para que todos lo escuchen "Juan Pablo Huidobro, quiero decirte que eres un maricón". Juan Pablo se sorprende de que a Diego todavía le importe lo que pasa con Emilia. Diego grita que por culpa de Juan Pablo él perdió la única oportunidad de ser feliz en la vida. Se enzarzan en una pelea en la que Diego lleva la peor parte. Eduarda muy mortificada agrede a Emilia diciéndole que la pelea es por su culpa "porque le mueve el poto" a todos los hombres. A Diego lo llevan a casa de las Patiño para que su novia lo atienda. Rodolfa se complace en recordarle que la pelea fue por Emilia. Finalmente Bernarda hace que encierren a Rodolfa en su dormitorio. La loca, después de asegurarse de que le llevaran almuerzo, sube la escalera cantando "Lero, Lero, Diego quiere a la Emilia". Para colmo de males Eduarda sorprende a Diego y a Emilia hablando. , Diego se molesta al ver los ojos hinchados de su ex novia ya que ella no quiere aceptar la maldad de Juan Pablo.
Por mientras han llevado a Juan Pablo a la iglesia. Cándida se le acerca y le dice que quiere contarle la verdad antes de que se vaya. A pesar de las protestas del Padre Pelayo, Cándida le dice a Juan Pablo que Diego es su hermano. Fernando es el padre de ambos. Juan Pablo se rehusa creerle ya que su padre (José Luis Huidobro) lo quería mucho. Cándida le explica que José Luis siempre tuvo dudas de su paternidad y cuando Juan Pablo tuvo paperas, los exámenes que le hicieron indicaron que no era hijo de José Luis. Juan Pablo grita que están locos y que quiere irse de ese pueblo de locos.
Los Guerra, incluyendo a Marcelo, que hace una tregua momentánea con su familia, van a buscar a Juan Pablo para vengar la paliza que le diera Diego. Van a casa de Elena que les dice que se guarden de tocar a su hijo, pero que les dice que Juan Pablo va camino al campo de aterrizaje donde lo espera una avioneta que lo llevará a Santiago. Juan Pablo no llega a partir. Con las palabras de Cándida retumbándole en el cerebro despide la avioneta y se regresa a Aquelarre. En el camino es interceptado por los Guerra. Juan Pablo se baja del jeep y se enfrenta solo a sus enemigos. Llega Elena y a pesar de las burlas de los peones, hace que Fernando y su tropa dejen libre a Juan Pablo. Ya en casa, Juan Pablo le pregunta a su madre si Fernando es su padre. Elena lo niega indignada acusando de toda esta mentira a la envidia de la solterona Cándida. Juan Pablo ansioso de creerle le acepta esta explicación.
Marcelo se despide de su familia y regresa a su escondrijo. A pesar de las protestas de Diego, Scarlet le aplica una pomada sus heridas para que no le queden marcas.
Juan Pablo le cuenta lo que sabe a Ignacio quien no se sorprende mucho ya que tanto Fernando como Juan Pablo poseen el mismo lunar. También le dice a su amigo que el rencor que existe entre él y Fernando quizás desaparecería si su "padre" supiese la verdad. Juan Pablo se enfurece y dice que no hay modo de probar que es hijo de Fernando. Ignacio le dice que es posible a través de un examen de ADN que el ya ha encargado a Santiago.
Emilia feliz de que Juan Pablo no se haya ido va verlo para convencerlo de que vuelvan a ser lo que eran. Juan Pablo la trata mal y la humilla.
Elena visita a Cándida y la amenaza. La solterona teme de que Elena se vengue en el Dr. Pastene y manda al Padre Pelayo a hablar con Elena. Elena trata altaneramente al sacerdote y casi lo echa. Cuando el padre dice que es mejor que se sepa la verdad, Elena responde que su hijo no es más feliz por sospechar que Fernando sea su padre. El cura comenta que quizás ahora Juan Pablo pueda acercarse a sus... Elena lo interrumpe diciéndole que las únicas hermanas de Juan Pablo son Camelia y Alelí.
Juan Pablo va ver a Cándida y le dice que su madre lo ha convencido que ella miente. La solterona le recuerda que ella no ganaba nada al contarle la verdad. Juan Pablo no puede entender porque José Luis se lo llevo a Europa si en realidad no era su padre. Cándida le cuenta que José Luis quería proteger a Juan Pablo de la mala influencia de su madre. Camelia va buscar a su madre al laboratorio y la encuentra examinando la extraña flor que floreciese en el jardín de Jorge Patiño. Camelia se sorprende ya que nunca ha visto una flor parecida. Elena le dice que se trata de una flor común y corriente. Juan Pablo le pregunta a Camelia porque se ha quedado en l pueblo y si es culpa de Elena. Camelia le dice que, al contrario, Elena no le impidió irse, pero ella no quiso alejarse de su familia ni de su madre. Camelia le vuelve a decir a su hermano que es injusto con Elena ya que no sabe cuanto ha sufrido.
Emilia busca las escrituras de las tierras. Poncia le dice que sospecha de Eduarda. Emilia busca a Eduarda que le confirma que le entregó los documentos a Diego para que comience a construir su casa. Emilia parte para donde los Guerra. Diego la recibe sarcástico, pero finalmente Emilia lo hace callar preguntándole si planea casarse con todas sus hermanas para apoderarse de sus tierras y le recuerda que con ella ya no le resultó. Aparece Fernando y le entrega los papeles diciéndole que no sea cruel con Diego que ya está bastante maltratado.
Gustava intenta hablar con Poncia por enésima vez, pero de nuevo es interrumpida por Bernarda. La astuta viuda Patiño le dice a su hija que Jorge estaría feliz de saber que será la madrina de Poncia. Más tarde, a pesar de ver que Gustava esta llorando, Bernarda la obliga a ayudar a sus hermanas a confeccionar el vestido de novia de la empleada. A solas Gustava toma la tela del vestido y llora.
Lourdes va casa de los Guerra para cobrarle a Benito la ropa interior que le vendió. Benito no tiene plata así es que Lourdes le "cobra en géneros". Están en lo mejor besándose cuando los sorprende Fernando. Lourdes finge que ha venido a avisarle que Marcelo se esconde con el Toro Mardones. Fernando, Prudencio y Benito van a buscar a Marcelo y lo encuentran en calzoncillos. Así, medio desnudo, arranca por el campo perseguido por los peones que tienen que lacearlo para atraparlo. Fernando hace que encierren a su hijo menor en su dormitorio y coloca a Benito como guardia para que no vuelva escaparse.
Regresa Silvana con los resultados de los exámenes. Es un factor ambiental lo que provoca que no nazcan hombres en Aquelarre. Ignacio esta seguro de que una persona causa ese factor. Elena se ríe de esa conjetura cuando Silvana se lo cuenta y le dice a su empleada que el día que el médico abandone el pueblo la mandará a Holanda. Silvana va ver a Ignacio y le muestra las argollas que compró diciéndole que quiere que se casen cuanto antes.
Cándida entrega a Juan Pablo las cartas de José Luis que ella guardase por tanto tiempo. En esas cartas Juan Pablo lee la confirmación de que Fernando es su padre. Elena se indigna al leer las cartas y le dice a Juan Pablo que las sospechas de José Luis eran infundadas. Juan Pablo estúpidamente le sigue creyendo.
Cipriano, esposo de Filomena (los que recientemente celebraron sus bodas de oro) muere de un infarto. Las Patiño van al velorio. Apenas Rodolfa ve al muerto se pone a gritar que es el cadáver de su "esposo, Pepe Romano". No hay modo que se le pase. Marcelo se le escapa a Benito. Cristián comienza sacarle celos a Ricarda llevándole una rosa a Alelí. Como homenaje a Cipriano, Julia hace que la banda de guerra del liceo toque en el cortejo fúnebre. Carolina se empeña, a pesar de su ceguera, de lucirse con la guaripola. El desfile es un desorden completo con Carolina dando palos a los transeúntes con su guaripola y Cristián y Alelí besándose mientras cargan el estandarte. Todo el pueblo (menos Elena y sus hijos mayores) acompañan el ataúd de Cipriano. De pronto aparece la micro de aquelarre. La chofer se baja y le dice a Fernando que Marcelo va a tirarse bajo las ruedas del tren de las ocho, a menos que el se disculpe con Carolina. Todo el pueblo deja botado al muerto y se sube a la micro que parte para la línea del tren. Solo Rodolfa y Filomena (a quien la loca insiste en llamar "suegrita") quedan abrazadas al ataúd llorando. El viaje es demencial, con Julia reloj en mano indicando cuanto falta para que se suicide Marcelo. El joven Guerra esta fumando tranquilamente a la vera de la línea ferroviaria. Cuando ve llegar la micro, se para en el medio de la línea mientras el tren avanza en el horizonte. Fernando y compañía se abalanzan sobre Marcelo que asustado retrocede, se enreda en los rieles y cae al suelo. El golpe lo aturde y el tren pasa por encima de el. Todos creen que Marcelo está muerto a pesar de que el tren no alcanzó a tocarlo. Llorosa Carolita jura sobre su cadáver que ingresará a las Carmelitas de Río Claro. Marcelo resucita y Carolina recobra la vista. Fernando da su permiso para el matrimonio y todos vuelven a enterrar a Cipriano
Lorena esta impaciente en Aquelarre y desea tener de nuevo un circo con el cual viajar. Celedonio pide permiso su mujer para sacar sus ahorros del banco y cumplir el sueño de Lorena. Chela se niega indignada. Camelia encuentra a su hermano en la cripta de la familia. Camelia interroga a Juan Pablo sobre sus razones para abandonar a la Emilia. Su hermano responde que él tiene sus motivos. Camelia reacciona impaciente y le dice que el que siempre ha acusado a su madre de mantenerlo al margen pero ahora hace lo mismo con las mujeres de su vida. Elena lee furiosa en las cartas como su marido le contó a su ex novia de todas sus intimidades incluyendo el desamor de ella por su propio hijo. Elena va ver a Cándida y le entrega sus cartas echas pedazo, y le dice que esa es su venganza. El Padre Pelayo es incapaz de entender el dolor de la solterona por la perdida del último recuerdo de su gran amor. Juan Pablo llega su dormitorio y encuentra que faltan las cartas. Elena confiesa que ella rompió las cartas porque le dio rabia que su marido confiase en Cándida en vez de decirle la verdad a ella. Juan Pablo le responde que José Luis hizo lo que hizo por la misma razón por la cual ella no le contó de su affair con Fernando.
El Dr. Pastene va a la Petunia y pide que le den muestras de todas las bebidas que se consumen en el pueblo con la intención de ver si en ellas encuentra algo que explique el desorden ambiental que impide el nacimiento de varones en Aquelarre.
Rodolfa ordena un luto riguroso en memoria de Pepe. Prohibe que su familia vea televisión escuche música y hasta salga de la casa. Se indigna cuando ve como todas las Patiño trabajan en el vestido de novia de la Poncia.
Gustava habla con Julia. La muerte de Cipriano la ha hecho entender lo breve que es la vida y que hay que vivirla. Ella no quiere vivir sin amor. Alentada por la profesora, Gustava va buscar a Prudencio a su casita y soltándose el pelo le dice que lo quiere y ""que no la deje irse con las manos vacías"" El capataz entiende la insinuación y la lleva al interior de la casa donde por primera vez Gustava hace el amor con un hombre. Después del acto Prudencio está cohibido y un poco arrepentido. Le pide disculpa a la profesora (a la que sigue tratando de "usted" y llamando Srta. Gustava) que fue un arrebato de pasión. A Gustava e cambio la perdida de virginidad le ha dado seguridad y fortaleza. Dice no estar arrepentida. Prudencio se ofrece a hablar con Bernardita y Poncia, pero Gustava con tono decidido le dice que ella arreglara todo. Llega a su casa cantando y con el pelo suelto para encontrase a la Poncia vestida de novia y a su familia ayudándola. Bernarda mira con ojos sospechosos a su hija, pero Gustava con voz firme le dice que necesita hablar con ella.