A pesar de que Emilia y Prudencio se oponen, Gustava es enviada a Frutillar Alto a vivir con la cruel Tía Queta y sus rabiosos perros. El pueblo es un hervidero de chismes sobre la profesora y el capataz de los Guerra. Solo Carolina y Julia defienden el proceder de Gustava. Al descubrir que Bernarda a escondidas se llevo a su hermana, Emilia furiosa decide irse a Frutillar alto a buscarla, pero se desmaya antes de salir. Al día siguiente sigue mareada, así es que no se atreve a emprender el viaje sola. Juan Pablo convence a Elena de que no lo mande al extranjero. Elena acepta y Juan Pablo tiene otra de sus extrañas mejorías.
Scarlett vuelve a trabajar como temporera para Elena, pero es solo por un breve tiempo ya que ella y Tina planean irse del pueblo. Gonzalo y su abogado la visitan para iniciar los tramites del divorcio y ella acepta.
Silvana chantajea Elena diciéndole que si la echa, ella le contara a los habitantes de Aquelarre como ha hecho para impedir que nazcan varones en el pueblo. Elena tiene que aceptar las condiciones de su empleada.
Una noche, La Novia se le aparece al Padre Pelayo en la iglesia dándole un tremendo susto. Más tarde el fantasma visita al Toro y quema el ramo que el lechero intenta obsequiarle. En casa de Elena, Camelia aparece muy alterada diciendo que se le apareció la Novia de La Noche.
Ignacio sorprende a Cándida bailando vestida de novia. Turbada la solterona le dice que el vestido es una donación y que no aguanto la tentación de probárselo, pero el Padre Pelayo le dice al médico que nadie ha donado un vestido de novia. Cándida se ofende al ser interrogada por el DR. Pastene y le dice que si acaso cree que ella, a sus años, tiene plata para andar comprándose vestidos.
Rodolfa y el Toro renuevan sus escarceos amorosos y deciden volver a encontrarse en casa de las Patiño.
Eduarda desesperada intenta obligar a Diego a volver con ella fingiendo un embarazo, pero el no lo acepta. Bernarda dice que si Diego no cumple, Eduarda tendrá que ir a hacerle compañía a la Tía Queta en Frutillar. Eduarda le pide ayuda Rodolfa sabiendo que ella conoce los hechizos de Abigail. Para el embrujo, Eduarda roba agua bendita y un mechón del cabello de Diego que ata juntos y deja remojando en agua bendita. Esa noche, Eduarda se encierra a preparar su hechizo, mientras Rodolfa se prepara para recibir al Toro Mardones, pero este se detiene en la ventana de Eduarda quien lo hace pasar y terminan haciendo el amor. Llorando Rodolfa, los escucha reírse y jura que su hermana le pagará este dolor.
Esa misma noche, Tina se viste de novia para ir a visitar al Toro sin saber que el esta con Lalita y sin tampoco saber que Silvana espera en el establo del lechero dispuesta atrapar al fantasma. Ambas mujeres luchan y la temporera derriba su jefa de un certero golpe y huye por el bosque hasta que es cegada por una fuerte luz que emana de la Novia de la Noche. Tina le pide perdón al fantasma por usurpar su puesto, pero confiesa que lo hace por amor. La Novia se aleja.
Silvana llega muy alterada a casa de Elena con la boca sangrando. Tiene miedo que el Fantasma quiera hacerle daño.
Para conquistar a Cristián, Alelí inventa un último plan. Será tan ahombrada como Ricarda. Arrastrando a la fiel Isadora, Alelí viaja Río Claro a comprar ropa como la de Ricarda. Isadora presenta la nueva Alelí con Cristián. Cristián sorprendido por el cambio de look de su compañera, se sorprende aun más cuando esta insiste en montar una yegua mañosa que le tira al suelo.
Prudencio convence a la Poncia que lo lleve a casa de la Tía Queta. Tienen la suerte de encontrarse con Gustava en el jardín. Gustaba esta feliz de ver a su amante, pero más se alegra al saber que Poncia la ha perdonado. Prudencio le dice que se prepare porque esa noche viene a buscarla.
Emilia sigue sintiendo malestares que achaca l stress que sufre a causa de los problemas familiares.