Aturdido Prudencio permite que lo comprometan con Poncia. Muy alterada Gustava se retira de la sala. Bernarda la sigue e intenta torpemente consolarla diciéndole que fue su imaginación la que la hizo creer que el capataz estaba interesado en ella. Llorando la profesora dice que ahora no se casará nunca. Esa noche Prudencio intenta buscar a Gustava, pero ella se niega a oírlo ya que la Poncia le contó sobre "el revolcón" que tuvo con él. Igual suerte corre con Poncia cuando intenta salirse del compromiso. La Poncia lo toma a broma, no lo quiere escuchar y termina recordándole todo lo que hay ente ellos.
Pia-Scarlet se escapa para ver a Tina. Cuando su amiga muestra alegría de ir a su matrimonio, la falsa periodista tiene que confesarle que Gonzalo no quiere que invite a ninguna "picante" a la boda. Llega Mireya y reta a Scarlet por lo abandonada que tiene a su amiga. Pía visita su novio y le pide que le permita invitar a las temporeras a su casamiento diciendo que fueron muy amigas en esos meses que trabajaron juntas. Gonzalo se escandaliza ya que su madre Mariola, que es muy snob y fijada no soportara ver a esa gentuza en la fiesta. A Scarlet le da una pataleta y Gonzalo tiene que aceptar. La misma Pía lleva los partes de matrimonio a las temporeras.
A Ricarda no le gusta que Cristián la bese y le exige que solo lo haga en público. Alelí e Isadora tienen un plan par separar a Cristián de su polola. Se visten con ropas despampanantes y van a la Petunia donde deslumbran a todos incluyendo a Cristián. Ricarda esta furiosa cuando al haber empatado en el concurso de la más linda, Alelí e Isadora tienen el derecho de bailar con su pololo toda la noche. Alelí e Isadora están encantadas al ver a los novios peleando en el colegio al día siguiente. Cristián trata de tranquilizar a Ricarda diciéndole que ella es más linda que Alelí e Isadora, pero Ricarda no le cree. Cristián le dice a su polola que ser vería mejor si se arreglase más pero que al fin y al cabo el la quite de cualquier forma.
Diego va la perfumería a comprar un perfume. Eduarda lo atiende muy coqueta, pero cuando él le dice que es para Lorena ella se enfurece. Como ocurre con cada acceso de rabia la insoportable Eduarda intenta hacer daño a los demás. Llega la casa y sube y baja Emilia que se está besando con Juan Pablo, luego venenosamente anuncia que Diego ya ha reemplazado a su hermana con la trapecista. Apenas se va su novio, Emilia va ver a Eduarda y le exige que deje de molestarla. Eduarda grita que la enfurece que por culpa de una aventura su hermana haya dejado escapar a Diego. Emilia nota que a la que le gusta Digo es a Eduarda. Más tarde cundo Cristián viene a buscar a Ricarda, la venenosa Eduarda aconseja su madre que no los deje salir ya que la gente va hablar. Bernarda confiesa que ha dado su permiso para el pololeo de los niños. Todas felicitan a Ricarda menos Eduarda. La ultima maldad de Eduarda va dirigida su hermana Rodolfa. Va a la Gran Ilusión y le dice a Rodolfa que todas se casaran incluso Ricarda menos ella, y que terminará sus días como costurera de sus propias sobrinas. Rodolfa sufre otro ataque de histeria y colocándose un cojín debajo de la falda sale a la calle con una gran panza de embarazada. Las Patiño se horrorizan al verla llegar con esa facha y anunciando que esta en el "noveno mes de embarazo".
Para demostrarle su buena voluntad, Elena invita a Ignacio a comer. Después de la cena Elena le dice al Dr. Pastene que Jorge Patiño creía que la brujería estaba detrás de los nacimientos femeninos en Aquelarre y que la razón por la cual lo mando llamar fue para que confirmase que no existían causas científicas para explicar el fenómeno. Cuando Ignacio expresa dudas Elena le cuenta la historia de Abigail Gutiérrez. Hace 30 años a Abigail la plantó el novio ante el altar y ella desesperada se suicidó arrojándose desde la Quebrada de La Rosa. Antes de morir Abigail lanzo una maldición sobre Aquelarre. No nacerían varones hasta que su cadáver fuese hallado. Para darle más certeza al médico Elena le recuerda que Jorge sufrió un infarto cuando su hija Rodolfa corrió la misma suerte de Abigail. Ignacio intenta corroborar la historia con la gente del pueblo y recibe informes divergentes. Tanto Cándida como el Padre Pelayo recuerdan la historia de Abigail, pero la solterona añade que Abigail era bruja y que se suicidó porque "tenía que cumplir un pacto". El cura la hace callar, pero ni el ni Cándida conocían la leyenda de la maldición de Abigail. Bernarda lleva Rodolfa "embarazada" a que la vea el médico. Cuando le preguntan que nombre le pondrá su "guaguita" Rodolfa responde que el nombre favorito de su padre "Abigail". Ignacio interroga a Bernarda sobre Abigail Gutiérrez. La viuda le cuenta que Abigail era una mujer extraña y mala con pésima reputación entre los habitantes de Aquelarre y que no le sorprendería que hubiese sido amante de su marido. Sin embargo Mireya que fue amiga y compañera de Abigail le cuenta algo distinto. Según ella Abigail era muy buena pero distinta las demás y su misma diferencia hizo que las gentes del pueblo la mirasen con recelo. La temporera se sorprende al saber de la maldición y le dice a Ignacio que es imposible que alguien conozca de la maldición de Abigail ya que nadie fue testigo de su suicidio.
Silvana le dice a Juan Pablo que sabe que una grave enfermedad es el motivo de su regreso. Cada palabra con la que Juan Pablo intenta convencer a Silvana de que sus sospechas no son ciertas más le confirman a ella la verdad. Silvana ofrece su ayuda y silencio al hijo de su patrona. Emilia los sorprende en una postura cariñosa y le arma una escena de celos a su novio. Elena le dice a Silvana que a su muerte Juan Pablo se hará cargo de sus tierras y sus negocios. Fernando visita a Elena y le dice que va casarse con Bernarda.
Diego visita a Lorena y es recibido con mucho agrado por parte de Chela quien se pone mas contenta cuando él anuncia que viene a pedirle a su hija que lo acompañe a la boda de su hermano. A solas Lorena le dice al veterinario que sabe que él intenta sacarle celos a la Emilia, y que ella no desea una relación seria. Cuando Fernando se entera que la nueva conquista de Diego es Lorena se atraganta con la comida. Su pesadilla es ver su fundo lleno de "payasitos" ya que sus hijos se casaran con las "circenses". Para más remate Chela aparece para agradecerle la invitación al matrimonio de Gonzalo. Fernando se da cuenta que fue un truco de Marcelo y enfurecido manda buscar a su hijo menor para darle una paliza. Con la ayuda de Cristián (y un tarro de salsa de tomate) finge una aparatosa caída del caballo. A Fernando el susto le quita la rabia. Diego que atiende a su hermano se da cuenta de que es una estratagema, pero ayuda a Marcelo para que Fernando no siga enojado con él. Carola visita su novio y Cristián les presta una de sus nuevas películas "Titanic". Mas tarde Benito lleva el té a Marcelo y aprovechando que Marcelo esta en el baño se pone a ver una de sus películas "porno" "La Doctora Atómica". Cuando llega Marcelo, Benito apaga el vídeo, pero se olvida sacar la cinta.
A Lorena se le ocurre ya que no hay cine en el pueblo, presentar películas en La Petunia. . Diego se ofrece a prestarle el videos de Marcelo. Cuando todos los pueblerinos están arremolinados en La Petunia listos para ver Titanic, les llega la sorpresa de ver las candentes escenas de la Doctora atómica. Cuando Marcelo despierta y ve que falta su vídeo corre al pueblo donde lo espera la ira de los habitantes de Aquelarre, y principalmente de Carolina que rompe su noviazgo con él. Al volver a su casa, Marcelo se encuentra con Fernando enfurecido ya que cae en cuenta que la caída de su hijo menor fue una farsa, pero se tranquiliza al saber que "la ordinaria" ya no va a ser su nuera.
Fernando visita a Bernarda con ánimos de cortejarla, pero son interrumpidos por Rodolfa con su "embarazo" y por Ricarda que esta huyendo de la depilación con cera a que la obligaron su madre y su hermana. Ante tan estrafalaria familia, Fernando huye asustado. Elena visita a Bernarda y le dice que jamas tuvo amores con Jorge y que Fernando ha esparcido el rumor por el pueblo que planea casarse con ella. Elena añade que Fernando solo desea las tierras de los Patiño. Fernando pregunta Bernarda porque no quiere estar a solas con él y la viuda le dice que no quiere dar pies a las habladurías porque ya Elena vino a advertirle de los rumores que corren. Fernando le ofrece matrimonio pero Bernarda lo rechaza. Su corazón esta enterrado junto a Jorge, dice, y además sabe que es la codicia de Fernando lo único que motiva su proposición. Termina anunciando que las tierras quedaran en la familia Patiño tal como Jorge lo expresase en su lecho de muerte.
Ignacio intenta contratar unos hombres de La Rufina para que lo ayuden a encontrar el cadáver de Abigail. Cuando se enteran que deben bajar la Quebrada de La Rosa, los mineros se persignan y huyen. Juan Pablo decide descender por su cuenta. Silvana corre a buscar a Ignacio para que lo detengan, pero cuando el médico llega acompañado de Emilia, ya Juan Pablo ha bajado. Emilia tiene un ataque histérico al ver que su novio casi se cae en la mitad del descenso e insiste que suba pero la continua hasta el fin. Al pie de la Quebrada Juan Pablo encuentra dos objetos, un antiguo relicario y una trenza de pelo de mujer con flores y varas de madera clavados. Al subir lo recibe una Emilia furiosa que le pega y huye llorando. Juan Pablo entrega los objetos al Dr. Pastene y corre a buscar a su novia quien encuentra en el Jardincito de Jorge Patiño. Emilia le dice a su novio que no soportaría si algo llegase a pasarle. Más tarde el Padre Pelayo encuentra al hijo de Elena en la iglesia. El sacerdote le pregunta si ya no es hora de que comparta su carga con sus seres queridos. Juan Pablo le dice que ha caído en su propia trampa y comienza llorar. El cura lo abraza.
Dentro del relicario hay unas fotos que el Padre Pelayo y Cándida identifican como de Abigail y de su novio. Cándida se pone histérica cuando ve la trenza. Julia tiene la misma reacción cuando Ignacio se la muestra. Cándida le explica que se trata de un hechizo de bruja. Le cuenta al médico que cuando era niña sorprendió una vez a Abigail y a otras brujas celebrando un Aquelarre en La Quebrada de La Rosa y que como parte de la ceremonia una de las participantes quemo parte de su trenza. Ignacio comenta que el pelo es nuevo por lo que se trata de una ofenda reciente. Cándida dice que el circulo de brujas todavía existe en Aquelarre y que esa ofrenda es un hechizo para atraer marido.
Elena contrata a dos actores de Santiago para que interpreten a los padres de "Pía". El supuesto "Maximiliano Jara Errazuriz" resulta ser un borrachín descarado que manosea a su fingida "hija" y que mete la pata como cien veces durante la cena en casa de los Guerra.
Carolina le exige a Marcelo para poder perdonarlo que se confiese. En la confesión, el Padre Pelayo impone a Marcelo como condición para ser absuelto que destruya su colección de pornografía (revistas, postres y videos). Rodolfa ve al Toro en la calle e insiste en que es Pepe. Las Patiño tienen que volver a aceptar al lechero en la familia. Rodolfa quiere que el Toro la acompañe a la boda de Gonzalo El lechero se molesta cuando sabe que Rodolfa quiere ponerle Abigail a su hija, y le dice que ese es nombre de bruja.
Ignacio visita a Chela para interrogarla sobre Abigail, la "mexicana" le confirma que Abigail era bruja y que tenía compañeras en Aquelarre. Pero cuando Ignacio exige saber el nombre de esas brujas, Chela se turba y termina diciendo que muchas de ellas abandonaron el pueblo.
Llega Mariola Bulnes (Schlomyt Baytelman), la madre de Gonzalo. Es una mujer presumida, snob y miradora en menos. Desde el comienzo sospecha de Pía y la interroga sin misericordia. Va ver a Elena supuestamente para averiguar más de la familia de su futura nuera, pero decae en una conversación sobre ambas y Fernando Guerra. Mariola dice que el fantasma de Elena siempre rondó su matrimonio con Fernando y que su ex marido siempre estuvo enamorado de la perfumista.
A pesar de todos los tropiezos parece ser que el matrimonio va a resultar. Solo que las ilusiones de Scarlet se destruyen cuando aparece en Aquelarre, el Palomo, un maleante que fue cómplice de los delitos de Tina y Scarlet y que ha llegado a amenazarlas.