A finales de los a?os ochenta, uno de los primeros numeros de Artes de Mexico en su nueva epoca, estuvo dedicado a una ceramica conocida como talavera de Puebla. La portada lucia en gran acercamiento un detalle de una jarra poco conocida del siglo XVIII. La reaccion de una buena parte de los lectores fue de sorpresa y de protesta. Muchos consideraron que una pieza de artesania era indigna de ocupar ese espacio protagonico de la revista. Y con mas razon si se piensa que la lineas horizontales de colores parecian formar parte de algun cuadro contemporaneo de arte abstracto. Esa reaccion publica era significativa del valor que se le daba entonces a las artesanias en Mexico. Y para nosotros era signo de que nuestra labor editorial iria en parte a contracorriente. Hacia mas de cincuenta a?os que no se dedicaba un libro a esa artesania ahora tan comentada y conocida. Esa edicion sigue siendo citada y cumplio con su mision de volverse un libro de referencia y participar en la revaloracion de esa ceramica. Y lo mismo ha sucedido con cada uno de los temas de arte popular que han sido estudiados y mostrados en las monografias de Artes de Mexico. Durante los ultimos quince a?os, las artes populares han ocupado mas del treinta por ciento de las ediciones de Artes de Mexico. En contraste, la antigua revista que se edito bajo el mismo nombre entre 1953 y 1980, dedico al tema tan solo un cinco por ciento de sus publicaciones. Cuando comenzamos esta nueva epoca de Artes de Mexico en 1988, todavia se utilizaba el termino de ?artes menores? para hablar de las artesanias, queriendo diferenciarlas asi de las ?artes mayores?, como la pintura o la escultura. Y fue justamente ese desprecio implicito en el mundo de la cultura mexicana hacia uno de sus componentes fundamentales, lo que animo a quienes fundamos la nueva epoca de esta revista, a incluir el tema como uno de los ejes de su nueva linea editorial, y dar asi publicamente al arte popular e indigena un valor que nos parecia evidente. Las cosas han cambiado desde entonces de tal manera que incluso esa ceramica se puso de moda, se multiplicaron las publicaciones sobre ella y aquellas lineas horizontales que nuestra portada ayudo a difundir con cierto escandalo figuran en varias piezas actuales conocidas en los catalogos de los talleres poblanos como ?Dise?o Artes de Mexico?. Al ocuparnos de las artesanias nos estabamos vinculando con una rica tradicion intelectual y estetica que en los a?os veintes y treintas llevo a pintores como el Dr. Atl, Gabriel Fernandez Ledesma, Diego Rivera, Roberto Montenegro y otros a coleccionar y escribir sobre esa dimension de la cultura mexicana. Pero eso habia cambiado desfavorablemente para las artesanias hacia la segunda mitad del siglo XX. Y era importante hacer algo. El reto incluia estudiarlo y difundirlo adecuadamente. Por una parte, las artesanias estan intimamente vinculadas con el mundo indigena. Y aunque no siempre son su manifestacion directa, pertenecen a ese rostro de Mexico donde el mestizaje sigue ejerciendo su vitalidad creativa. Por otra parte, el estudio y la difusion del arte popular se encontraba confinado al mundo de la antropologia. Y aunque esa disciplina ha aportado trabajos esenciales para comprender el arte popular, su existencia en la vida actual de Mexico requiere otros puntos de vista, incluyendo el de los estudiosos de la estetica, la historia, los artistas y escritores viajeros, etc. Pronto nos parecio evidente que la artesania requiere ser investigada desde multiples perspectivas. Pero de manera muy especial, era importante incluir la voz de los propios artesanos, cuya lucidez en muchas ocasiones ayuda a comprender el fenomeno creativo mas alla de su propia especialidad. Cuando Artes de Mexico publico poesia indigena vinculada a los textiles de Chiapas, la reaccion del peque?o mundo literario mexicano fue tambien de protesta y menosprecio, justo como cuando publicamos aquella pieza de talavera en la portada. Se hizo evidente que la mayoria de las revistas culturales mexicanas ignoraban todas las dimensiones de riqueza creativa alrededor de los artesanos y sus diversas culturas. Algo que introdujo Artes de Mexico en la comprension de este fenomeno mestizo, entre otras cosas, es la consideracion del componente mudejar, escondido por la misma vertiente espa?ola que lo introdujo a Mexico, y sin el cual no se entienden cabalmente muchas de las ceramicas y de los textiles de nuestro pais, incluyendo algunos de los que se siguen haciendo en pueblos indigenas. Al mismo tiempo nos parecio importante compartir nuestro asombro ante la belleza de algunas obras maestras de este arte y decidimos hacer de las paginas de nuestra publicacion un objeto artesanal por su dise?o y por la calidad de su impresion, que incluso a los mismos artesanos diera orgullo. Y aunque este componente artesanal de nuestra labor editorial es un obstaculo para su plena comercializacion, no estamos dispuestos a renunciar a el. Los mismos artesanos lo han apreciado y con frecuencia consideran a Artes de Mexico como una extension de su labor. Algunas veces nuestras investigaciones sobre el pasado de su actividad les ha servido para retomar dise?os antiguos y para afirmar su identidad. Una idea que guia nuestro trabajo editorial es la certeza de que lo mejor de Mexico esta en su creatividad, por lo tanto en su arte y su cultura.
Margarita de Orellana y Alberto Ruy-Sanchez Directores de Artes de Mexico